Corrí detrás de Mechas sin decir una palabra, dejando que mis patas me guiaran. Mi padre no me miraba, solo avanzaba entre el caos de los basureros y las vías del tren. **Todo parecía moverse más rápido de lo que podía procesar.** Atravesamos lugares que me recordaban a los días en que todavía era un cachorro, cuando mis preocupaciones eran otras. Pero ahora, esto era diferente. Seguíamos corriendo, y pronto me di cuenta de hacia dónde nos dirigíamos.
**Nos acercábamos a lo que alguna vez fue mi hogar.**
Cuando llegamos, Mechas se detuvo frente a la entrada. Observé el lugar con una mezcla de nostalgia y desconcierto. **Aquí fue donde todo comenzó.** Mechas se volvió hacia mí, su expresión más seria de lo habitual.
"Hay algo que quieras decirme, hijo mío?" preguntó, su tono casual, pero sus ojos escudriñaban los míos como si supiera algo.
"No, padre", respondí rápidamente, aunque sentía una presión en el pecho. ¿Acaso sabía algo?Mechas no dijo nada más y continuó avanzando. Lo seguí sin dudar, aunque mi mente estaba llena de preguntas que no me atrevía a hacer. Nos movimos hasta que llegamos a la entrada del lugar que una vez fue mi hogar. **Ahí estaba él.**
Junior, jugando con quienes fueron mis hermanas, corriendo alegremente por el jardín bajo la atenta mirada de Reina y Golfo, junto a su dueño. **Era una escena tan perfecta**, una que me resultaba familiar, pero ahora tan ajena.
Mechas se detuvo a mi lado y sus ojos se posaron en Junior. "¿Sabes? Esto tiene que ver con un niño", dijo, su voz cortante como un cuchillo.
Me estremecí. **¿Cómo lo sabía?** Quería decir algo, cualquier cosa, pero las palabras no salían de mi boca.
"No tienes que inventarme historias, Marcas", continuó Mechas, su tono bajo pero firme. "Sé que has tenido contacto con ese niño humano."
**El pánico creció en mí.** No sabía qué decir, ni qué pensar. ¿Qué estaba pasando aquí? Antes de que pudiera articular una respuesta, mi padre habló de nuevo.
"¿Por qué no me dijiste que tenías contacto con ese niño?" Mechas me miró fijamente, esperando una respuesta. "¿Tiene algo de especial?"
"No, es solo un niño", dije, intentando sonar casual, aunque mi corazón latía con fuerza.
Mechas asintió lentamente. "Lo sé... o tal vez es el único miembro de esa casa que aún quiere que estés ahí."
Mis ojos se posaron en Junior. Él reía, sin saber que lo observaba desde las sombras. **Era tan inocente, tan puro, completamente ajeno a este mundo que yo ahora habitaba.**
"Quiero que me digas una cosa", dijo Mechas, interrumpiendo mis pensamientos. "¿Por qué lo salvaste?"
Mi mirada se clavó en la tierra. **No quería tener esta conversación.** Pero no tenía otra opción. "Porque sentí que debía hacerlo."
"¿Y por qué no lo atacaste cuando te abrazó... las dos veces?" Mechas continuó, su voz cada vez más intensa.
"Porque no hizo nada", respondí, mi voz más débil de lo que esperaba.
Mechas me miró con una mezcla de desaprobación y curiosidad. "¿Eso tiene algo de malo?"
**¿Malo?** No, no lo era. Pero aún así, había algo en todo esto que no terminaba de encajar. "No", respondí, tratando de entender qué era lo que Mechas realmente quería de mí.
Mi padre continuó: "Técnicamente, ese niño no te hizo algo como lo que te hizo su padre. O debo decir, tu anterior dueño."
**Mi anterior dueño.** Esas palabras cayeron pesadas sobre mí. ¿Era eso lo que Junior y Golfo eran para mí ahora? **Solo parte de mi pasado.**
Mechas se acercó un poco más, bajando la voz como si fuera a decir algo importante. "Así que vas a tener que hacer una cosa, si es que me eres fiel."
Mis oídos se erguieron de inmediato. **¿Qué quería ahora?** "¿Qué es?" pregunté, sintiendo un nudo en el estómago.
Mechas me miró fijamente, su sonrisa más fría de lo habitual. "Quiero que te acerques al niño."
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Sí, Padre
FanfictionQué pasaría sí el plan de Mechas, para vengarse de Golfo, no hubiese sido permitir que un perrero capturara a Scamp sino algo mucho peor. Recordemos a Scamp, el hijo de Golfo y Reina, quien huyó de casa luego de estar harto de ser un perro casero, s...