Un precio que pagar

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Las tensión en el pequeño salón del consejo era palpable, ningún presente ahí se miraba a la cara; el silencio reinaba entre todos.

Cuando las puertas fueron abiertas con brusquedad, las silueta del principe regente se vio entrar atraves de estas, caminado atraves del salón hasta llegar a su puesto frente a la mesa, la mirada de todo se quedaron fijas sobre el.

-Quemaste Sharp Point hasta las cenizas, Aemond ¿Que ocurre contigo?- el reproche en las palabras de la reina viuda fue notorio para todos, hasta para el joven principe.

-¿Que importa?- contesto con indiferencia mientras se giraba para mirarla - Ellos apoyaban a Rhaenyra, pagaron el precio por no apoyar a su legitimo rey-

-¿Que importa, que importa? Por los siete infiernos aemond ¿Acaso te escuchas? El rumor de lo hiciste se exprese ¿Que pensaran las personas de ti, de la corona?-

-Yo solo hice lo que fue necesario, una lección para aquellos que no apoyan a su legitimo rey- alicent se quedó de pie junto a la mesa, las palabras firmes y sin remordimiento de aemond le dejaban que en claro que no se arrepentía, que lo volvería a hacer.

-Aemond..-

-Yo estoy protegiendo a mi familia, al reclamo de mi hermano- dijo interrumpiendo las palabras de la castaña.

-Majestad, el principe tiene razón- alicent y los demás presentes volvieron su mirada a sir criston -Los traidores deben temer ante su decisión de apoyar a una falsa reina-

Los lores intercambiaban miradas entre ellos ante las palabras del guardia. Aemond asintió, aprobado sus palabras pues era el único en aquella sala que parecía estar de acuerdo con el.

Aena había estado en silencio, observado y escuchando lo que decían. Los que aemond hizo había sido una locura, quemar una cuidad entera solo para dar "una lección", lo conocí bastante bien como para saber que eso había sido solo por el enojo que el tenía, no para dar una lección.

Alicent desaprobaba las palabras del hombre junto a ella. -Esto es una locura..- susurro mientras volvía tomar asiento.

-Quitando nuestra atención de lo que sucedió en Sharp Point ¿Hay noticias acerca de Tyland y los piratas?-

-Las hay, mi principe- dijo Otto mientras se ponía de pie -Ellos habían zarpado hace unos días, pero tuvieron que devolverse por algunas complicaciones por las lluvias de dias atrás. Hoy lord Tyland envío una carta diciendo que volvieron a zarpar y que llegarían en unos días para acabar con el bloqueo de la serpiente marina-

-Bien... Necesitamos acabar con ese bloqueó cuánto antes- declaro el platinado frente a la mesa -Y podríamos enviar a un dragón cuando ellos llegue a hacerlo- su mirada se movió entre la mesa hasta dejarla sobre su hermana.

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Sus pasos hacían ecos entre las paredes de piedra a su alrededor, su mirada estaba baja y perdida entre sus pasos, mientras su mente seguía aún repitiendo lo que acababan de hablar en el consejo hace algunos minutos atrás.

Unos pasos a su espalda y una mano sobre su hombro lo hicieron detener en seco. Se volteo, observado a Baela de pie al frente de el.

-Baela..- las morena arqueo una ceja, notado como este aún parecía perdido en sus propios pensamientos.

-¿Estás bien?- pregunto un tanto preocupada.

-Si... Estoy bien- dijo intentado darle una sonrisa.

Baela asintió levemente, no le creía del todo, pero no sé veía en posición de preguntar sobre que le pasaba. -Jace, tu madre ha estado preocupada y yo también. Últimamente te ves algo cansado, como si no fueras dormido-

Amor en guerra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora