Capitulo 15. A no ser que sea yo.

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Grecia

Odiaba las heridas y sus jodidas marcas, era ir por la calle y que la gente se parara a mirarte y juzgara sin saber realmente lo que había pasado. Lo de Pedri fue un accidente y si ya se sentía culpable por cuando chocaron nuestro coche ahora se sentía el doble de culpable por dejar apoyar su peso en mi, pero es que era eso o se caía y hacía daño, supe que salimos los dos dañados pero él aguantó su dolor de pierna por ayudarme a mi mientras me desangraba.

Estuve con él hasta que me dormí y no dejo de abrazarme hasta que supe seguro que mi padre venía a recogerme, para ser sincera no me quería ir de sus brazos pero era lo mejor para que él consiguiera descansar, gracias a eso entendí su decisión de no verme hasta que estuviéramos más recuperados, los dos necesitábamos calma, pero sé que él no lo estaba pasando nada bien y su actitud era toda derivada del accidente, no lo juzgaba y no tenía nada que perdonarle, al día siguiente fui al médico ya que tenía cita para que me curasen los cortes y me dijeron que había sido normal, que tarde o temprano la piel se me iba a estirar y que la sangre asustaba para lo que de verdad era, ahora tres dias después sin ver a Pedri las heridas comenzaban a curar haciéndose una costra por segunda vez y me dirigía a la terraza de un bar a estar de tapeo mañanero con Brenda y Alex, era viernes y la semana que viene ya volvía a clases, decidí mandarle un mensaje al canario para ver cómo estaba, aunque estos días nos habíamos hablado mucho por Whatsapp.

Yo: canario como estás, mejor de la pierna o que?

Pedri: yo estoy muy bien vida, y tú?

Yo: bien, solo me quedan las heridas ya lo sabes

Pedri: lo sé, pero también sé que te escuece y duele mucho, que harás hoy?

Yo: ahora he quedado con Brenda y Alex a tomar algo, a ver si pronto te puedo ver

Pedri: seguro que si Grechy

Pedri: te dejo que Gavi me está liando para salir a despejarme

Yo: hazle caso

En cuanto deje el móvil mire al frente y pude distinguir a Brenda y Alex que acababan de llegar, caminé hasta llegar hacia ellos quienes ya me habían visto a lo lejos.

—Que raro que llegues puntual —dice Brenda—

—Oye, aprovecha que esto no pasa siempre —digo sentándome—

—Nos vamos a pedir cervecitas, ¿tú una fanta no? —dice Alex—

Tócate los huevos.

—Pues no me queda otra.

—Pues voy a pedir y unas bravas —dice levantándose—

—¿Como estás? —me pregunta Brenda aprovechando el momento—

—Bien tia, de verdad.

—Te van a tapar los ojos —me dice y no entiendo—

—¿Qué? —justo en ese momento unas manos tapan mis ojos y vuelvo a oír a Brenda hablar—

—Adivina quien es —dice mi amiga y muevo mis manos hasta las de la persona recorriéndolas y podría jurar que son las del canario—

—Si digo que es Pedri y luego no es...¿voy a quedar muy mal verdad? —digo cortada—

—Joder morena, ¿hasta mis manos reconoces? —sus manos desaparecen de mi cara y elevo mi cabeza con una sonrisa para mirarle, a su lado esta Gavi quien lleva unas gafas de sol y se sienta al lado de Brenda—

Todo lo que necesitaba.

—¡Mentiroso, ibas a salir a despejarte decías!

—Y eso hago —dice sentándose en la silla de al lado, puedo observar muy poco su cara ya que lleva una capucha, Alex vuelve y se sienta a mi otro lado—

Nankurunaisa - Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora