Nankurunaisa - Pedri González

Capitulo 7. Tu canción sana.

Grecia

Si digo que no me puse nerviosa cuando recibí un mensaje de Pedri en clase miento, tan nerviosa me puse que pegue un gritito de la ilusión y me echaron, intenté justificarme pero claro no iban a entender que chillaba de ilusión porque Pedri González me había hablado.

Pedri: esta tarde vamos a estar todos en casa

Pedri: aurora, melyssa, gavi, ferran, sira, mi hermano y yo, ¿te vienes? trae a tus amigas si quieres

Pedri: me acuerdo que me dijiste que si hoy viernes tenía libre y quiero que vengas

Yo: a qué hora

Pedri: tú a la que quieras

Yo: no en serio

Pedri: rollo las cinco

Yo: ahí estaré

Pedri: hay merienda cena, te sientas a mi lado y comes a tu aire

Yo: vale guapo

Pedri: guapa tú

Así que aquí estaba en casa de Pedri con Brenda y Sofía, Julia tenía planes así que no se vino, mientras tanto Sofía hablaba animadamente con Gavi y Brenda estaba a su bola con Sira mientras hablaban de buenas discotecas a las que salir, ¿y yo? ¿que hacía yo? Sentada y aburrida en el sofá porque desde que había venido Pedri no se había dignado a bajar, y joder ni que sus amigos fueran los míos, que ni si quiera los conozco y me siento una acoplada, me había abierto su hermano y llevábamos más de media hora aquí y yo me sentía muy pero que muy desplazada.

—Oye Fer, ¿porque no baja Pedri? —dije con miedo a su respuesta, él estaba a mi lado y hablaba con Ferran—

—No sé, no te preocupes que seguro baja enseguida.

—¿Está solo?

—Claro —dice sonriéndome y le devuelvo la sonrisa más falsa de mi vida— ¿quieres subir? Te noto nerviosa.

—Es que no conozco a nadie, solo de vista. —dije encogiéndome de hombros—

—Tu quédate a mi lado mientras tanto —asiento e intento escuchar lo que habla con Ferran quien rápido me incluye en la conversación—

—¿Cuantos años tienes Grecia?

—Diecisiete.

—Ósea que eres la pequeña de aquí —asiento—

—Tiene pinta.

—¿Ya sabes que te van a putear no? —yo sonrío y niego—

—No, a mi Grecia cero putadas que Pedri os mata —dice Fer pasando su brazo por mis hombros—

—Oh, ósea que ya te tiene en un pedestal —habla Ferran y yo niego—

—De pedestal nada chaval, yo sola me defiendo.

—Mírala con carácter y todo Fernando —dice Ferran mientras Fer asiente vacilando rodeando mi hombro—

Gracias a Fer puedo estar más metida en la conversación y me quedo hablando con ellos dos, Fer es muy gracioso y me incluye tratándome como una más, no me quita el brazo de encima supongo que para que no me disperse y raro es que siendo súper movidita yo esté aquí sentada, mientras que Ferran saca tema y quiere descubrir más sobre mi.

—¿Que dices? ¿Tu hermana es a la que le cantamos el feliz cumpleaños?

—Si, quince añitos.

—Anda tú, el Pedri si que sabe.

—Y se viene a ver el partido del domingo —agrega Fer—

—Ya os vale ganar —digo retándolo—