Promesa

52 5 0
                                    


Las risas inundaban en salón donde la familia real estaba reuniendo, el rey había abandonado el lugar pero eso no impidió que sus parientes aun se quedarán y siguieran disfrutando de la noche.

La familia del rey por primera vez se sentía como una misma, no había pelea entre ninguno de sus integrantes y todos parecían llevarse bien por primera vez.

Aena charlaba a gusto con sus sobrinos jacaerys y lucerys, la joven había dejado la diferencia con los castaños y volvieron a ser los mismo amigos que cuando eran niños. De vez en cuando aena nombre al Velaryon, laerys, preguntaba cosas mínimas de el, que para los castaños no fue nada extraño puesto que creían que solo quería conocerlo, y así era.

--Oh si, suele ir a dragonston y quedarse hasta por una luna-- le dijo lucerys a aena.

--Si y bueno, sabes cómo es mi madre, toma a cualquier como otro de sus hijos-- agrego jacaerys con un tono sarcástico.

Aena rio suavemente, le agradaba poder volver a hablar con ambos chicos, a decir verdad había olvidado cuánto los extrañaba.

El salón continúa entre risas y conversaciones entre los presentes hasta que la reina se levanta de su asiento--Me gustaría tener la atención de todos, por favor -- hablo la mejor. Todos los presentes dejaron lo que estaba haciendo y la voltearon a ver.

--Me agrada informarles de una nueva noticia, un compromiso --

Todos en el salón se miraron entre ellos, no sabían de quién se trataba ni quién podría ser el del compromiso. Esas palabras para aena hicieron que se le revolviera el estómago, volteo su mirada intentado busca a su hermana y la encontró ya mirándola a ella.

--Un compromiso entre dos de mis hijos-- Hablaba la mujer con una gran sonrisa, los presentes voltearon a ver a los únicos dos hijos de la reina que aún no eran desposados --Aena y aemond -- termino de decir la mujer.

Aena busco con la mirada a aemond quien ya la miraba, parecía igual de sorprendido y disgustado por el anuncio al igual que ella. La joven reina tomo asientos y las personas solo pudieron fingir una sonrisa.

--No sabía que te ibas a casar-- Murmuro jacaerys sorprendió a aena. Aena volteo su mirada encontrarse con la del castaño.

--Yo no deseo casarme..-- dijo la menor que la miraba con ojos perdidos

--Entonces no te case-- le dije en castaño mientras tomaba la mano de su amiga.

El ambiente en el lugar se volvió algo incómodo después del anuncio de la reina, los primeros en retirarse fueron lord corlys y su familia, luego fueron la princesa Rhaenyra, su esposo y más pequeños hijos, para luego seguir de las gemelas targaryen y por última la reina y su padre, la mano.

Aena se levantó de su asiento dispuesta a ser la siguiente en abandonar el lugar, pero una voz detrás de ella la detuvo.

--Aena, necesitamos hablar--

Aena se volvió para poder ver a su hermano aemond quien la miraba parado a unos pasos detrás de ella.
.
.
.
.
.
.
.

Aena se volvió para poder ver a su hermano aemond quien la miraba parado a unos pasos detrás de ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

--Yo tampoco deseo esto, eres mi hermana y para mí será lo único que podrás ser--

--Yo tampoco podría verte como algo más, eres mi hermano, mi sangre, no estamos destinado a estar juntos, aemond--

Aemond  miro a su hermana, si en algo estaban de acuerdo los dos era en qué ninguno deseaba el matrimonio. Aemond se acercó a su hermana y tomo una de sus manos.

--¿Recuerdas  cuando te dije aquella noche en Driftmark que si confiabas en mi?-- aena miro a su hermano y asintió --Quiero que lo vuelvas a hacer, ¿puedes confiar en que tú y yo no llevaremos a cabo el matrimonio que madre tanto desea y ambos podremos estar con quienes deseemos?--

La menor  le dió una leve sonrisa a su hermano y asintió --Confio en ti, aemond. Y confío en que lo que dices es verdad--

Ambos hermanos se dieron el dedo meñique como solían hacerlo cuando eran niños y uno le prometía algo al otro.

Aemond amaba a su hermana, podría dar la vida por aquella que le confía la suya, pero no la amaba lo suficiente como para contraer matrimonio y hacerla vivir una vida infeliz a su lado.

Aena ama a su hermano y a lo largo de sus años se lo demostró. La menor estaría dispuesta a caminar por el borde de una ventana con los ojos vendados si su hermano le dice que sería seguro, porque confía en el y en cuanto la ama y esta dispuesto a protegerla, pero no aceptaría casarse con el porque, por el amor que le tiene a su hermano no seria capaz de aceptar un matrimonio entre ambos porque sabe que al unirse en matrimonio no solo sería ella quien sufriera en ese matrimonio si no el también, porque ninguno ama al otro de manera romántica, solo como hermanos.

Ambos estarían dispuestos a dar la vida por el otro, pero no a pasar la vida al lado del otro en un matrimonio.
.
.
.
.
.
.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Amor en guerra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora