¿Hermanas?

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Horas atrás

Las grandes olas golpeaba con fuerza los costados del barco, haciendo que este se tambaleara de un lado a otro. Dentro de una de las pequeñas habitaciones, la mirada confundida de ella examina desorientada el lugar donde yacía.

Sus ojos aún tratando de acostumbrarse a la oscuridad en la pequeña habitación, miraban a los lados en busca de algo conocido, y cuando su visión se acostumbro, logro verlo...

Sus ojos se abrieron de par en par al ver al castaño dormido en una cama junto a la suya, luciendo casi muerto, algo que la asustó en su momento.

Bajo de la cama, sus pies descalzos tocaron la madera humeda bajo de ellos. Sus visión aún trataban de acostumbrarse un poco a la oscuridad ahí dentro, tratando de no tropezar con algo en el espacio tan pequeño que tenía para caminar.

Aunque algo en ella le pedía que se acercara al castaño que aún yacía dormido en el lecho, los últimos recuerdos de lo que había visto en el Gaznate no la dejaban, temiendo que el en realidad no estuviera durmiendo...

Voces se escuchaban detrás de la puerta de madera frente a ella, voces que se comenzaron a alejar con el pasar de los minutos. Cuando estuvo segura de que las voces se detuvieron y no se escucharon más el rechín de los tablones de madera, tomo la manilla y la giro lentamente, temiendo que estuviera equivocada.

Sus ojos se cerraron con la luz fuera del pequeño cuarto, entrecerrados para poder ver bien.

Cuando se acostumbro a la iluminación fuera, se dió cuenta de que está en un... ¿Barco?.

Se sentía confundida, desorientada, no entendía que había pasado, y porque ahora estaba en un barco. Cuando se acercó a la orilla y pudo ver más que el mar detrás de ella, sus ojos se fijaron en el gran castillo frente a ella. Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando supo que castillo era.

-Estoy en dragonston...- Murmuro para ella misma.

Se dió la vuelta, viendo un tablón que bajaba del barco. Corrió hasta el, bajando de la misma manera sin importar el caer. Le sospredida que no hubieran personas cerca, pero se sentía aliviada de que fuera así.

La fría y húmeda arena se pegaba sobre la tela de su vestido y sus pies descalzos. Su mirada intentaba ver más allá de la niebla y oscuridad que inundaban la playa.

Sus pasos se volvieron rápidos, intentado llegar a la entrada de la fortaleza, pero parecía estar caminado sin rumbo algunos.

Llevo una de sus manos hacia su nuca, tocando el cabello que la rozaba, dándose cuenta que su larga cabellera platinada había sido cortada.

-¿Pero que...?- tomo todo su cabello, creyendo que talvez solo había tomado un pequeño mechon, pero no.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus orbes, pero ahora no era momento para sentirse triste por algo tan pequeño en una gran guerra. Levantó ligeramente la falda de su vestido y comenzó a correr por la playa.

La arena debajo de ella se levantaba con cada pisada que daba, y la neblina frente a ella comenzó a desaparecer, dejando la vista frente a ella despejada. Sus pies descalzos se detuvieron en seco, haciéndola caer casi en un tambalear.

La mirada sorprendida y amenazante de dos hombres frente a ella se clavaron como dos garras a su piel mientras se acercaban.

Ella retrocedía lentamente, pero los hombres sacaron sus espaldas, dispuesto a no dejar que diera un paso más s. Tomo aliento, intento ordenar sus pensamientos y lo que haría.

-No me hagan daño- dijo, levantado ambas manos -soy aena Targaryen, hermana de la reina. No soy una amenaza-

Los hombres compartieron miradas, con sonrisas burlonas en sus rostros.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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