Era un día soleado y despejado, y el grupo de amigos se había aventurado a explorar una parte remota del bosque. Las risas resonaban entre los árboles mientras Harry, Ron, Sirius, y los demás disfrutaban del aire fresco y del tiempo juntos. Sin embargo, a medida que se alejaban del camino habitual, un sentimiento de inquietud comenzó a apoderarse de Ron.
Mientras cruzaban un pequeño claro, un ruido inesperado hizo que Ron se detuviera en seco. El sonido parecía un susurro, algo que cortaba el aire como un hilo afilado. Sus ojos se abrieron de par en par, y un escalofrío recorrió su espalda.
¿Escucharon eso? —preguntó, su voz temblando ligeramente.
Harry y los demás se miraron entre sí, un poco confundidos.
¿Qué es lo que escuchaste, Ron? —preguntó Harry, acercándose a él.
Era como un... un murmullo-respondió Ron, sintiéndose cada vez más nervioso. Su corazón comenzó a latir con fuerza, y la ansiedad se instaló en su pecho.
Hey, Ron, ¿estás bien?- Sirius, que había estado observando a Ron con atención, notó el cambio en su expresión. Se acercó, preocupado, y le puso una mano en el hombro.
Ron se sintió un poco avergonzado por su reacción, pero el miedo seguía acechándolo. Se esforzó por sonreír, aunque no podía evitar que la duda se apoderara de su mente.
Solo... solo fue un ruido raro, eso es todo —dijo, tratando de sonar más seguro de lo que realmente se sentía.
Sirius lo miró intensamente, reconociendo la lucha interna de Ron. Sin dudarlo, lo atrajo hacia él y lo abrazó con fuerza.
Está bien, Ron. No hay nada de qué preocuparse, estoy aquí. Siempre estaré aquí para protegerte.- susurró Sirius en su oído, su voz suave como la brisa que pasaba entre los árboles
El abrazo de Sirius era cálido y reconfortante. Ron sintió que el miedo se disipaba, sustituido por un cosquilleo agradable que recorría su cuerpo. La cercanía de Sirius, con su esencia familiar y su calor, le otorgó una sensación de seguridad que no había experimentado antes.
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Gracias, Sirius —dijo Ron, su voz casi un susurro mientras se hundía más en el abrazo, sintiendo que la confianza comenzaba a fluir nuevamente en su interior.
Sirius lo sostuvo un poco más, asegurándose de que Ron supiera que podía contar con él en cualquier momento. Finalmente, se separó un poco, mirándolo a los ojos con una intensidad que hizo que Ron se sintiera vulnerable pero también querido.
¿Ves? No hay nada que temer cuando estoy contigo.-dijo Sirius
Ron asintió, sintiendo que la calidez de Sirius lo envolvía como un manto protector. Era más que solo un amigo; en ese momento, Ron se dio cuenta de que su conexión con Sirius había crecido en algo más profundo, algo que lo llenaba de una felicidad inexplicable.
