Aena targaryen era hija de Alicent, su lealtad tendría que estar con su familia pero con el tiempo está cambiará a la hora de enamorarse de uno de los negros
El sol había cubierto la fortaleza roja, el día había llegado y la coronación está a solo pocas horas de suceder. Las campanas resonaban una y otra vez, los carruajes con la familia real pasaban por la calles de kings' landing.
Aena mordía sus uñas por los nervios, no había podido dormir durante la noche y la falta sueño le estaba haciendo efecto.
--Deja de morderte las uñas, aena-- dijo aemond con un tono suave, mientras miraba a su hermana.
Aena saco sus dedos de la boca y volteo la mirada hacia la ventana.
En silencio en el carruaje volvió a hacerse presente, ninguno de los tres hermanos se miraban a la cara, la tensión que se sentía entre todos desde el momento en que pusieron un pie fuera de las grandes paredes de la fortaleza era evidente. . . . .
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--Ten la decencia de fingir agradecimiento, ¿Sabes qué se ha hecho para darte este día?-- le dijo alicent mientras lo miraba --En una hora serás rey--
--Mi padre nunca quiso esto-- le respondió mientras apartaba su mirada de la ventana para voltear a verla.
--Eso no es cierto-- dijo ella
--Tuvo 20 años para nombrarme heredero y nunca lo hizo. Mantuvo el reclamo de Rhaenyra--
--El cambio de opinión--
--No-- Dijo mientras reina suavemente --No. Pudo haberlo hecho, pero no fue así, porque yo no le agradaba--
--Aun así, con su último aliento, me susurro que deberías tomar su lugar en el trono-- aegon rio suavemente ante las palabras de su madre, no fue hasta que ella abrió una pequeña caja entre ellos que el platinado dejo de reír y miro a la caja, observando una daga en su interior.
--No juegues conmigo, madre-- dijo mientras levantaba su vista y la miraba.
--Hablo con la verdad --
El platinado bajo su mirada de nuevo a la caja y tomo la daga entre sus manos, examinandola.
--Escuchame aegon. Tu abuelo, la mano, tratara de convencerte de que Rhaenyra debe ser sacrificada, debes rechazar ese consejo. No debemos reinar con brutalidad, con todas tus faltas, es tu hermana, es la hija de tu padre..--
--¿Tu me amas?-- pregunto, dejando a la Hightower en silencio confundida por su pregunta.
--Eres un imbécil-- . . .
Aena observaba a las cientas de personas que entraban a pozo dragón, el nerviosismo recorría cada centímetro del cuerpo de la targaryen. Tenía a ambos lados a cada uno de sus hermanos, era un consuelo pero también una pesadilla, no deseaba que ella y sus hermanos estuvieran en está situación. Aena podía escuchar como su hermana Helaena murmuraba, pero la platinada no lograba escuchar que era lo que decía, sus pensamientos fueron interrumpidos por una repentina voz.
