Es imposible

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La sospredida y confusión se gravaba en el rostro de las personas en los pasillos al ver al joven que caminaba a un lado de la reina.

Las miradas curiosas recorrían de arriba a abajo la figura del joven castaño. Rhaenyra al igual que todos tenía muchas preguntas para aquel que caminaba junto a ella.

Su mente estaba inundada de preguntas que le haría cuando llegaran al salón principal, la palabra madre aún hacia eco en su cabeza.

Las puertas se abrieron, Rhaenyra paso primero a través de ellas, para ser seguida por aquel joven misterioso, Baela y Rhaenys. Los miembros del consejo esperaban impacientes, y sus ojos parecieron brillas al ver a su reina entrar en el salón.

Los rumores de unos barcos acercarse no tardaron en llegar a oídos de todos los que habitaban en dragonston, y cuando se supo del joven que había bajado de uno de esos barcos llamado madre a la reina, todos quedaron desconcertados.

Rhaenyra llegó al frente de la mesa, teniendo la mirada de todos justo sobre ella, el joven se detuvo a su lado, mirado a todos como si de personas conocidas se tratarán, dando una sonrisa a aquellos que estaban frente a el.

-¿Quien es el?- cuestionó Laerys rompiendo el silencio que se había prolongado por tanto tiempo.

Todos en la habitación se preguntaban lo mismo, hasta Rhaenyra, quien se quedó en silencio al no saber que responder a las palabras del rubio.

El silencio se prolongó por otro rato, y estás vez las miradas estaban sobre el castaño que parecía muy indiferente a lo que estaba pasando.

-¿Quien eres?- hablo lord Gunthor al otro lado de la mesa.

El joven volvió su mirada hacia el hombre, dándole una corta sonrisa -¿No me recuerda, lord Gunthor?- el rostro del hombre mostraba confusión.

-¿Cómo lo sabría? Jamás lo había visto- contesto el.

El castaño dio un paso al frente, dejado que sus manos estuvieran sobre la mesa. Las miradas de todos aún seguían sobre el, aunque algunos estaban confundidos por su presencia, otro se mantenían más alerta.

El joven apartó la mirada de lord Gunthor, volviendola hacia lord corlys quien estaba de pie frente a el al otro extremo de la mesa.

Cuando sus miradas conectaron, el moreno sintiendo algo extraño. Sus ojos, aquellos ojos cafés claro, le recordaban a alguien, pero eso era imposible... ¿O no?.

El joven entonces hablo: -Crei que después de tanto tiempo al menos mi propia familia logrará reconocerme... Lograran recordá a su Luke-

Los ojos del moreno de abrieron como dos enormes platos, y su boca de abrió unos centímetros.

Rhaenyra quien había permanecido a su lado, unos paso detrás, giro su cabeza para encontrarse con la mirada de el ya sobre ella.

-¿Lucerys...?- murmuro. El castaño asintió con una gran sonrisa en su rostro.

-Si, madre- contesto con calma.

-Eso es... Imposible- hablo corlys al otro extremo de la mesa -Tu no puedes ser mi nieto el...-

-Murio- completo el -Eso es lo que todos creen, pero no fue así- su mirada volvió a conectar con la de su abuelo al otro extremo de la mesa. Su mirada demostraba confusión, incredulidad.

-No... Es impo...-

El golpe del cuerpo pálido de la reina cayendo al suelo atrajo la atención de todos los presentes, lucerys se apresuro a agacharse y tomar a su madre entre sus brazos.

Amor en guerra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora