SI QUIERES PASA ADENTRO...

El café

Lucas permaneció callado.

-Quiero decir, si quieres esperar aquí hasta que venga Álex.- Dijo Naiara tratando de excusarse.

-Ehm...claro.- Dijo Lucas no muy convencido.

Naiara se apoyo en el marcó de la puerta esperando que el castaño entrará.

-Bueno...- Dijo Naiara cerrando la puerta.

-No está Paul? Digo, ya no vive contigo?- Pregunto Lucas sabiendo perfectamente la respuesta pero intentaba sacar tema de conversación para no estar en un ambiente incómodo.

-Si, si, sigue viviendo conmigo. Sólo que no está ahora mismo, se ha ido a Málaga a grabar la nueva canción.- Informó Naiara.

-Ah... bien.- Lucas quería preguntar más sobre su vida pero sabía que si lo hacía la morena se iba a enfadar.

-Bueno...yo le cambio el pañal a Mateo y ahora vuelvo.- Informo Naiara mientras cogía a Mateo de su mecedora. Lucas permaneció quieto, mirando los pequeños pasos que daba la aragonesa.

-Vamos, mi amor.- Hablaba Naiara con Mateo. Lucas volvió a sentir dolor en el pecho.
Sólo pensaba en lo mal que había hecho en acceder a entrar a la casa.

Lucas se quedó en la sala de estar esperando. Como Naiara tardaba decidió acercarse un poco a la habitación de la aragonesa.
Ahí vio cómo Naiara jugaba con el pequeño niño mientras le cambiaba el pañal.
Lucas permaneció callado mirando la escena con una mezcla de tristeza y ternura.

-Lucas.- Dijo la morena al darse cuenta que el castaño estaba en la puerta mirándoles.
Naiara rápidamente notó algo raro en el uruguayo, estaba llorando.

-¿Qué te pasa?- Preguntó Naiara dejando a Mateo con sus juguetes para acercarse a éste.

-Ehm nada, nada.- Contesto Lucas mientras se secaba las lágrimas.

-Lucas, dime qué te pasa. No estás bien.- Dijo Naiara acercándose a este.

-Me duele, Nai, me duele que tengas un hijo y que no sea mío, me duele que estés bien sin mí, me duele que hayas estado con alguien después de mi, me duele estar sin tí. Me duele saber que me has olvidado tan rápido- Soltó Lucas.
Naiara se quedó callada, no asimilaba lo que estaba ocurriendo.

-En serio, Lucas? En serio me lo dices?
No sabes nada, créeme.
Soy yo la que te tendría que decir esto, yo no te he hecho nada. Y eso de que te he olvidado tan rápido es mentira.
Estuve llamándote durante meses para saber cómo estabas, estuve preguntando por ti a todos tus amigos.
Te estuve esperando durante meses, Lucas, y que vengas a decirme esto no me parece justo.
Yo soy la que tendría que decirlo. Solo dime, quién se fue a Uruguay sin dar explicaciones? Quién decidió no responder a ninguna llamada?
Sabes? no te tendría que dar explicaciones, fuiste tú el que te esfumaste de mi vida porque quisiste.
Además, Mateo... no, sabes que, no lo mereces saber.- Contesto Naiara con los ojos llorosos.

-Que dices? Nunca recibí ninguna llamada tuya, Naiara.- Dijo Lucas.

-Si, venga ya, y yo soy aquí Whitney.
Lucas te llame durante meses, nunca me contestabas, la única vez que me contestaste no fuiste ni tú, fue tu novia.- Dijo Naiara tratando de calmarse ya que estaba Mateo presenciando todo.

-Nai, te juro que no sabía de tus llamadas.
Yo espere y espere tus llamadas, y nunca recibí nunca.
Ángela me lo hubiera dicho...- Decía Lucas intentando acordarse de esos meses.

-Muy bien, Lucas, soy yo la mentirosa, me parece genial. Si no me crees, ya sabes dónde está la puerta.- Dijo Naiara cerrando la puerta en su cara.
A Lucas no le dio tiempo ni de asimilar lo que estaba pasando. Se quedó quieto.