Tu Falso Amor Parte 2: El mundo termina sin ti

Capítulo 87: El último encuentro

"Acto 5 – martes 10 de enero 2017"

Caí violentamente al piso mientras intentaba dirigir mi vista hacia la dirección en la que vino el golpe, cuando finalmente pude ver a mi atacante me di cuenta de que se trataba de Miguel.

—Tú y yo tenemos algo que terminar hijo de tu puta madre, la última vez te ayudaron, pero hoy no te vas a salvar —Comenzó a patearme en el estómago y una de sus patadas fue tan fuerte que pude sentir como se me iba el aire.

Sentía como si estuviera ahogándome, no podía respirar y lo único que podía hacer era cubrirme con los brazos el estómago e intentar amortiguar un poco las patadas.

Mi teléfono había salido volando un par de metros de mi así que con las pocas fuerzas que me quedaban intenté arrastrarme hasta el para alcanzarlo, el brazo me tiembla por completo y siento como si no tuviera fuerzas.

Estando a punto de alcanzarlo Miguel pisó mi mano de forma violenta evitando que pudiera tomarlo —No vas a llamar a nadie —Dijo tomando mi teléfono y lanzándolo lejos de donde estábamos.

Finalmente me agarró del cuello y lo siguiente que sentí fueron repetidos golpes en la cara, cada golpe se sentía más fuerte que el anterior y en un momento comencé a sentir como sangraba por la nariz.

—¡¿Tienes idea de lo que sufrí por tu puta culpa?! Terminé en un asqueroso anexo, te haré sufrir cada cosa que viví en ese lugar —Sostenía con fuerza el brazo con el que me sujetaba, pero poco a poco iba perdiendo fuerza.

No sé si tengo hinchado uno de mis ojos, pero ya no puedo ver nada, siento como se va oscureciendo mi vista y lo último que estoy sintiendo son los golpes que siguen impactando contra mi rostro.

Al final solté su brazo y lo último que alcancé a decir fue —Es una pena que hayamos terminado así —Después de eso perdí por completo el conocimiento.

Vanessa

Antes de llegar al centro nos dividimos en dos grupos, Dalila salió corriendo por una de las calles esperando a encontrar a Giovanni mientras que Giselle y yo iríamos por detrás de la iglesia, quedamos que nos llamaríamos en caso de encontrarlo.

Siento que algo me oprime el pecho y estoy comenzando a tener un mal presentimiento en todo esto, yo solo espero que las cosas salgan bien y podamos evitar que algo malo suceda, sé que él y yo nos hemos distanciado un poco últimamente, pero es mi amigo y no quisiera que nada malo le pase.

Dimos la vuelta en la esquina de la calle y vimos a algunas personas correr mientras que de fondo se escuchaba —¡Ya déjalo cabrón, ya lo mataste! —Nos asustamos y al acercarnos dos sujetos estaban separando a Miguel de Giovanni que se encontraba tirado en el piso sin moverse.

Aunque eran dos personas no lo pudieron agarrar bien porque se les zafó de las manos y se acercó de nuevo para seguir pateándolo, cuando finalmente pudieron agarrarlo uno de ellos llamó a una patrulla para pedir apoyo.

—Creo que el hijo de su perra madre ya mató al muchacho —Dijo uno de los señores que estaba sosteniendo a Miguel.

Rápidamente nos acercamos diciendo que lo conocíamos y que queríamos ayudar, la escena era horrible, Giovanni estaba cubierto de sangre, tenía varias heridas en la cara y no se movía.

Estaba en shock y no sabía que hacer, antes de que pudiésemos hacer algo se escuchó un grito tan desgarrador que asustó a todos los que estaba presentes.

Estaba acercándome a Giovanni cuando escuché —¡No lo toques! ¡Aléjate de él! —Era Dalila, nos había encontrado y al ver a Giovanni tirado en el piso de abalanzó a abrazarlo mientras gritaba por ayuda.

—¡Alguien llame a una ambulancia por favor! —Gritaba de forma desesperada, cuando nos acercamos a ellos dos notamos como estaba llorando de forma incontrolable, de forma extraña de repente se quedó en silencio y lo que escuché me sorprendió tanto y al mismo tiempo me pregunté si algo más estaba pasando.

—Fer... —Dijo en voz baja, la vi extender la palma de su mano la cual estaba cubierta de sangre y entonces se retiró rápidamente viendo a todos lados dejando notar que estaba asustada.

—¿En dónde estoy? ¿Qué está pasando? ¿Fer? —Me acerqué a ella lentamente para preguntarle si estaba bien y su respuesta me asustó.

—¿Quién eres tú? —Le grité que no era momento para bromas y que teníamos que hacer algo.

—¿Qué estoy haciendo aquí? —Entonces se levantó rápidamente viendo desesperadamente a todos lados y salió corriendo del lugar, me preocupé demasiado y quise ir tras ella sin embargo la situación aquí era peor de la que esperábamos.

Uno de los señores le tomó el pulso y nos dijo que cada vez se hacía más débil, antes de que pudieran detener a Miguel este alcanzó a darle una buena cantidad de golpes.

Nos preguntaron si podíamos llamar a sus familiares para que vinieran en la brevedad, como ninguna de nosotras tenía sus números de teléfono comenzamos a pensar en que hacer, Giselle se comprometió a cuidarlo mientras yo iba a su casa a ver si encontrábamos a alguien.

Salí corriendo lo más rápido que pude pensando al mismo tiempo en la situación con Dalila y lo mucho que me preocupaba su forma de actuar —¿En qué momento todo se fue al carajo?