Nankurunaisa - Pedri González

Capitulo 45. Conozco tu cuerpito.

Para un próximo capítulo:
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Esto lo hago porque necesito que Nankurunaisa crezca y tenga apoyo, tardo mucho en escribir los capítulos.

Pd: si ha llegado a los votos y no he publicado es porque no tengo el capítulo terminado pero siempre me esfuerzo para tenerlo al día!

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Debo avisar que el informe que se verá de Naila es totalmente inventado, no soy profesional, solo he puesto lo esencial y aún así me ha quedado largo. Es mi historia y esto es wattpad así que he puesto algo que en un libro en físico para nada saldría pero como puedo ponerlo y escribirlo, lo hago. Así da más morbo y tensión a la historia. 💁🏻‍♀️
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Grecia

Salgo de clase directa sabiendo que Pedri estará esperándome con el maldito mini cooper verde, le tengo un amor odio a este coche. El día ha ido fatal, de mal en peor y yo solo quiero estar en el coche ya para ver a mi hermana.

Camino rápido antes de que la gente se fije mucho en el coche y abro la puerta entrando.

—¿Como ha ido? —dice mirando mi cara de pocos amigos—

—Mal, fatal.

Me pongo el cinturón y dejo el bolso de clases a mis piernas, lo miro a la cara y le doy un beso leve en los labios.

—Si ya se nota, me gusta comerme tus labios no tus morros de enfadada —me dice arrancando el coche—

—La gente cuchichea de mi por estar contigo.

—¿En serio? —asiento— Coge tu bocadillo que está ahí atrás, te he traído un agua.

—Por fin, me muero de hambre.

—Te dejo que te lo comas aquí pero luego limpia las migas.

—¿En serio? ¿Me dejas comer en tu coche?

—No hagas que me arrepienta.

Abro el bocadillo y comienzo a engullirlo mientras oigo la música que llevaba el de fondo bajita, Pedri me mira sonriente por él hambre que tengo.

—Está riquísimo.

—Tu si que estás rica —sonrío—

—Es que me encanta el pan que compras.

—Me alegro que te guste. Dime, ¿que cuchicheaban?

—No sé, pero no es agradable sentir miradas y saber que están hablando de mi, a saber que decían.

—Ay mi vida, yo intenté retrasar lo máximo posible que supieran de ti pero ya no he podido más.

—No pasa nada, aprenderé.

—Tu pasa de esas cosas y rodéate de tus amigas. ¿Les has contado lo de Naila?

—Si, pero porque llevaban todo el día insistiendo en si me pasaba algo o si había discutido contigo porque me han visto mal, así que a la hora del patio he explotado.

—Joder...¿Y que han dicho?

—Brenda irá a verla hoy, esté como esté.

—Es tu mejor amiga, parece que quiere mucho a Naila.

—Claro, cuando yo estaba enferma ella la cuidaba, si Naila ahora es un bichejo imagínatela con trece o catorce —dije masticando el bocadillo—

—Pues un terremoto.