Capitulo 43. Los besos no se piden.

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Esto lo hago porque necesito que Nankurunaisa crezca y tenga apoyo, tardo mucho en escribir los capítulos.

Pd: si ha llegado a los votos y no he publicado es porque no tengo el capítulo terminado pero siempre me esfuerzo para tenerlo al día!

Grecia

Llevo un rato oyendo el murmullo de Pedri hablando con alguien por teléfono, me remuevo en la cama por la luz del día y me doy cuenta de que no está a mi lado. Abro los ojos perezosa buscándolo y lo encuentro a los pies de la cama en el bordillo sentado.

—No te preocupes entiendo que te cueste, yo voy a estar ahí solo es un mal trago, te lo juro que no me molesta que me llames, que si que yo también te quiero aunque no te lo diga muy a menudo, sigue dormida, no se entera...

Me incorporo cuando mi cabeza empieza a crear una película y niego queriendo pensar bien de él.

—Gavi tío solo te pido que dejes de llorar, que en nada estás de vuelta.

Suelto todo el aire retenido hasta ahora y veo a Pedri girarse hacia a mi, me sonríe y pone el dedo índice en sus labios para que no hable.

—Vale, date una ducha y que te cure Aurora, esta tarde nos vemos, venga adiós y espabílate un poco, si, adiós.

Pedri cuelga y viene hacia mi, pestañeo permitiéndome mirarlo mejor y deja un suave beso en mis labios.

—Era Gavi, no quería que hablaras porque estaba llorando y ha dicho que no quería que tú lo supieras.

—¿Y porque no?

—Porque intenta hacerse el duro pero por dentro está hecho una mierda.

—¿Y te ha dicho que te quiere? —dije alzando una ceja—

—Si, ¿por?

—Porque Gavi es cero cariñoso.

—Está de bajona Grecia, creo que hay que entender que Gavi lo da todo por el equipo y que tenga ahora que estar quieto, que no salga de casa para que no le vean la cara y que se relaje...Es una putada.

—Si lo sé, es como pedirme a mí que me esté quieta.

—Exactamente mi vida. Tengo un plan para hoy y es ir al mirador, he visto que va mucha gente, no me quiero ir de aquí sin llevarte.

—Me parece perfecto.

—Pues ves arreglándote y desayuna que tienes ahí varias cosas que han traído, yo ahora vuelvo.

—¿Donde vas?

—La chica de recepción me ha dicho que si podía bajar a hacerme una foto con su jefa. ¿Como le digo que no? —sonrío por la cara de Pedri—

—Vale baja.

—Grecia una cosa.

—Dime.

—¿Tu me quieres?

—Sabes que si.

—Genial si tardo más de veinte minutos llama a la policía que seguro que me han secuestrado.

—No seas exagerado, son fans.

—Yo se lo que digo, suficiente he visto ya en este mundillo. Por cierto, abrígate que vamos a la montaña.

—Vale.

Me reí en cuanto Pedri salió por la puerta, tener fans es aguantar cosas que nadie soportaría, desayuné tranquila y mire el reloj cuando pasaron diez minutos. Realmente Pedri debería de tener anécdotas muy divertidas y otras no tanto con sus fans.

Nankurunaisa - Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora