Al día siguiente.
Perséfone.
Soy una hipócrita.
Tantos años aconsejándoles a mis pacientes que no se contengan y eso es lo que estoy haciendo justo ahora, pero tengo motivos, aún no es el momento.
¿No cuenta como mentira si solo lo oculto por un tiempo, verdad?
Abro los ojos lentamente no queriendo que la luz me golpee y haga que regrese el dolor agobiante de cabeza, miro a mi alrededor sonriendo cuando los veo a todos ellos esparcidos por la habitación cerciorándose de que yo esté bien.
¿Es buen momento para decirles?
Dominic: ¿Estas bien?— me sobresalto cuando escucho sus palabras mientras acaricia mi cabello, volteo en su dirección y el me regala una pequeña sonrisa— lo siento, no quise asustarte— lleva una de sus manos a mi mejilla derecha y la acaricia suavemente— ya no estás tan pálida.
Le regalo una pequeña sonrisa, sus caricias en mi mejilla relajan mi cuerpo tenso y disipan un poco las nubes que cubren mi mente en estos momentos.
Perséfone: Ya estoy bien, descuida.
Volteo mi rostro cuando el silencio de la habitación es interrumpido por un carraspeo, ladeó mi cabeza cuando veo a los chicos de pie frente a la cama con las cabezas gachas.
Artemi: ¿Estás bien, pastelito?
Asiento con mi cabeza, una tierna sonrisa aparece en mi rostro cuando lo veo jugar con sus manos de forma nerviosa, miró a sus hermanos y se que quieren hablar pero algo los detiene.
Perséfone: ¿Pasa algo?
Pregunto al notar lo tensos que están los cuerpos de los hermanos Drakos, cuatro de ellos desvían su mirada de la mía mientras que el otro se pierde en sus pensamientos.
Dimitri: Creo que lo mejor será que nos vayamos.
Frunzo el ceño cuando escucho sus palabras, intento levantarme de la cama pero Dominic no me deja hacerlo alegando que el piso está frío y mis pies descalzos.
Perséfone: ¿Por qué lo harían?— se quedan en silencio, ninguno dice o hace algo, los cuatro siguen sin mirarme así que trato de que Zyan lo haga— ¿Zyan?—cuando sus ojos chocan con los míos y veo el remordimiento en los mismos sé de qué se trata todo esto, extiendo una de mis manos queriendo que la tome entre las suyas y cuando lo hace lo acerco a mi— está bien, tranquilo.
El remordimiento llega a mi cuando veo la lucha entre el desespero y la culpa en los bellos ojos grises de uno de los hombres que amo, porque si, no solo amo a Zyan.
Amo a los cinco hermanos Drakos.
Los cinco hermanos Drakos son jodidamente míos.
Zyan: No quiero ocultarlo más.
Susurra sobre mis labios cuando dejó un suave beso en los suyos, asiento con mi cabeza pero mi cuerpo se tensa cuando escuchó la declaración de Dimitri.
Dimitri: Te amamos ¿Okey?— suelta de repente haciendo que lo mire, en sus ojos se puede ver el más profundo dolor que alguna vez haya presenciado, mi pecho se oprime cuando veo que me regala una sonrisa triste— te amamos tan jodidamente fuerte que tuvimos que alejarnos de ti hace años solo para que tú estés bien, solo para que tu cumplieras tus sueños...
Su voz se rompe, su mirada se cristaliza, sus manos van a su cabello peinándolo incontables veces para tratar de ocultar el temblor de sus manos.
Artemi: Pagamos el precio de nuestra cobardía el día que te vimos casándote, el día que vimos la sonrisa más hermosa y sincera cubriendo tu rostro mientras caminabas al altar para encontrarte con el amor de tu vida.
Joder.
Perséfone: Yo no...
Intento explicarles lo que llevó atrabancado en la garganta desde hace meses, intento que por fin sepan la verdad que recelosamente guardamos Zyan y yo.
Malik: No, entendemos que ya elegiste y al parecer no sumamos nada en tu ecuación— intenta sonreír para que el peso de sus palabras no sea tan grande, mis ojos se cristalizan y mi cuerpo se llena de ansiedad cuando lo veo cerrar los ojos y dejar que una solitaria lágrima haga un lento recorrido por una de sus mejillas— p...por eso ya no seremos un impedimento para su matrimonio...— su voz se rompe, las lágrimas que mis ojos retenían bajan con descontrol por mis mejillas, mi ritmo cardiaco se acelera y se me hace difícil respirar— por eso nos iremos de tu vida para que puedas ser feliz.
Me levanto de la cama sin importarme que mi cuerpo solo esté cubierto por una camisa blanca de alguno de ellos, intento acercarme a ellos pero se alejan de mi.
No.
Zyan: Deben escucharnos.
Se pone a mi lado mientras mira a sus hermanos, estos niegan con la cabeza negándose a lo inevitable.
Dominic: No, ya tuvimos suficiente— intenta darse la vuelta para irse pero soy más rápida al ponerme contra la puerta para evitar que salgan de la habitación, mi pecho sube y baja de forma errática cuando la desesperación empieza a nublar mi mente— por favor, ratoncita.
Mi corazón se rompe cuando escuchó su súplica, mi cabeza se mueve de un lado a otro mientras niego frenéticamente.
Perséfone: No— suelto contundente mientras seco mis lágrimas— ustedes no pueden dejarme— los señalo con mi dedo ignorando el temblor en el mismo— no pueden hacerlo maldita sea— mis piernas pierden fuerza y caigo al piso mientras sujeto mi cabello, los chicos se acercan a mí de forma rápida intentando calmarme— no pueden dejarme, yo...— los miro con los ojos cristalizados dejando que vean la desesperación que estoy sintiendo— yo los amo.
Mi voz se quiebra cuando los brazos de los chicos envuelven mi cuerpo, me aferro a ellos no queriendo soltarlos nunca.
Dominic: Te amamos y por eso no vamos a entrometernos en tu matrimonio con nuestro hermano... aunque duela.
Intento hablar pero las palabras no me salen, miro a Zyan con la clara desesperación en mis ojos.
Zyan: Ustedes también son sus esposos, joder.
Miro a los chicos cuando sus cuerpos se ponen rígidos y sus respiraciones parecen detenerse, limpio mis lágrimas y juego con mis manos intentando calmar mi respiración y que la voz me salga.
Perséfone: Estamos casados.
Todos.
Nota de la autora:
Levante la mano el que sienta que la autora está jugando con su mente 🙋🏼♀️.
¿Les está gustando la historia? ¿Qué opinan sobre ella?
Voten y comenten, espermatozoides ganadores.
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Dulce Deseo [+21]
RomanceEs frágil dicen. Puede salir lastimada afirman. Porque sí, Perséfone De Luca es la personificación de un Ángel, lo que ellos no saben es que ese Ángel oculta secretos. ¿Podrán mantenerse alejados de su cuñada a pesar de la evidente tensión entre ell...