Max Verstappen miraba el podio de Silverstone desde el borde de la pista, el sudor se le pegaba al casco y las lágrimas de alegría mezclaban con la lluvia ligera.
Era su primera victoria con Mercedes, un logro significativo después de su audaz cambio de equipo, pero el verdadero desafío apenas comenzaba. Su mente estaba ocupada con más que solo la emoción de la victoria: tenía que enfrentarse a la tormenta que se avecinaba.
La victoria en Silverstone había sido espectacular. La pista estaba mojada, el grip era incierto, y Max había demostrado una habilidad sobrenatural al manejar.
Pero lo que más se había notado en el video del podio no fue solo el destello de la bandera a cuadros, sino el fugaz momento en que él y Toto Wolff, el director de Mercedes, se habían besado rápidamente al borde del circuito. Fue un acto espontáneo y completamente humano, pero en un deporte tan expuesto como la Fórmula 1, no podía quedarse oculto por mucho tiempo.
Eran cinco carreras después, y la noticia se había esparcido como un reguero de pólvora. Los medios de comunicación estaban enloquecidos, con titulares que abarcaban desde "La Revelación Secreta" hasta "El Romance de la Fórmula 1". La intriga había rodeado a Max y Toto, creando un torbellino de especulaciones, pero ahora era el momento de abordar el asunto de frente.
En el paddock del Gran Premio de Italia, Max estaba en la sala de prensa, esperando con una mezcla de nerviosismo y resolución.
Los flashes de las cámaras parpadeaban y el murmullo de las preguntas llenaba el aire. Toto, que estaba a su lado, le dio una palmada en la espalda.
-¿Estás listo para esto? -preguntó Toto, con una mirada de apoyo pero también de preocupación.
-Lo estoy. -Max respiró hondo y asintió-. Creo que ya no podemos ocultarlo más.
Un periodista levantó la mano. -Max, ¿puedes confirmarnos si hay algo más detrás de tu relación con Toto Wolff?
Max miró al periodista con una mezcla de cansancio y determinación. -Sí, puedo confirmarlo. -Se aclaró la garganta-. Toto y yo hemos estado juntos desde que empecé en Red Bull. Nuestra relación ha sido personal y privada hasta ahora. Nos hemos mantenido juntos en silencio por una serie de razones, principalmente para proteger nuestra vida privada.
El murmullo en la sala aumentó. Los periodistas empezaron a hacer preguntas simultáneamente, pero Max levantó la mano para pedir calma.
-Por favor, déjenme terminar -dijo con firmeza-. Este no ha sido un secreto fácil de mantener. Cuando me cambié a Mercedes, sabíamos que esto podría salir a la luz. No queríamos que nuestra relación influenciara mi carrera ni que se convirtiera en un tema de especulación. Pero después de todo lo que ha pasado, sentimos que era el momento de ser honestos.
Toto se acercó al micrófono. -Nuestro vínculo ha sido siempre basado en el respeto mutuo y el apoyo. Lo que Max ha dicho es verdad, y no tenemos nada que ocultar. Hemos decidido enfrentar esto juntos y continuar con nuestra relación de manera abierta.
Una periodista de un medio deportivo de renombre levantó la mano. -¿Cómo afecta esto a la dinámica en el equipo? ¿Hay algún conflicto de interés?
Max se giró hacia Toto antes de responder. -No. Nuestro trabajo en el equipo siempre ha sido profesional. Esto no cambia nuestra forma de colaborar ni nuestra dedicación hacia Mercedes. Todo lo que hacemos está basado en el respeto y en el deseo de ganar, sin que nuestra relación personal interfiera.
Un periodista curioso preguntó. -¿Cómo comenzó todo? ¿Cuál fue el primer momento en que se dieron cuenta de que había algo más que una relación profesional?
Max miró a Toto con una sonrisa. -Fue en los primeros días en Red Bull. Empezó como una amistad muy cercana, y con el tiempo, nos dimos cuenta de que nuestros sentimientos iban más allá de lo profesional. Fue un proceso natural, y decidimos ver a dónde nos llevaría.
Toto asintió. -Nunca fue algo planeado. Simplemente sucedió. Lo importante es que hemos sido felices juntos y hemos apoyado a Max en cada paso de su carrera.
Otro periodista se inclinó hacia adelante. -¿Cómo ha reaccionado el equipo Mercedes a esta noticia?
Max respondió. -El equipo ha sido increíblemente comprensivo. Ellos entienden que nuestra relación no afecta nuestro trabajo, y han estado al lado de nosotros. Nos hemos sentido apoyados en todo momento.
La rueda de prensa continuó con más preguntas, pero Max y Toto se sintieron aliviados al ver que la mayoría de los periodistas estaban interesados en la profesionalidad de su relación y en cómo seguían adelante.
La presión de mantener el secreto había sido una carga pesada, y ahora, con la verdad expuesta, se sintieron liberados.
Al finalizar la rueda de prensa, Max y Toto se dirigieron a su coche, una mezcla de cansancio y alivio en sus rostros.
-¿Cómo te sientes ahora? -preguntó Toto mientras caminaban.
-Un poco abrumado, pero aliviado -respondió Max-. Ya no tenemos que escondernos. Podemos ser nosotros mismos.
Toto sonrió y tomó la mano de Max. -Así es. Y lo más importante es que seguimos juntos, en todas las facetas de nuestra vida.
Max asintió y se detuvo para mirar a Toto. -Gracias por estar siempre a mi lado. No sé qué habría hecho sin tu apoyo.
Toto le devolvió la sonrisa. -Lo mismo digo. Ahora vamos a disfrutar de esto y a seguir adelante. La vida continúa, y nosotros la viviremos al máximo.
Con esa promesa, Max y Toto se dirigieron al garaje, listos para enfrentar el futuro con la misma pasión y dedicación que habían puesto en su relación y en su carrera. La Fórmula 1 seguía su curso, y ellos estaban listos para enfrentarlo, juntos.
Miren que guapo mi futuro Mercedes boy ...digo ...A lo que venía verdad?
Necesito que me den sus ideas las cuales quieren que escriba o de plano ya terminó este libro, por qué mi cerebrito de esquizo ya no da más
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A year in Mercedes WOLFFTAPPEN
Hayran KurguPequeños one shots sin seguimiento (algunos) de este ship todo esquizofrénico