Capítulo 49

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– Miren, voy a ser clara con ustedes dos. Sé que ambos tienen sus secretos y eso está bien, pero si Katsuki quería hablar con Zuzu, déjenme interrumpirlos está vez porfavor... Necesito salir con Izuku una o dos horas ¿entendido, hijo? Quiero que cuides la casa y que te quedes con tu padre mientras vuelvo. - explicó con un tono de voz condescendiente, Izuku 1 sentía que se le iba a salir el alma, pero Izuku 2 lo ayudaba a mantener una expresión neutral y atenta para según él, no actuar como estúpidos.

Sorprendentemente, Katsuki no se opuso a la idea, ver la seriedad y serenidad con la que su madre le pedía dicho favor lo hizo llegar a la conclusión de que era un espacio que su madre y Deku necesitaban para muy probablemente hablar sobre su tía Inko, ya que con esta semana ya llevaban muchos días que no se aparecía ni siquiera por mensaje y eso que ella incluso se preocupaba por preguntarle a él como iba su semana en algún punto. Tal parece que sin saberlo, Katsuki recibía un mejor trato y atención que el propio hijo de la peliverde, quien juraba que llenaba de amor y mimos a su niño pecoso.

~20 minutos después~

– Entonces ¿qué pasó exactamente? - preguntó la rubia, vestida con un pantalón de cuero negro y brillante que se ajustaba a sus curvas y una camisa de lentejuelas moradas de tonalidad oscura que le daban un aspecto vistoso, joven e incluso atractivo, ideal para el lugar donde se estaban digiriendo. Un camino que ambos se conocían de memoria:

El lugar de trabajo donde Inko Midoriya se prostituía.

– ¡Ah! E-Este-... Emmmm, mamá se fue de viaje. - respondió nervioso después de soltar un pequeño grito de sorpresa, llevaban caminando todo el rato en total silencio, la interrupción del solemne silencio resultaba ser más abrumador de lo que esperó alguna vez sentir.

– ¿Sabes a dónde? - esa pregunta, esa bendita pregunta dejó al peliverde en shock.

¿Eh? ¿La tía Mitsuki no sabe dónde está mamá...? P-Pero, ella siempre le cuenta donde se ubica con antelación, pensé que se lo había dicho.

Jajajajajaja. Pobre criatura tan desdichada.

¡¿DE QUÉ TE RÍES, IZUKU 2?! ¿¿¿QUÉ NO VES LA SERIEDAD DEL ASUNTO??? SI NUESTRA TÍA MITSUKI NO SABE DONDE ESTA MAMÁ. ¡¡¡NADIE LO VA A SABER, DESQUICIADO DE MIERDA!!!

Tal vez tenga otro tipo de explicación, Izuku 1 -...

¡¿CUÁL?! DÍMELO.

Y así es como se ve la decadencia mental de alguien ¿eh? Se ve más entretenido de lo que imaginé alguna vez.

Confía en mí, Izuku 1, escúchame. Mamá no te iría a abandonar, podrá lastimarnos, podrá insultarnos, incluso podrá usarnos, pero ella no es ese tipo de personas ¿recuerdas? No haría lo mismo que ese señor a quien deberíamos decirle "papá", ella es diferente, no te dejaría solo nunca en la vida.

No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no... N-No... ¡NO, NO, NO, NO, NO, NO! ¿Cómo no le va a decir a nadie? ¿Cómo me va a dejar sin saber nada? La tía Mitsuki no sabe nada de ella ¿En serio? Mamá, ¿dónde estás, mamá? ¿Es una broma? No es gracioso, mamá.

Ella no puede escucharte, idiota. No es como si estuviera en tu mente también, jajajajaja. ¿Por qué sufres tanto por esa puta, Izuku 1? Ella se lo merece, si se perdió, es para mejor ¿no crees?

¡¡¡NO!!! CÁLLATE, CÁLLATE. ¡¡CÁLLATE!! NI SE TE OCURRA DISFRUTAR CON ESTA PORQUERÍA ¡¿ME OÍSTE?! LA VOY A ENCONTRAR DE ALGUNA U OTRA MANERA ¡YA VERÁS!

Por dentro: una gran discusión, Izuku 3 no estaba interesado en participar, pues comprendía el horrendo placer que sentía Izuku 2 al ver a Izuku 1 sufrir, era extraño, juraba que podía relacionarlo como un reflejo del gusto de su madre por verlo herido y lastimado, solamente que... Peor.

Mientras que por fuera: Izuku comenzó a llorar, pero no solo un típico llanto que se podía pasar desapercibido, sino un jodido ataque de pánico a causa del desespero de un hijo extremadamente preocupado por su madre que no sabe dónde está. Mitsuki se dió cuenta al instante y ya había visto esto antes, de hecho recuerda que una vez tuvo una discusión bastante fuerte con su mejor amiga por esta misma razón.

Flashback:

– Inko, ¡¿qué mierda te pasa por la cabeza, eh?! - vemos a una Mitsuki de hace 10 años atrás, más que furiosa con la peliverde por su negligencia extrema.

– Ugh... Ahorita no tengo tiempo, Mitsuki ¿qué quieres? - contestó con una expresión harta en su rostro, mirando con desdén a la rubia que solo sintió más enojo por su falta de preocupación.

– ¡Já! ¿Y todavía te atreves a preguntar? Esto no se trata de lo que quiera yo, estúpida. Se trata de lo que no estás haciendo ¿por lo menos sabes cómo está tu hijo, sabes cómo está Izuku? - se acercó a ella, tomándola del cuello con rabia infundada en sus manos, con ganas de asfixiarla por ser tan cruel con su propio hijo.

– Ufff... ¿No ves como estoy? Acabo de terminar de encontrarme con un cliente, Mitsuki, todavía estoy sucia y me duelen las piernas, así que porfavor, hablemos de esto luego ¿si? - con cada palabra que ella soltaba, la ira nada más iba en aumento y crecimiento con cada segundo que ella pasaba el rato en la misma habitación que la prostituta de su mejor amiga.

– Eres el colmo del descaro ¿verdad? Ven acá, te voy a mostrar lo mucho que haces sufrir a tu niño, maldita descarada. - sin tomarle importancia, Mitsuki tomó a Inko del cabello y comenzó a arrastrarla sin compasión por el suelo, sacándole de aquel bar de mala muerte para hacer un espectaculo de quejidos y suplicas de dolor por parte de Inko, aprovechando que eran altas horas de la madrugada.

– Mitsuki ¡Espera! Suéltala, entiendo que estes enojada con ella, pero déjala, nadie aprende a los golpes ¿Comprendes? - dijo Masaru, el esposo de Mitsuki, sosteniendo de la mano a un Izuku de 6 años que había logrado tranquilizarse. Había estado esperando a su madre, había estado casi dos semanas por su cuenta, nada más en ese apartamento crute, tomando agua y comiendo alimentos totalmente crudos, tanto había sido el asco que se notaba en el suelo algunos restos de vómito seco que, presumiblemente había sido ingerido nuevamente por Izuku debido al hambre que tenía.

– Tú no lo entiendes, cariño. Ella debe aprender a cuidar a su propio hijo, nada más míralo como está ¡Pudo haber muerto y ella estaba en ese puto lugar! - gritó alterada, frustrada y preocupada por el pequeño brócoli con patas que se veía precariamente por decir lo menos.

– ¡Mamá! - llamó feliz y débilmente el mini Zuzu, acercándose a su madre con una pobre sonrisa adolorida, aliviado de ver finalmente a su mamá después de todos esos días.

– Si, si, hola de nuevo, Izuku. - Inko quería patearlo, pero no se atrevía a hacerlo frente a alguien más, mucho menos frente a Mitsuki, puesto que sabía que ella era más que capaz de darle una paliza si lo consideraba necesario.

Continuará

(No sé cómo le hice las transformar a un personaje tan lindo como Inko en tremenda desgraciada, pero bueno, mafia Pokémon)

Doble opinión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora