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Corríamos bajo la luz de la luna, mi padre y yo, con grandes cortes de carne colgando de nuestras mandíbulas. Sentía el viento rozar mi pelaje mientras saltaba entre los callejones, ligero y veloz. Esto es lo que necesitaba. Esto es lo que me hacía olvidar esas cosas molestas, las dudas, las palabras de Brutus, el pasado. Correr libre, sin cadenas, con la carne fresca en mi boca, era la verdadera libertad que siempre había anhelado.

Mechas y yo seguíamos avanzando por las calles, y aunque mis patas comenzaban a sentir el cansancio, nada podía detenernos. Íbamos en sintonía, como padre e hijo, unidos por ese vínculo de ser los líderes de la manada. Pero entonces, después de un rato de correr, algo en el paisaje me pareció extrañamente familiar. Frené un poco y miré a mi alrededor. Este lugar... había algo en él que me recordaba a algo, a alguien.

"Este es el lugar donde solía vivir," dijo Mechas con una voz serena, rompiendo el silencio de la noche.

Miré más de cerca y entonces lo vi. La cerca de madera. La misma por la que, siendo un cachorro, había visto a Mechas por primera vez. Mooch, Angela... todos estaban ahí ese día, justo en esa esquina. Pero algo había cambiado. La vieja madera por donde Mechas se había escapado ya no estaba. En su lugar, una nueva tabla cubría el agujero, sellando el escape que alguna vez me había mostrado el camino a esta vida.

Al verla, mi mente comenzó a recordar más de ese día. Recordé cómo me sentí al ver a Mechas por primera vez, fuerte, imponente, tan seguro de sí mismo. Mooch y Angela lo seguían como si él fuera el centro de todo. Yo, en cambio, solo era un cachorro curioso, observando desde el otro lado de la cerca, sin saber que ese momento cambiaría mi vida para siempre.

"¿Recuerdas cómo fue ese día que me viste por primera vez?", preguntó Mechas con una sonrisa en el rostro, sin dejar de caminar, pero notando que yo estaba perdido en esos recuerdos.

"Sí, lo recuerdo," respondí, con la mirada fija en esa cerca que ahora estaba reparada. Lo recordaba todo.

Sí, PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora