8

19 1 0
                                    

—¿*Seguirte*? —pregunta Francois, incrédulo, con su acento francés bien marcado.

—Sé qué hacer —le respondo sin dudar, aunque mi corazón late como loco. Esto tiene que funcionar.

Corrimos juntos por el callejón, más pequeño que el anterior, con las paredes casi cerrándose sobre nosotros. Llegamos hasta donde están los botes de basura. Sin perder tiempo, salto al primer bote, escalando hacia la parte superior. Francois me sigue, aunque puedo escuchar su confusión cuando me alcanza.

—¿Tu plan es... *subir*? —me pregunta mientras escala con dificultad.

—No, es ese —le digo, señalando los tendederos de ropa que cuelgan sobre nuestras cabezas.

Sus ojos siguen la dirección de mi pata y veo la comprensión en su mirada justo cuando Reggie aparece al final del callejón. Sin tiempo que perder, corro hasta el lugar donde cuelga el tendedero y, con todas mis fuerzas, salto y muerdo el cable. Lo agarro con fuerza, tirando con todo mi peso hasta que el cable cede, y una cascada de ropa cae sobre Reggie, cubriéndolo por completo.

—¿Y ahora qué? —pregunta Francois, con una mezcla de miedo y emoción en su voz.

—Hay que cubrirlo —respondo rápidamente.

Ambos comenzamos a tirar los botes de basura al rededor, volcándolos uno tras otro sobre Reggie. El contenido de los botes —papeles, restos de comida y más ropa— cae en un caos total, creando una montaña de basura que lo cubre casi por completo. Reggie gruñe furioso, pero está atrapado bajo toda esa pila de desechos y ropa.

De repente, escucho un motor acercándose. El sonido me resulta familiar. Es una camioneta, pero no cualquier camioneta. Miro a Francois con preocupación, y él también la reconoce.

—¡El perrero! —exclama en su acento francés—. *Mon ami*, ¡hay que huir!

No lo pienso dos veces. Francois ya está corriendo hacia la salida del callejón, pero antes de irme, lo miro una última vez.

—Suerte —le digo con una sonrisa.

Y entonces, sin perder más tiempo, corro tras él.

Sí, PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora