SI QUIERES PASA ADENTRO...

un pingüino

LUCAS

-Oye- la llamé.

Me iba a matar por no dejarla dormir pero quería hablar con ella aunque sea por un rato.

-hmmm- murmuró mientras se recolocaba para estar en su anterior posición.

-han dicho que el tiempo de la semana que viene va a ser malísimo.- solté sin más.

-pero,tú? y eso a qué viene?- preguntó, girándose para mirarme.

Estaba desconcertada.

-te lo digo porque te vas a Italia.- aclaré

-ah, pues mira tú que bien.
Ale, buenas noches.- se giró, de nuevo, dándome su espalda.

-a ti te da miedo el avión, naiara, era por eso. Será mejor que lleves pastillas para que no te desmayes o no  hagas como la última vez.- me reí al recordar lo que pasó.

Me miró con una mirada que no podría describir.

O estaba apunto de matarme, o estaba realmente sorprendida pero la información que le acababa de dar.

-Te acuerdas de eso?- Dijo tapándose la cara de la vergüenza.

Algo que Naiara hacía que me mataba ahí mismo de la ternura era cuando se avergonzaba y no quería enseñar su cara.

La iba a besar ahí mismo.

<<Lucas, contrólate>>

-Claro que me acuerdo. Lo mal que se lo hiciste pasar a la pobre azafata.- dije riendo, mientras recordaba lo sucedido.

FLASHBACK:

NAIARA

Lucas, Mateo y yo habíamos pensado ir de viaje unos días, meses antes de nuestro casamiento.

Lucas lo planeó todo.
Nos íbamos a México.

Estaba muy emocionada, pero a la vez cagada.

Había algo que nunca le había contado a Lucas.

Mi miedo a los aviones.

-Vamos, amor, es la ultima llamada para nuestro avión.- me avisó Lucas, tras coger a Mateo de mis brazos.

-Luki, hay algo que no te he dicho.- Le paré.
Lucas me miraba atentamente mientras, miraba la hora en el reloj que tenía detrás mía.

-que pasa, Nai? Nos tenemos que ir- señaló el reloj que tenía detrás.

-Lucas me da miedo subir en avión.- solté. Dude un momento, porque lucas me miraba sorprendido. Pensé, que no me había escuchado por lo rápido y bajito que lo había dicho hasta que soltó una carcajada.

-Nai, no te preocupes.- rió -Es normal, pero ya verás que en cuanto despegue todo irá bien.- me cogió de la mano y me llevó en dirección a la puerta del embarque.

Le apreté la mano tanto que creí haberle cortado la circulación, pero no sé quejó.

Mientras avanzábamos, miraba el cielo pidiéndole a dios que por favor no me matará en este día de hoy.

-Buen viaje!- pude escuchar que nos decía la azafata al entrar en el avión.

Oh dios.

<<Cómo habíamos llegado ahí?>> me pregunté al ver que ya estábamos en nuestros asientos.

-Estás bien amor?- preguntó Lucas al verme mirando la ventana.

-ehmm si, si.- dije intentando sonar lo más despreocupada posible.