Capítulo 94: Instante

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"Acto 5 – lunes 20 de febrero 2017"

Esperé angustiado y enojado a que mi familia llegara, me la pasé pensando en cómo les preguntaría las cosas, siempre llegan borrachos porque no saben hacer otra cosa, muchas veces por llegar así es que mi mamá y padrastro llegan a pelearse, nunca he visto que lo hagan a golpes, pero siempre se escuchan sus gritos.

Estoy preocupado, que rayos está pasando, por qué las cosas tienen que salir de esta manera, en un intento desesperado supliqué a dios pidiéndole que no me castigara de esta manera, no soy muy devoto, pero nadie merece todo esto.

Son aproximadamente las 11:30 de la noche, toda la casa está en silencio hasta que se escuchan voces provenientes del zaguán de la casa, me asomo por la ventana y los veo entrar casi tropezando por lo borrachos que vienen.

Salgo para ver a mi mamá con los ojos llorosos, creo que otra vez pelearon ellos, mi padrastro entra detrás de ella sin decir una palabra y de pronto ella comienza a gritarle que para qué entra a la casa si se supone que ya se iba a ir.

Mi padrastro no le dice nada y entonces ella voltea a verme y se aleja de todos para venir conmigo, de forma totalmente extraña ella me abraza y me dice que solo le quedo yo, entonces sin rodeos yo le pregunto si sabe algo del dinero que estaba en mi caja.

En un inicio ella se hace la despistada y alega que mejor se irá a dormir por que le duele la cabeza, cuando le digo que mi dinero desapareció y solo ellos entran a mi cuarto es cuando mi hermana interviene preguntando —¿Necesitas mucho ese dinero? —Volteo a verla preocupado casi gritándole en donde estaba.

—La fiesta de quince años de tu hermana es en menos de un mes, aún nos hace falta dinero así que agarramos el dinero que tenías en tu cajón —Me quedé petrificando, escuchando esas palabras mi expresión cambió rápidamente a una de ira y le grité reclamando que me lo regresaran.

—Es una ilusión de tu hermana hacerle esa fiesta deberías apoyarla en vez de estar guardando ese dinero —No sé si es el alcohol, pero ella no piensa en las palabras que está diciendo, cada una es peor que la anterior.

—En 3 días tengo que pagar mi examen de la universidad, por favor regrésenme ese dinero que me va a hacer mucha falta, lo hago porque en verdad quiero salir adelante y aspirar a algo mejor —En este punto yo ya estaba llorando desesperado suplicando por ver mi dinero de vuelta.

—Para que lo gastas en esas tonterías, ni siquiera eres buen estudiante y no sirve para nada tener una carrera, hay muchos que después de graduarse ni siquiera tienen trabajo ¿Y dónde quedó todo su pinche dinero? Tirado a la basura —No puedo creer las idioteces que mi madre está diciendo.

—En vez de estar tirando tu dinero mejor disfrútalo, gástalo, mañana capaz y te mueres y no disfrutaste ese dinero, a tu hermana le hace ilusión su fiestecita entonces mejor hay que apoyarla en eso en vez de esas tonterías que dices —Con esas últimas palabras mis esperanzas de recuperar mi dinero se esfumaron completamente y solo acepté que el esfuerzo de estos meses había sido completamente en vano.

Mi madre se dio la vuelta y comenzó a caminar, sin miedo a nada le comencé a gritar, comencé a reclamarle por que en todo este tiempo había sido tan injusta conmigo.

—¡¿Por qué lo haces?! ¡¿Por qué solo a mí me tratas mal?! Intento no ser una molestia para ti, intento no hacerte gastar dinero y tú vas y le das todo a mis hermanos, ellos te piden y tú, aunque no tienes dinero andas hasta robando para darle todo a ellos ¡CONTESTAME! —Ese último grito detonó todo lo que vino después.

Caminó rápido a mi tambaleándose por su estado y antes de que me diera cuenta me dio una fuerte bofetada en la cara gritando —¡NO ME GRITES A MI QUE SOY TU MADRE! —Me tiró otra bofetada seguida de otra y otra hasta tirarme al piso.

Llorando y tirado en el suelo levanté la mirada para ver su rostro, nunca antes me había dedicado una mirada a si, en ese momento pude ver como ella quería que estuviese muerto, ella con esa expresión de odio en la frente y esa forma de apretar los dientes me confirmó que solo quería deshacerse de mí.

—Eres un puto iluso, tú crees que la vida es fácil y que con tirar tu dinero vas a salir de donde estamos, vienes de un pinche pueblo jodido ¿En verdad crees que vas a ser alguien en la vida? Ni siquiera puedes tener buenas calificaciones, no eres más que un pobre pendejo —Seguía tirado en el piso, ella me dio una patada gritando que ya me largara a dormir y ella se fue caminando como si nada a su cuarto.

Ya perdí todo, sin familia ni amigos cerca, sin la persona que amaba ¿Qué sentido tiene seguir? Esperé a que oscureciera más, es entonces que empecé a escribir una última carta y espero que Manuel pueda leerla, no tengo forma de mandarle mensaje ahora mismo así que esta es la única forma.

Llené hasta desbordar el plato de comida de mi gato y lo acaricié por última vez, discúlpame pequeño, pero yo ya no puedo más, tomé la soga que tenía guardada y me dirigí al techo de la casa para terminar de una vez con esto.

La casa no es de un solo piso, pero me sirve para hacer lo que estoy dispuesto a hacer ahora mismo, la misma voz que me ha atormentado estos días me repite lo mismo una y otra vez "Eres una basura por la que nadie se preocupará" Quizás solo soy yo mismo recordándome lo que en verdad soy.

"Cállate" Susurré mientras terminaba de amarrar la soga a una de las varillas salientes del techo, la brisa se siente bastante fría, los perros del vecino no dejan de ladrar por mi presencia, pero ya no me importa, no tengo la menor idea de lo que habrá más allá ¿Oscuridad? ¿El cielo o el infierno?

Coloqué el lazo alrededor de mi cuello y dando un suspiró profundo salté, el tirón fue demasiado fuerte y el cuello hizo que todo el cuerpo me doliera por el impacto, siento la soga apretar mi cuello y conforme me quedo sin aire todo se va oscureciendo.

Unos gritos de fondo decían mi nombre, pero poco a poco dejé de escucharlos, finalmente todo quedó en negro y yo dejé de escuchar, todo se oscureció y dejé de sentir, mi mente se fragmentó y vi recuerdos de toda mi vida incluso recuerdos que jamás he vivido. Esos recuerdos se fueron separando y todo se fue ennegreciendo.

Una vez que todo se convirtió en oscuridad por fin comencé a olvidar...

*Giovanni*

*Giovanni*

—¡Giovanni despierta! —Abrí los ojos y di un salto mientras un enorme suspiro salía de mí pecho, miré a mi alrededor y me encontraba sentado en mi lugar de siempre, de inmediato reconocí este escenario.

¡¿Estaba en la secundaria?! Manuel me miraba preocupado diciendo que pese a estar en exámenes finales es la primera vez que me quedaba dormido tan profundamente.

—Lo siento hermano creo que Dalila me regañará si me sigo durmiendo así en clases —Tras decir esas últimas palabras una sensación de vació apareció en mi pecho y todo empeoró cuando escuche a Manuel preguntar.

—¿Quién es Dalila?

Tu Falso Amor Parte 2: El mundo termina sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora