Capítulo 96: Un cero que no termina

2 0 0
                                    

"Acto 5 – martes 04 de julio 2017"

Después de lo que sucedió hace unos meses mi madre comenzó a ponerse distante conmigo, no escuché una disculpa de ella ni tampoco que quisiera arreglar las cosas, la fiesta de mi hermana al final sucedió, el día de los preparativos y el día de la fiesta me fui de casa.

De mi dinero no supe nada así que mi oportunidad de entrar a la universidad se vino al piso, el examen de admisión fue el mes pasado y Manuel me confirmo que los resultados le llegaron hace una semana, fue aceptado en la carrera de desarrollo de software.

Lo felicité por sus resultados y acordamos reunirnos un día de estos para salir a tomar algo, de Dalila no volví a saber nada y hace poco recibí un mensaje de Sofia diciendo que vio un letrero en su casa anunciando que la propiedad se encontraba en venta.

No lograron contactar a su mamá y todo apunta a que ella vendió la casa para irse a otro lado, como no tiene redes sociales es imposible contactarla más que por teléfono.

Acepté lo que sucedió con Dalila, no tengo idea de en donde la habrán enterrado ni tampoco sé que sucedió realmente en su mente como para provocarle ese accidente.

Hoy es la graduación de la preparatoria, pese a todo lo que sucedió decidí que era mejor seguir adelante, me esforcé para tener las mejores calificaciones para cerrar con broche de oro pese a que ya no entraré a la universidad.

Me coloqué por última vez este uniforme, tantos recuerdos buenos como malos venían a mi mente, estos tres años han estado llenos de muchas experiencias, pero realmente no quiero estar aquí.

Regresé a mi trabajo después de todo lo sucedido, también le encargué a Manuel el cuidado del pequeño pantalones por un tiempo en lo que mejoraba, mi madre se había quejado en varias ocasiones del gato así que para evitar el temor de que le llegara a hacer algo preferí alejarlo un tiempo.

Las cosas desde mi intento de quitarme la vida no han sido sencillas, la gente en la escuela se enteró de lo que hice y aunque la mayoría no me hablaba ahora todos era un poco más fríos conmigo, la única amistad que logré conservar fue a Elizabeth con quien poco a poco comenzaba a llevarme mejor.

Me ayudó a hacer un poco más llevadera mi estadía en estos últimos meses, Beatriz, aunque no se acercaba mucho ocasionalmente me hacía compañía en la escuela también y me ayudaba a resolver dudas con mis trabajos.

Vanessa jamás volvió a hablarme desde aquél día en el que la ignoré, una vez una profesora me preguntó si ya no éramos novios, me sorprendí un poco por su afirmación ya que ella creía que como pasábamos mucho tiempo juntos desde el inicio de la escuela probablemente seriamos pareja o algo así.

La escuela es pequeña y los profesores siguen siendo los mismos así que por eso nos recuerdan tan bien, al final solo me limitaba a contestar que simplemente dejamos de ser amigos.

Poco después me enteré de que cuando a ella le preguntaron por qué nos alejamos decía que yo me hice a un lado y me enojé con ella por haber conseguido novio, básicamente decía que yo hice el berrinche.

Quizás tiene razón, fue ese el motivo, aunque también las cosas que me dijo al final me hicieron darme cuenta de que era mejor alejarme pues solo estaría lastimándome.

Un día un compañero entró diciéndome si ya sabía lo que había pasado, cuando le pregunté a que se refería nos contó que el nuevo novio de Vanessa había estado platicando con todos como se la había llevado a la cama.

Escuchar eso me partió por completo el corazón, el tipo andaba platicando por todos lados como ella era una chica tranquila, pero en la cama era toda una zorra, incluso existía el rumor de que un video de ella andaba rondando por ahí.

Nunca lo supe y no quise saberlo, a ella la amé como a nadie y saber que su vida fue por ese camino me duele en el corazón, no puedo hacer nada y desde ahora solo veré por mí mismo.

Mientras pienso en estas cosas me doy cuenta de lo felices que se ven todos, por algún motivo no puedo mirar a nadie al rostro y llevo meses caminando, mirando al piso pensado en que solo soy yo contra el mundo.

Algunas noches me la pasaba rezando a dios esperando a que me ayudara a reparar las cosas, esperando algún milagro para poder tener la fuerza de voluntad y seguir adelante.

Hace un tiempo dejé de hacerlo y mi fe poco a poco se fue perdiendo, no tengo ni idea de si existe un dios o no, pero yo ya no rezaré a ninguno, si algún día muero y merezco un juicio estaré dispuesto a aceptarlo.

Poco a poco me acerco a la escuela, veo a muchos estudiantes caminar felices junto a sus familiares, las chicas en especial van a la escuela con peinados muy elaborados y se nota que se han arreglado para la graduación.

Algunos de ellos incluso tienen un padrino de graduación y llevan arreglos florales con globos que dicen "Feliz graduación" se nota mucho quienes van a festejar a lo grande el día de hoy.

La mitad de estas personas tiene familiares padrotes así que no me extraña que hagan una buena fiesta para festejar este logro, aunque muchos de ellos tengan las peores calificaciones de la escuela.

Mientras todos van acompañados yo llego a la ceremonia y me siento en mi lugar solo esperando a que todo comience y tenga fin, poco a poco la gente va llegando y el director hace el primer llamado pidiendo que todos tomen asiento pues la ceremonia de clausura está por comenzar.

Una muy pequeña e ilusa parte de mí tenía fe en que de repente vería a mi familia llegar para festejar conmigo este día.

Al final fue casi lo mismo que cuando salí de la secundaria, comenzaron a llamar uno a uno a los compañeros para entregarles sus documentos donde certificaban sus estudios.

Podías escuchar a las familias de todos aplaudirles cuando sus hijos pasaban a recibir sus documentos incluso camarógrafos tomaban fotos de este momento tan importante.

Cuando llegó mi turno solo se escuchó silencio, incluso el director que era el presentador se sintió un poco incomodo, mi mirada fue de indiferencia, aunque nadie lo notó porque incluso en este momento miraba hacia el piso, llegué con los profesores y una maestra nos entregó a todos una taza con nuestro nombre grabado en ella.

Regresé de nuevo a mi lugar en lo que fue el minuto más triste de mi vida y después de eso dejé de prestar atención, la ceremonia concluyó y me enteré de que se tomaría una foto grupal, aunque cuando lo supe fue cuando la tomaron.

Nadie me llamó para formar parte de ella así que es como si no hubiese existido, sé que nadie me recordará y después de cruzar esta puerta no tendré relación con nadie que esté aquí.

Cuando dijeron que todos podíamos irnos simplemente salí del lugar y comencé a caminar rumbo a casa, la graduación de mi hermana está cerca y sé que el harán una pequeña fiesta, aunque su fiesta de quince años fue hace poco.

Me detuve en uno de los campos cercanos a la escuela y furioso arrojé la taza que me dieron, grité de desesperación e impotencia y juré que dejaría todo esto atrás, no quiero tener nada que ver con lo sucedido en esta escuela y en cuando pueda me alejaré hasta de mi familia.

Quizás solo así pueda descansar en paz y quizás solo a si pueda comenzar una vez más...

Tu Falso Amor Parte 2: El mundo termina sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora