El 12 de enero de aquel año, el aire en la casa de Max y Toto estaba cargado de emoción. Era el cumpleaños número 53 de Toto, y Max , su pareja desde hace una década, se encontraba en una encrucijada. Había pasado semanas buscando el regalo perfecto, pero nada parecía estar a la altura de lo que Toto realmente merecía. Finalmente, Max encontró algo que pensó que podría ser un acierto: un llavero de colección de Gucci, un accesorio costoso y elegante que parecía el regalo ideal para alguien con el gusto refinado de Toto.
Max se gastó casi todo el dinero que tenía guardado para la ocasión. Aunque no era un gasto significativo para un piloto millonario como él, 15 mil dólares aún era una suma considerable. La idea de regalar un objeto tan costoso lo hizo sentir satisfecho y, al mismo tiempo, ansioso por la reacción de Toto.
El día de la fiesta llegó y la casa estaba llena de familiares, amigos y empleados, todos con regalos extravagantes en mano. La casa estaba decorada con elegancia, pero lo que realmente captaba la atención eran los paquetes grandes y ostentosos que la gente traía. Max no pudo evitar sentirse un poco desalentado. Su llavero, aunque costoso, era pequeño y no se destacaba en medio de tanto despliegue.
Las cosas se complicaron aún más cuando Lewis Hamilton llegó a la fiesta. Lewis, con su estilo siempre grandioso, no solo trajo un regalo, sino dos. Al ingresar, se le veía acompañado de una cachorra de leona y un pastor alemán, dos animales que Toto había mencionado en múltiples ocasiones como sus mascotas soñadas. La sorpresa y la alegría de Toto al ver a los animales fueron inmediatas y abrumadoras. Max, sintiendo que su regalo palidecía en comparación con el esplendor de los nuevos amigos peludos, sintió una ola de inseguridad.
Desesperado y abrumado, Max tomó el llavero, lo tiró al suelo y se dirigió rápidamente a su habitación, sintiéndose incapaz de enfrentar la situación. Toto, al notar el gesto de Max, se inclinó para recoger el llavero y lo observó con tristeza. Luego, miró a Lewis y a los demás con una sonrisa agradecida antes de excusarse y subir al cuarto.
Cuando Toto entró en la habitación, encontró a Max sentado en la cama, con las lágrimas cayendo por sus mejillas. El joven piloto estaba en medio de un ataque de insuficiencia emocional, algo que Toto conocía bien, pero que nunca pensó que él sería la causa. Se acercó a Max, con el corazón roto por ver a su pareja tan angustiado.
"Max, ¿qué pasa?" preguntó Toto con una voz suave, tratando de calmarlo.
Max, entre sollozos, comenzó a explicar. "Siento que fallé. Todos trajeron regalos tan grandes y llamativos. Mi llavero... es tan pequeño en comparación."
Toto escuchó en silencio, entendiendo la inseguridad que Max estaba sintiendo. Luego, con delicadeza, tomó el llavero y le dijo: "Este regalo significa mucho para mí. Es un símbolo de tu amor y dedicación. No se trata de cuán grande o pequeño es el regalo, sino del sentimiento que lleva consigo."
Con lágrimas en los ojos, Toto tomó a Max en un abrazo reconfortante. Max sintió cómo su angustia se desvanecía poco a poco con el calor del abrazo de Toto. El piloto se relajó en los brazos de su pareja, y el amor y el consuelo que sentía era todo lo que necesitaba.
Finalmente, ambos regresaron a la fiesta, donde Toto se acercó a las nuevas mascotas con una sonrisa radiante. Max, ahora más tranquilo, se unió a él, acariciando a los animales con ternura. La noche continuó llena de risas y alegría, y Max se sintió feliz de ver a Toto tan emocionado.
Al día siguiente, mientras Max revisaba sus mensajes en WhatsApp y luego se sumergía en Instagram, encontró algo que lo hizo sonreír de oreja a oreja. Toto había creado un nuevo perfil en Instagram y había publicado una foto del llavero, junto con un emotivo pie de foto que decía: "Gracias al mejor novio del mundo...te amo Meine Liebe"
Max abrazó su teléfono, sintiendo una ola de felicidad y gratitud. El regalo no era solo un llavero costoso; era un símbolo del amor y la dedicación que compartían. Y en ese momento, Max supo que, aunque los regalos pueden ser grandes o pequeños, lo más importante era el amor que se ponía en ellos.
ESTÁS LEYENDO
A year in Mercedes WOLFFTAPPEN
Fiksi PenggemarPequeños one shots sin seguimiento (algunos) de este ship todo esquizofrénico