Max Verstappen era conocido en el mundo de las carreras de Fórmula 1 como uno de los pilotos más intrépidos y talentosos. Sin embargo, había algo en su historia personal que pocas personas conocían. Después de una serie de eventos traumáticos en su infancia, Max había desarrollado un trastorno de identidad disociativo (TID), lo que le llevó a tener varias personalidades distintas dentro de sí mismo.
La vida de Max estaba llena de desafíos. Aunque era un corredor exitoso para Mercedes, las carreras le traían recuerdos dolorosos. Su vida personal era un enredo complicado, especialmente cuando se trataba de su relación con Toto Wolff, el director del equipo Mercedes. Toto no solo era su jefe, sino también su pareja. Sabía todo sobre el trastorno de Max y se esforzaba por mantener una relación saludable y respetuosa con cada una de sus personalidades.
Un día, después de una jornada extenuante en el circuito, Max regresó a su apartamento en Mónaco. La pista de carreras había sido dura y su mente estaba enredada en pensamientos confusos. A medida que cruzaba la puerta, se encontró con una situación que sabía que se estaba gestando: su personalidad más hostil, Erik, estaba al borde de un estallido.
"¡Toto ya está aquí, y no estoy de humor para verlo!", rugió Erik, con una voz que resonaba en la mente de Max.
"Lo sé, Erik, pero tenemos que enfrentarlo", respondió Max, tratando de mantener la calma. Sabía que tratar con Erik no era sencillo, especialmente porque su agresividad a menudo causaba tensiones en su relación con Toto.
Mientras se dirigía hacia la sala de estar, encontró a Toto esperando pacientemente en el sofá, con una expresión de comprensión en su rostro. Toto sabía que no era fácil para Max, y estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío que viniera con ello.
"Hola, Max. ¿Cómo te fue hoy?" preguntó Toto, con un tono suave y preocupante.
Max se sentó en la silla opuesta y, con una expresión tensa, intentó tomar control de la situación. "Fue un día difícil. Hay un montón de cosas que tengo que procesar."
Toto asintió, comprendiendo. "¿Te gustaría hablar de ello? Estoy aquí para escucharte, sea cual sea el problema."
"No es solo eso. Es... Erik está siendo especialmente difícil hoy", dijo Max, mirando hacia abajo. Sabía que Toto comprendía el desafío que Erik representaba, pero eso no hacía que fuera más fácil.
"Lo sé, Max. Y estoy aquí para ayudarte con eso también. ¿Qué te parece si tratamos de hablar con Erik juntos? Quizás podamos encontrar una manera de calmarlo antes de que se agrave más la situación."
Max asintió. Sabía que tenía que dejar a Erik salir para que Toto pudiera intentar calmarlo. Con un esfuerzo, permitió que Erik tomara el control de su cuerpo.
Erik apareció con una postura desafiante. "¿Qué quieres, Toto?"
Toto se mantuvo tranquilo y sereno. "Erik, sé que estás frustrado, pero me gustaría entender qué es lo que te preocupa. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte a sentirte mejor?"
Erik lo miró con desconfianza. "No sé si entiendes lo que estamos pasando. No es solo el trabajo. Es todo. A veces siento que no puedo respirar."
Toto se acercó un poco, manteniendo la calma. "Entiendo que es difícil. Pero quiero que sepas que estoy aquí para todos ustedes, no solo para Max. No estoy aquí para presionar ni para forzar nada. Solo quiero ayudar."
Las palabras de Toto parecieron resonar en Erik, aunque su desconfianza no desapareció por completo. "Quizás... solo quizás, no estés tan mal después de todo. Pero eso no significa que esté contento."
Toto asintió. "No espero que lo estés. Solo quiero que sepas que puedes hablar conmigo en cualquier momento. Si necesitas espacio o tienes algo específico en mente, lo respeto."
Con el tiempo, Erik se calmó un poco, y Max volvió a tomar el control. Aunque el conflicto no se resolvía de inmediato, Toto había dado un paso importante al mostrar que estaba dispuesto a enfrentar los problemas de frente y a apoyar a Max y a sus otras personalidades.
Después de que Erik se calmó, Max se sintió aliviado pero agotado. Miró a Toto con gratitud. "Gracias por estar aquí. No sé qué haría sin ti."
Toto sonrió, abrazando a Max suavemente. "Siempre estaré aquí, sin importar lo difícil que sea. Vamos a superar esto juntos, cada paso del camino."
El compromiso de Toto para enfrentar los desafíos que traía el trastorno de Max era inquebrantable, y aunque no todas las personalidades de Max aceptaban a Toto de inmediato, la paciencia y el amor que Toto demostraba ayudaban a mantener un equilibrio en la vida de Max. En el caótico mundo de las carreras y las complejidades emocionales, la relación entre Max y Toto seguía siendo una luz de esperanza y comprensión.
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A year in Mercedes WOLFFTAPPEN
FanfictionPequeños one shots sin seguimiento (algunos) de este ship todo esquizofrénico