Capítulo 53: Escape

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"Acto 3 – miércoles 16 de septiembre 2015"

Giovanni

Terminamos de comprar y nos dispusimos a regresar a la escuela, presiento que debí haber respondido a algo diferente a lo que ella me dijo, no supe cuál era la respuesta correcta y me daba miedo dirigirle la palabra.

Al instante que aparentemente ella iba a decir algo sonó mi teléfono y por dicha razón no dijo nada más, al revisarlo vi el nombre de Dalila, se me hizo extraño que me llamara, pero respondí.

—Qué bueno que me contestas, tienes que saber algo, es Heymi, viene para acá y quiere verte —Me detuve en seco y nuevamente me quedé sin palabras. Vanessa avanzó un poco sin percatarse que me detuve hasta unos 3 metros más o menos, volteó y me vio con un mal semblante.

—¿Estás bien? Parece que viste a un muerto —No supe que responderle a Vanessa, me asusté y no supe que hacer, si ellas dos se encuentran no sé qué podría pasar...

Dalila

La situación está más que jodida, creo que Giovanni está en serios problemas y no tengo ni la menor idea de cómo puedo ayudarlo, pienso que haber aceptado a Heymi fue una de las peores decisiones que ha tomado (en su larga lista de malas decisiones) y ahora está por juntarse todo.

Ella dijo que estaba por llegar así que debería estar en algún lugar si es que no ya llegó, debo ir a buscarla —Dalila se dirigió rápidamente a la entrada de la escuela esperando a encontrarla, justamente en ese momento ella iba llegando así que intentó cubrir a Giovanni en lo que llegaba.

—¡Dali! Qué casualidad encontrarte —Obviamente no era simple casualidad, pero Dalila ya estaba improvisando.

—No es casualidad, es que Giovanni salió a hacer unas compras y me pidió que viniera por ti para que no te quedaras sola, pero ven, vamos a dar una vuelta, ya no debería tardar demasiado.

Giovanni

Después de la llamada Giovanni se quedó congelado, Vanessa se acercó a él para tomarlo del brazo y decirle que debían apurarse o se les haría tarde.

—Tenemos que regresar —Dijo de manera muy seca, en el fondo parece que ella no está feliz de estar en el festival.

—¿Por qué me dijiste hace un momento si quería escapar?

—Ignora eso, de todas formas, aunque quisiéramos, nos están esperando en la escuela, no es como que podamos irnos, así como así.

—Pero... ¿Y si pudiéramos? ¿A dónde te gustaría ir? —Preguntó Giovanni intentando acercarse más a ella.

—Hay un lugar que me gustaba visitar mucho cuando era más pequeña, solía escapar a ese lugar cuando las cosas no iban bien, nadie me buscada de todas maneras así que no me preocupaba el perderme en ese lugar un rato —Giovanni lo pensó un momento y entonces se armó de valor para decirle.

—¿Te gustaría ir a ese lugar? —Ella lo miró unos minutos y entonces se le ocurrió una idea.

—Se me ocurre algo, dejemos las cosas en la entrada de la escuela y que los chicos salgan por ellas, nos vamos rápido para que no nos detengan y así nos escapamos.

—Le diré a Dalila que nos cubra, estoy seguro de que ella no medirá que no —Vanessa no termina de confiar en Dalila, pero al notar que Giovanni estaba seguro aceptó el plan que acababa de surgir y entonces lo hicieron. Ambos chicos llamaron por teléfono y entonces el plan comenzó.

Dalila necesito tu ayuda —Le contó el plan y aunque ella se escuchaba molesta decidió aceptar porque sabía muy bien que si Vanessa y Heymi se encontraban Giovanni estaría en un enorme problema.

—Está bien, pero me debes una y demasiado grande, tendré que ver cómo me deshago de Heymi... Rayos eso sonó demasiado feo, solo vete y que no te encuentren, pasas por tus cosas a mi casa por la tarde —Giovanni colgó y entonces le contó a Vanessa que todo estaba listo.

Dejaron las cosas en la entrada de la escuela y se fueron corriendo por el campo, el lugar estaba algo lejos, unos 20 minutos a pie desde la escuela, pero valdría la pena, eso aseguraba Vanessa.

Dalila

Ese hijo de su mamá... ¿Ahora que se supone que debo hacer? Tengo que dejar de aceptar estas cosas sin pensar, por un lado, lo quiero ayudar por que se nota que está enamorado de Vanessa, pero jugar así con una chica no está nada bien... Supongo que yo solo debo hacer mi parte por ahora.

Me dirigí a donde estaban sentados los chicos, se ven felices en especial Heymi, dios esto va a ser mucho más complicado de lo que creí, pensé que las cosas iban a ser sencillas, pero me está costando demasiado, nunca es fácil romperle la ilusiones a una persona y menos a la enamorada de tu mejor amigo, aunque después de todo solo ella es la que está enamorada, me pregunto si se lo dijo el día que comenzaron a andar, sin duda tengo que regañar a Giovanni en cuanto lo vuelva a ver.

Aunque ahora me pregunto a donde se habrá ido, sé que se escapó con Vanessa, quizás debería buscarlos, pero no puedo dejar el trabajo aquí, Aahh tengo que dejar de meterme en estas cosas.

Heymi preguntó por Giovanni y rápidamente inventé una excusa para poder hacer que se vaya.

—Verás... Es que tuvo una emergencia familiar y tuvo que irse rápido, me dijo que te llamaría más tarde para disculparse —Vi su mirada de decepción y tristeza, eso me puso un poco mal.

—Entiendo, quería pasar el rato con él, pero creo que debo decir adiós, ya nos veremos en otra ocasión —Creo que eso fue demasiado sencillo, pero es mejor así, me siento mal por ella, aun así, cuando vea a Giovanni de nuevo se va a llevar un buen regaño.

Los chicos se despidieron y se fueron bastante rápido, por otro lado, yo me ocupé de regresar a los deberes del grupo, lidié con ellos, pero ahora también debo lidiar con las tareas del grupo.

Giovanni

Vanessa y yo caminamos por aproximadamente 15 minutos hasta llegar a una parte más escondida del campo, ya no había ruidos de personas solamente el viento rozando las hojas de los árboles, seguimos un pequeño sendero que se perdía poco a poco con la maleza y entonces al cruzan por unos cuantos arboles llegamos a una especie de mini claro rodeado por árboles, estaba un poco escondido y fuera del camino principal por lo que era casi imposible que alguien viniera por aquí.

—Sabes, es la primera vez que alguien viene conmigo, ni mi novio conoce este lugar —Sus palabras me dejaron pensando si eso significaba algo.

—Suelo venir aquí cuando no me siento bien, cuando algo me abruma o simplemente necesito paz, la vida en casa no es sencilla y creo que estar aquí me relaja, no hay ruido de personas, incluso vengo a dibujar aquí para relajarme.

—Me acerqué un poco más a ella y entonces solo se recostó en el brillante pasto del claro.

—Acuéstate conmigo, simplemente disfrutemos de esta calma, sé que tienes muchas cosas en la mente —Me recosté demasiado cerca de ella, cuando me di cuenta de eso los nervios se apoderaron de mí, no sabía que decir en ese instante, cerré los ojos e intenté respirar cuando sentí calidez en mi mano izquierda.

Vanessa puso su mano sobre la mía y al girar la cabeza me dirigió una hermosa sonrisa, giré la mano para que nuestros dedos se pudieran entrelazar y nos quedamos recostados tomados de la mano por un largo rato más.

Tu Falso Amor Parte 2: El mundo termina sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora