Nankurunaisa - Pedri González

Capitulo 25. Abre las piernas, esto es mio.

Grecia

Siendo sincera hubiera preferido que mi madre no viniese a la comida, sabía de sobra que era estricta y que a sus padres no le habían caído bien, pero era un paso dado, mi madre era cruel y yo lo pasaba muy mal cuando se ponía a decir estupideces que ella pensaba que le hacían quedar bien.

Estaba en las gradas del Camp Nou esperando a que comenzara el clásico en el que Pedri volvía después del accidente de coche, había pasado tiempo pero lo habían tenido reservado y casi que yo también preferí que no se forzara. Estábamos Julia, Sofía, Brenda y yo, unos asientos arriba estaba Fer con sus padres y me gire a saludar con la mano. Los padres de Pedri se iban hoy después del partido, independientemente del resultado y a mí me ponía muy triste, ellos habían hecho mucho por mi y yo le había cogido mucho apego a Rosi, echaría mucho de menos sus trenzas. Ah si, y hoy llegaba Alma, bueno se supone que está por estas gradas con una amiga de Barcelona así que no tardaría mucho en conocerla.

—¿Que te dijo de la camiseta? —me habló Brenda mi mejor amiga—

—Está encantado, ayer a la noche la utilizo porque me mando una foto.

—Estáis enchochadisimos.

—Bueno Brenda, yo solo sé que estoy muy feliz.

—Te lo mereces amiga.

Luego nos íbamos todas a cenar a un restaurante de Barcelona no muy caro obviamente, debajo de la camiseta llevaba un vestido blanco porque Pedri había dicho que si ganaban había fiesta en su casa, no me hacía mucha ilusión el hecho de que fuera en su casa, ¿como se aseguraba el de que nadie le robara? ¿o de que todos se comportaran? Aunque supongo que no era la primera vez que lo hacía.

El partido comenzó y pude ver como Pedri estaba bastante concentrado y hacía bien sus jugadas, sin embargo yo sentía una mirada sobre mi y cuando gire mi cara una chica pelirroja me estaba mirando, desvió la mirada en cuanto la pillé y observe cómo hablaba con su amiga.

—Lewandowski no es de este mundo eh —dijo Sofi—

—Es increíble —contesto Brenda—

—¡Tengo hambre! —dije inquieta—

—Podemos ir a pedir algo, ¿luego vas a cenar? —dijo Julia—

—Si —dije segura—

—Pues vamos rápido a ver si va a marcar tu novio y te lo vas a perder.

—Que no es mi novio —rodé los ojos—

Nos levantamos y subimos gradas arriba, cuando pase por al lado de los padres de Pedri y Fer les indique que iba a por comida con un gesto de la mano y les pregunte también que si querían algo a lo que ellos dijeron que no.

—¡Pizza! —dijo Julia llegando a la barra y me apoye—

—Y agua.

—Que si, no te preocupes que el agua siempre entra en el menú.

—Hombre Atenas —me gire ante la voz conocida—

—Hola Salva, ¿que tal? ¿sigues llamando a la policía con mentiras?

—Que va, ahora me he echado novia de una fan de Eric Garcia.

—Enhorabuena, a ver si así ya no te aburres tanto.

—Es que ese trabajo es un coñazo —dijo como si fuéramos amigos de toda la vida mientras Julia pedía— pero bueno, se conoce a mucha gente.

—Ya veo.

—Tu con la tontería te has hecho vip del Camp Nou.

—Si hoy no me echan, qué raro...

—Bueno me voy que tengo un partido que animar —dijo y se marcho dejándome descolocada— ya te veré Atenitas.