Capítulo 30

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Perséfone

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Perséfone.

Me aferro a la camisa de Zyan no queriendo separarme de él, estos siete días sin verlo me hicieron imaginarme lo peor, el silencio de sus hermanos solo causaba que la preocupación que sentía incrementara.

Perséfone: ¿Me van a explicar qué mierda está pasando?

Digo en voz alta cuando la habitación se queda en completo silencio, me levantó del regazo de Zyan ignorando sus protestas, cruzo mis brazos sobre mi pecho sin apartar la vista de los cinco Drakos que parecen buscar un lugar donde meterse para esconderse de mí.

Zyan: Es lo mismo que quiero saber yo.

Se levanta de la cama y se acerca hasta donde estoy, intenta tocarme pero su mano queda suspendida cuando la habitación se inunda con el eco del grito de Dimitri.

Dimitri: ¡No la toques, no te atrevas a tocarla!

Frunzo el ceño cuando mi brazo es sostenido por Artemi haciendo que mi cuerpo impacté contra el pecho del mismo.

Artemi: Nuestra madre debe estarse revolcando en su tumba con tan solo ver la basura que luchó por criar.

Mi cuerpo se tensa cuando escucho que nombra a su madre, miró a Zyan intentando que sus ojos choquen con los míos pero su vista se pierde, sus puños se aprietan y su cuerpo se tensa de formas inhumanas.

Perséfone: No permitiré que le hablen así.

Estoy empezando a enojarme.

Dominic: Eso es porque aún no sabes lo que este infeliz hizo.

Me separo del agarre de Artemi y me alejo de los cinco, cierro mis ojos sacudiendo mi cabeza cuando el enojo empieza a nublar mi mente, abro nuevamente mis ojos notando cinco miradas preocupadas puestas sobre mi, arqueo una de mis cejas mientras muevo una de mis piernas con impaciencia.

Tranquila.

Perséfone: Me estoy cansando de este puto juego de palabras— suelto aparentando tranquilidad, muevo una de mis manos con desinterés antes de soltar— si van a hablar bien y si no lo harán pues salgan de la puta habitación y déjenme en paz.

Los veo tragar grueso, cuatro de los Drakos se miran entre sí buscando las palabras para iniciar mientras que Zyan solo me mira con preocupación, niego sutilmente con mi cabeza indicándole que estoy bien.

Por ahora.

Malik: El día antes de que te trajéramos aquí descubrimos algo— empieza a decir mientras busca mi mirada, en sus ojos veo el debate interno que tiene; es una lucha entre hablar o callar— se suponía que tendríamos una reunión solo nosotros porque descubrimos que teníamos más de un infiltrado en nuestras filas, era una estrategias para que la información compartida en dicha reunión no saliera de mi oficina, pero no pudimos llevarla a cabo— una mueca de desagrado se planta en su rostro, sus puños se aprietan y la vena de su frente se hace notar— no cuando Dimitri nos contó lo que escucho...

Su mente parece perderse en el recuerdo de ese día, frunzo el ceño al igual que Zyan cuando ninguno siguió hablando, me acerco a ellos y me detengo en seco cuando noto sus ojos rojos y cristalizados.

Artemi: El hecho de que tú desaproveches lo que nosotros anhelamos es una completa mierda, Zyan Drakos.

Lo mira con rabia, intenta acercarse a Zyan quien parece igual o más confundido que yo pero me interpongo en su camino antes de que ocurra una desgracia.

Perséfone: Calmémonos todos— pongo mis manos en su pecho sintiendo lo acelerado que está su corazón, sus ojos rojos por las lágrimas retenidas impactan con los míos— al primero que vea lanzando el primer golpe se las verá conmigo, no quiero ver cómo se pelean por quien la tiene más grande.

Dominic: Él no te merece, eres demasiado para alguien que no te valora.

Miró en su dirección, mi cabeza empieza a punzar y se que las cosas no terminarán bien si alguien no acaba con esta mierda de una vez por todas.

Perséfone: ¡O son jodidamente claros o se van y me dejan sola!

Gritó perdiendo la poca paciencia que tengo cuando las punzadas empiezan a ser insoportables, mis manos tiemblan ligeramente y mi corazón se acelera, aprieto mis puños detrás de mi espalda clavando mis uñas en mis palmas para concentrarme en algo más que no sea el dolor punzante que empieza a alojarse en mi cabeza.

Dimitri: ¡Zyan te fue infiel, maldita sea!— siento como mi rostro palidece cuando escucho esas palabras, el temblor en mis manos se vuelve incontrolable cuando escucho esa afirmación— lo escuche follandose a otra mujer en la habitación que comparte contigo cuando tú llevaste a Rubí a la veterinaria.

¿Qué?

Miro a Zyan quien parece incrédulo por las palabras de su hermano, este me mira y niega inmediatamente con su cabeza mientras se acerca a mi, me alejo unos cuantos pasos cuando el temblor en mis manos no cesa.

Zyan: Yo no sería capaz de hacerte algo como eso, solecito— suelta desesperado, su preocupación aumenta cuando ve como mi cuerpo empieza a temblar ligeramente— prefiero cortarme la polla que serte infiel.

Lo miro a los ojos, mi mente hace clic cuando reparó en las palabras soltadas por Dimitri, mis piernas tiemblan y mi cuerpo casi cae al suelo de no ser por las manos de Zyan sujetando mi cintura rápidamente.

Perséfone: L...lo sé.

El aire empieza a faltarme y mis manos no dejan de temblar, logro escuchar los pasos de los chicos al moverse por toda la habitación, siento diversas manos sobre mi intentando que las pequeñas convulsiones de mi cuerpo cesen un poco, cierro mis ojos fuertemente cuando la luz empieza a molestarme, mi cabeza no deja de punzar en ningún momento.

Malik: ¿Qué le pasa? ¿Qué tiene?

Logro escuchar mientras lucho con la oscuridad que quiere absorberme, soy puesta sobre una superficie suave, siento unas manos en mi rostro, otras en mi cabello, dos personas sujetan mis manos y otra reparte caricias por mis muslos.

Zyan: ¿Quieres que te traiga la pastilla?

Niego con mi cabeza.

Perséfone: N...no tengo.

Las manos en mi rostro se separan del mismo, escucho unos pasos por la habitación y en menos de un minuto ya tengo a Zyan conmigo nuevamente, siento como me incorporan en la cama.

Zyan: Abre la boca— me pide suavemente, hago lo que me pide, siento como deja la pastilla en mis labios y luego me hace beber un poco de agua— estarás bien, solecito.

El lobo no puede esconderse para siempre.

El lobo no puede esconderse para siempre

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Dulce Deseo [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora