Capitulo 27.1. Voy con dos, Grecia.

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Pedri

La neumonía no existía, había desaparecido y yo no podía estar más contento, podríamos hacer cualquier tipo de plan sin tener que estar tan preocupados, podría venir a Tegueste y mi deseo se había cumplido.

Flashback

—Mira el cielo estrellado, y la luna está llena.

—No está pasando ninguna estrella fugaz pero podemos pedir un deseo, quien sabe.

—¿Si? ¿Pedimos uno? —se le iluminan los ojos—

—Pero no lo digas en voz alta eh.

—Venga a la de tres.

—Uno, dos y tres —decimos al unísono—

Que Grecia se cure de la neumonía y yo pueda verlo.

Miro al cielo pidiendo mi deseo y luego volteo a ver a la morena quien cierra los ojos al pedir el suyo, cuando termina los abre y gira su cara a la mía sonriéndome para preguntarme.

—¿Que pediste? —me pregunta curiosa— ¿Con que tiene que ver?

—Eso no se puede contar Grecia.

—Jo, si luego no se cumple ni un solo deseo.

Me levanto mi columpio para dirigirme al de ella bajo su mirada y me posiciono tras suya dejando mis manos en sus hombros para luego agachar mi cabeza y susurrar en su oído.

—Si lo que he pedido se cumple algún día te prometo llevarte y recorrer cada uno de los miradores de Canarias.

Fin flashback

Pues si, se había cumplido mi deseo y no se me quitaba de la cabeza cuando Grecia me dijo: "jo, si luego no se cumple ni un solo deseo"; pues esta vez si.

Así que ahora me tocaba llevármela a Canarias y a algunos miradores en algún momento de nuestras vidas. ¿Lo haría? Claro que si, pero primero acudiríamos a Tegueste, disfrutaríamos de planes más sencillos y luego iríamos a por mi promesa a lo grande.

—Ahora va a venir Grecia —dije a Alma quien estaba en el sofá viendo una serie—

—Ay vale —dijo sonriendo—

Acudí a la cocina porque Grecia venía a desayunar, estábamos tan bien ahora mismo que solo teníamos ganas de vernos constantemente y se había aguantado las ganas de desayunar cuando le di los buenos días y le dije que se viniera para hacerlo juntos.

—Pedri —dijo Fer entrando a la cocina—

—Hola.

—No se como decírtelo sin que suene mal porque también es mi amiga pero...¿se podía cortar un poco no? —alce las cejas sin entenderle—

—¿Hablas de Alma? —asintió— ¿Que ha hecho?

—Se pasea en tanga todo el día por la casa como si fuera suya, ni Grecia hace esas tonterías.

Trague saliva y me asome discretamente al salón, entonces vi a Alma con el móvil y una camiseta larga solo, es decir, que si, estaba en tanga.

Nankurunaisa - Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora