Capitulo 52. Feliz cumpleaños, amor de mi vida.

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Grecia

Siento unos brazos cogerme, me dejo llevar porque el sueño me puede, noto la familiaridad pero no es Pedri, me remuevo descubriendo si estoy soñando o no, a la vez siento como se mueven conmigo y caminan.

Abro los ojos un poco, aún medio dormida, y escucho una voz muy conocida, llena de cariño.

—Grecia, despierta un poco —dijo Gavi, con un tono suave y afectuoso.

Reconocí su voz de inmediato. Gavi, estaba allí, cargándome con una mezcla de paciencia y diversión. Sus palabras me sacaron de mi letargo, y a pesar del sueño que todavía me envolvía, me di cuenta de que me había llevado fuera de la habitación.

—Gavi, ¿qué estás haciendo? —murmuré, tratando de abrir los ojos completamente.

—Shh, es una sorpresa para el cumpleaños de Pedri —me respondió en voz baja, con una sonrisa en el rostro—. Vamos a hacerle una sorpresa antes de que despierte, venga baja de mis brazos, que la idea era sacarte sin despertarlo a él.

—Habérmelo dicho —dije agarrándome a él y tocando el suelo con mis pies descalzos acostumbrándome a la nueva posición— ayer por ejemplo.

—Si estuvisteis todo el día follando.

Lo mire graciosa y frote mis ojos.

—¿Y tenias que sacarme así?

—Si es que él no te soltaba.

—Pero me has sacado sin pantalones.

—Pues no lo sabía, el pijama te tapa más allá, ademas que no lo he hecho con mala intención, coge unos de Fer o míos de mi habitación y baja sin hacer ruido, te espero abajo.

Asentí, entendiendo que Gavi solo quería que Pedri tuviera una sorpresa especial. Me dirigí hacia las habitaciones cercanas para encontrar algo adecuado que ponerme dándome cuenta de que todo el mundo estaba abajo.

Una vez que me puse un par de pantalones cómodos que encontré en la habitación de Fer, bajé las escaleras con cuidado para no hacer ruido. Al llegar a la planta baja, el bullicio se hizo evidente. Todo el mundo estaba en movimiento, ajustando decoraciones y preparando la mesa para la celebración sorpresa.

—¿Y que hago yo? —pregunte acudiendo a Gavi—

—Tu eres la carnada.

—Vale, entonces —dije, preparándome para el papel que me tocaba—. ¿Dónde me coloco?

Gavi me indicó un lugar cerca de la entrada.

—Te tienes que caer ahí.

—¿Como caer?

—Si, tienes que gritar que te has hecho daño y conociéndolo bajará enseguida.

—No soy actriz Gaviota.

—Bueno Atenas pues hoy te toca serlo, estamos todos aquí para darle la sorpresa, espabila dormilona.

Suspiré, entendiendo que era parte del plan y que mi actuación ayudaría a hacer de la sorpresa algo memorable.

El salón está decorado con un aire festivo y acogedor, a pesar de ser por la mañana.

En las paredes, cuelgan guirnaldas de colores vivos y globos que se mecen suavemente con la brisa de la mañana. Un gran cartel que dice "¡Feliz Cumpleaños Pedri!" está colocado sobre la mesa principal, decorado con confeti y estrellas doradas.

Nankurunaisa - Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora