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La llegada de Ron Weasley, el sexto hijo de Molly, cambió todo. Con el nacimiento de su hijo, Molly se dio cuenta de que la seguridad de su propia familia estaba en juego. Aunque deseaba estar al lado de Lily en cada momento difícil, las responsabilidades como madre de tantos niños la obligaban a tomar una decisión. Con gran dolor, Molly y Arthur Weasley decidieron que debían alejarse del peligroso camino en el que James y Lily estaban envueltos.

Fue una despedida silenciosa. Ambas mujeres sabían que no podían seguir en contacto sin poner en riesgo a sus hijos. Lily comprendió la decisión de Molly y, aunque la separación fue dolorosa, aceptó que su amiga debía proteger a su propia familia. El sacrificio de su amistad fue uno de los muchos precios que la guerra exigió.

Aunque ya no podían verse, Molly nunca dejó de pensar en Lily. A menudo se preguntaba cómo estarían Harry y su amiga, y rezaba por su seguridad. Desde la distancia, Molly seguía enviando pequeñas ayudas a través de contactos de confianza, tratando de mantener a Lily lo más segura.

A pesar de la oscuridad que se cernía sobre el mundo mágico, el pequeño Ron Weasley creció rodeado de amor y calidez en el hogar de los Weasley. Desde que nació, Ron era un niño risueño y alegre, siempre trayendo una chispa de luz a los momentos más sombríos. Molly, aunque preocupada por la seguridad de su familia y el conflicto que sacudía el mundo exterior, encontraba en Ron un motivo para sonreír. Su risa era contagiosa, y su habilidad para encontrar alegría incluso en los momentos más simples la ayudaba a mantenerse fuerte.

Ron, con su cabello rojo vibrante y sus ojos curiosos, siempre estaba en movimiento, explorando cada rincón de La Madriguera. Su naturaleza inocente lo mantenía ajeno a las tensiones que sus padres enfrentaban. Para Molly, ver a su hijo jugar con sus hermanos, riendo sin preocupación, le recordaba la importancia de proteger su inocencia, alejándolo de los peligros que acechaban fuera de los muros de su hogar.

 Para Molly, ver a su hijo jugar con sus hermanos, riendo sin preocupación, le recordaba la importancia de proteger su inocencia, alejándolo de los peligros que acechaban fuera de los muros de su hogar

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Los años pasaron rápidamente, y el pequeño Ron Weasley creció, dejando atrás la inocencia de su infancia para convertirse en un niño de 11 años. Era un momento que Ron había esperado con ansias durante toda su vida: la edad en la que finalmente recibiría su carta de admisión a Hogwarts. Desde que sus hermanos mayores habían ido, Ron soñaba con el día en que también él emprendería esa aventura.

El día que llegó la carta fue uno de los momentos más emocionantes en la vida de los Weasley. Molly y Arthur no pudieron contener su orgullo y felicidad al ver la sonrisa en el rostro de su hijo menor. Aunque el mundo seguía siendo un lugar peligroso, aquel instante fue un respiro de esperanza.

Molly abrazó a Ron con fuerza, susurrando con cariño: -"Sabía que este día llegaría, mi amor. Serás un gran mago, como tus hermanos."

El 1 de septiembre finalmente llegó. La estación de King's Cross estaba llena de bullicio y magia, y los Weasley estaban allí, listos para despedir a Ron en su primer viaje a Hogwarts. Ron caminó al lado de su madre, nervioso pero emocionado por lo que le esperaba.

Solo tienes que atravesar la barrera entre las plataformas nueve y diez- le explicó Arthur con una sonrisa.

Los gemelos, Fred y George, ya lo habían hecho antes que él, pero este era su momento. Con un último vistazo a su familia, Ron respiró profundamente y corrió hacia la barrera, desapareciendo en el andén 9¾

Al otro lado, el Hogwarts Express lo esperaba. Las ventanas del tren brillaban bajo el sol de la mañana, y el sonido de las risas de los demás estudiantes lo rodeaba. Para Ron, este era el comienzo de una nueva aventura, una que había soñado durante toda su vida. Aún no sabía lo que le esperaba en Hogwarts, pero estaba seguro de que cambiaría su vida para siempre.

Molly y Arthur, de pie en la estación, observaron cómo el tren se alejaba, llevándose a su hijo más pequeño hacia una nueva etapa de su vida. Aunque sentían una mezcla de orgullo y nostalgia, sabían que Ron estaba listo. Molly se enjugó una lágrima mientras sonreía. Su hijo estaba creciendo, y aunque el futuro seguía siendo incierto, en ese momento, nada parecía más importante que el viaje que acababa de comenzar.

Continuara...

Me enamore de un criminal (SIRIUS X RON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora