Snape, siempre observador y atento, notó desde el primer día que algo en Ron había cambiado. Durante las vacaciones, cuando muchos de los estudiantes se habían ido a casa, él se había quedado en Hogwarts, un hecho que no pasó desapercibido para el profesor de pociones. Snape no pudo evitar preguntarse por qué el joven Weasley, que siempre parecía ansioso por regresar a su hogar, había decidido quedarse.
A medida que los días pasaban, Snape observó a Ron con más detenimiento. Notó que el muchacho pasaba mucho tiempo solo en la sala común de Gryffindor o en su dormitorio, siempre inclinado sobre un cuaderno. Era un comportamiento inusual, considerando lo sociable que Ron solía ser con sus amigos. Sin embargo, lo que más le llamó la atención fue la expresión en el rostro de Ron cada vez que escribía en el cuaderno: sonreía, y a veces incluso parecía reírse para sí mismo. Snape no recordaba haberlo visto tan feliz en mucho tiempo.
Al principio, pensó que Ron simplemente estaba escribiendo a algún amigo o familiar, pero luego se dio cuenta de que algo no encajaba.
Snape, quien ya había intentado acercarse a Ron antes, comenzó a preocuparse. Le parecía extraño que el joven Weasley, que había estado tan decaído por la falta de atención de su madre, encontrara consuelo en algo tan simple como un diario. Había algo en esa conexión que no le cuadraba. Así que, en silencio, decidió seguir observándolo, decidido a averiguar qué era lo que realmente estaba ocurriendo y por qué ese cuaderno parecía tener tanto poder sobre él.
Con el fin de las vacaciones, Ron se sintió un poco nervioso al escribir en el diario de Tom. Sabía que no podría mantener las mismas largas charlas que habían tenido durante esos días de tranquilidad en Hogwarts. Tom siempre había estado allí, dispuesto a escuchar y comprender, y ahora, con el regreso de sus compañeros y el inicio de las clases, las oportunidades para hablar con él serían menos frecuentes.
Tom, las vacaciones se acabaron. Ahora que todos están de vuelta, no podré escribir tanto como antes, pero prometo que buscaré tiempo para hablar contigo.
Le escribió Ron, sintiendo una pequeña punzada de culpa al pensar en cómo la rutina escolar podría afectar su vínculo con Tom.
Tom respondió casi al instante
Lo entiendo, Ron. Hogwarts estará más ocupado ahora, pero sabes que siempre estaré aquí para ti. Cuando necesites hablar, solo escribe, sin importar la hora. Y recuerda, siempre puedes confiar en mí.
Las palabras de Tom reconfortaron a Ron, quien sonrió y guardó el diario en su mochila. Al día siguiente, los pasillos y las aulas se llenaron nuevamente de vida. El bullicio de los alumnos, las risas y las voces familiares inundaron el castillo mientras todos se reencontraban y compartían sus experiencias de las vacaciones.
Ron, aunque contento de ver a Harry y Hermione nuevamente, no pudo evitar sentirse un poco fuera de lugar. Mientras sus amigos le contaban sus vacaciones y se ponían al día, Ron se preguntaba si ellos notarían su apego al diario o si sospecharían algo. Se prometió que intentaría mantener el cuaderno como su pequeño secreto, un refugio al que siempre podría volver cuando sintiera que el mundo a su alrededor no lo comprendía del todo.
Con el inicio del nuevo semestre, Ron supo que las cosas serían diferentes, pero esperaba que, aunque los días se llenaran de tareas y clases, siempre habría un momento en el que pudiera regresar a su cuarto, abrir el diario y compartir sus pensamientos con Tom.
Una semana después de que todos los estudiantes regresaron a Hogwarts, Ron continuaba su rutina secreta. Todas las noches, cuando sus amigos ya estaban dormidos, sacaba el diario y hablaba con Tom. Estos momentos se habían convertido en su escape, un tiempo en el que podía ser él mismo sin preocuparse por nada más. Sentía que Tom era el único que lo entendía y lo escuchaba de verdad.
Una noche, mientras estaba con Harry en la sala común, un chico de Gryffindor se acercó a ellos, visiblemente agitado.
¡Rápido, tienen que ir a la enfermería! —les dijo con urgencia.
Harry y Ron se miraron, sus rostros reflejando preocupación, y corrieron detrás del chico. Al entrar en la enfermería, se detuvieron en seco al ver una escena que les heló el corazón: Hermione estaba allí, inmóvil en una cama, con la misma expresión de terror que habían visto en otros estudiantes petrificados.
¿Cómo pudo pasar esto? —murmuró Harry, acercándose lentamente a la cama de su amiga.
Ron se quedó en silencio, sintiendo cómo una mezcla de miedo y tristeza lo invadía. Hermione, la persona que siempre tenía las respuestas y el plan, ahora estaba petrificada, atrapada en un estado del que no sabían cómo sacarla. Sentía que el miedo que había empezado a llenar Hogwarts se volvía cada vez más real y cercano.
Mientras los profesores, incluidos Dumbledore y Snape, discutían en voz baja al otro lado de la enfermería, Ron no pudo evitar pensar en Tom. Quizás, de alguna manera, Tom podría ayudarles a entender lo que estaba pasando.
Esa noche, Hogwarts estaba en un estado de tensión máxima. Los profesores decidieron enviar a los estudiantes a sus dormitorios más temprano de lo usual, bajo la excusa de garantizar su seguridad. Pero en realidad, había ocurrido algo mucho más alarmante: otro ataque había sucedido, y esta vez, el heredero de Slytherin había dejado un mensaje que resonó con terror en el corazón de todos.
Ron y Harry, preocupados y sintiendo que algo andaba mal, decidieron esconderse en un pasillo cercano a la reunión de los profesores. Desde su escondite, escucharon cómo McGonagall informaba a los demás sobre el nuevo mensaje.
El monstruo se ha llevado a un alumno, No podemos seguir así. Si esto continúa, deberemos evacuar la escuela. Es demasiado peligroso- anunció, Minerva su voz temblando ligeramente de preocupación
Harry y Ron intercambiaron miradas, el miedo y la incertidumbre reflejados en sus rostros. Hermione estaba petrificada, y ahora, un alumno había sido llevado por el monstruo. La situación se volvía cada vez más desesperada.
En ese momento, Lockhart apareció en el pasillo, caminando con su característico aire de arrogancia, como si la gravedad de la situación no lo afectara. Snape, con un tono afilado y evidente sarcasmo, se volvió hacia él.
Bueno, Lockhart, parece que este es tu momento de brillar, Ya que afirmas conocer la ubicación de la entrada a la Cámara de los Secretos, sería el momento ideal para demostrarlo.- dijo Snape, cruzándose de brazos.
Continuara...
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Me enamore de un criminal (SIRIUS X RON)
FanfictionSIRIUS X Ron Espero que les guste y que le den apoyo a la historia