Amor en guerra

Solo quiero lo mejor para ti

El mayor miraba a su hija con seriedad --Ha estado cerca de ese chico, ¿Que te puede asegurar que no tenga sentimientos por el?--

--La conozco, se que no es así-- aseguro la mujer.

--Y si una guerra se desatara, si ella si lo amara, ¿Con quién estará su lealtad?--dijo el

--Conmigo, con su familia. Ella jamás nos traicionaría, lo se--

--El amor nos vuelve tontos, alicent--

--Aena no es tonta--

Ambos se miraron, uno tenía su semblema serio y la otra tristeza en sus ojos, lo peor podía pasar y ninguno sabria que esperar de la vástago menor de la reina.

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--Escuche que padre a estado decayendo -- dijo la menor  mientras miraba a su madre.

--Tu padre estará bien, los maestres se encargan  de eso-

Ambas mujeres se miraban, aena extraña a su madre, a la mujer con la que se sentía segura y amada, esa misma que había cambiado de un día para otro. La reina amaba a su hija menor, a aquella pequeña que siempre sería suya y sabía que siempre estaría ahí para ella, pero que ahora estaba defraudando.

--¿Por qué  has cambiado conmigo, madre?--

--Siento muc ho si he estado algo diferente, mi niña --dijo mientras acariciaba una de las mejillas de su hija --el consejo y el estado de tu padre me han tenido algo estresada últimamente--

Aena miro con una ligera sonrisa y asintió --Entiendo que pueda ser algo estresante, pero extraño a aquella mujer que velaba por mi felicidad y no dejaba que se me fuera aplastada por los otros--

La Hightower miro sorprendida a su hija mientras bajaba su mano de su mejilla. Ambas mujeres se miraban en silencio por algunos segundos antes de que una volviera hablar.

--Solo busco lo mejor para ti, aena. Siempre lo he hecho--

--No, antes lo hacías, pero dejaste de hacerlo cuando empezaste a escuchar a otto--

--Aena..--

--Es que es así, madre. Siempre lo escuchas a el y nunca me dejas hablar a mi-- dijo la manor--Y ayer lo déjate más que claro--

--¿Esto es por el joven Velaryon? ¿Todos tus reproches son por el?--

--No, son por el hecho de que tú has dejado de escucharme a mi, a tu hija, y prefieres hacerlo con alguien más--

--Crei que podríamos llegar a tener una conversación tranquila, pero contigo no se puede, aena-- dijo la mayor mirando con seriedad a su vástago.

--¿Ahora me culpas a mi?-- aena miraba con indignación a su madre.

--¿A quien más, aena?--

La manor soltó una suave risa mientras miraba a su madre --He dejado de conocerte, alicent-- dijo la menor mirando con el semblante serio a la mujer frente a ella.

--Aena..-

La menor negó y se levantó del sillón --Hablemos de nuevo cuando se trate de mi y no de lo que piense Otto-- termino de decir antes de salir de la habitación.
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