Capítulo 56: Interludio III

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"Acto 4 – lunes 16 de noviembre 2015"

Giovanni

Tener problemas en casa y hacer enojar a mi mejor amiga provoca que quiera llorar por la desesperación, aunque entiendo que yo mismo provoqué esto, hoy hablaré con Vanessa, cueste lo que me cueste, desde que dejamos de hablar ella volvió a comer sola y se alejó de todos, siento que esto es mi culpa, yo provoqué todo y ahora debo encontrar una manera de repararlo ¿Podré hacerlo? Cada vez me lleno de más dudas y no tengo ninguna respuesta.

Llegué a la escuela y me senté en mi lugar habitual, para mi sorpresa Dalila esta vez cambió de lugar así que estaba solo, siempre he tenido miedo a esto, a estar solo, creo que no estoy listo para enfrentarlo solo, sentado en mi lugar comencé a sentirme sofocado, me comenzó a faltar un poco el aire y un sudor frio comenzó a recorrer mi frente, al levantarme sentí un mareo y cuando di mis primeros pasos pensé que me caería.

Sali lo más rápido que pude para intentar tomar aire, saliendo del salón me topé de frente con Vanessa quien me miró unos segundos, yo la esquivé y corrí lo más rápido que pude al baño, entré empujando la puerta y entré a uno de los cubículos para vomitar, me quedé adentro unos minutos en lo que recuperaba la conciencia de nuevo ¿Qué me acaba de suceder?

No me siento bien, miré la palma de mi mano, estaba temblando demasiado, nunca me había sentido así y no sé qué hacer ahora... Por unos momentos más me quebré y entonces dejé salir unas lágrimas.

¿Enserio soy incapaz de enfrentar lo que hice? Todas estas ideas me comenzaron a abrumar de nuevo y volvía vomitar, no desayuné mucho pero ahora si tengo el estómago vacío.

Salí del cubículo y me lavé las manos, salí un poco más relajado y regresé al salón de clases, en verdad no estoy listo y no sé qué es lo que me acaba de pasar, por ahora me enfocaré en la escuela y en el receso decidiré que hacer.

El tiempo se fue rápido, al final fue como parpadear y encontrarme en mi hora de descanso, el salón que quedó vacío y vi a Dalila salir sola mientras hablaba por teléfono, hablaré con ella después de ir con Vanessa, en este tiempo he causado problemas a las personas cercanas a mí y como ella me lo dijo, debo arreglar todo de una vez.

Salí para buscar a Vanessa a lo lejos la vi en una de las bancas más alejadas comiendo sola disfrutando de su descanso, entre más me acercaba más podría sentir mis piernas temblar y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

—Si no es ahora no será nunca —Dije en mi mente decidido a hacerlo. Estando enfrente de ella solo pudo salir un "Hola" pero ella solo siguió comiendo.

—¿Puedo sentarme contigo un momento? —Le dije sin recibir respuesta alguna, no tenía más opciones y no quiero forzar a estar aquí si ella no quiere verme.

—Entiendo que no quieras verme ni hablarme, cometí un error, no debí jugar como lo hice, no debí hacerte daño y quiero decirte que lo siento, no debí hacerte daño y ahora ni siquiera tengo tu amistad, sé que no la merezco así que solo quería disculparme contigo —Di unos pasos hacia atrás y al dar la vuelta ella por fin habló.

—Después de ese día me he planteado muchas cosas, arreglé las cosas con mi novio y volvimos a darnos una oportunidad después de estar a punto de terminar, sinceramente creo que aceleré las cosas contigo, pero hay una cosa que me molesta ¿Tu amiga te dijo que vineras a disculparte no? Me di cuenta de que no han hablado en todo lo que llevamos del día —No supe que decirle y me quedé en silencio.

—Ese silencio me dio tu respuesta, mira Giovanni yo pensé en verdad que eras un buen chico, pensé que tenías criterio propio y la seriedad suficiente para hacer las cosas bien —Eso me rompió el corazón, porque entonces todo lo que llegué a intentar con Vanessa ha sido tirado a la basura por mi forma de actuar.

—Se que cometí errores, sé que lo que hice estuvo mal, no vengo a pedirte que olvides todo, solo quiero pedirte que me des la oportunidad de arreglar lo que hice —Se levantó enojada para acercarse a mí y hablarme de frente.

—¿Dejarte arreglar las cosas? Escucha lo que estás diciendo, lo que hiciste no tiene perdón, me dijiste que estabas enamorado de mí, me dijiste que querías estar conmigo —Me empujó con fuerza haciéndome retroceder unos pasos —¡Maldita sea, estaba dispuesta a dejar todo por ti! Pero si para ti es así de sencillo jugar con los corazones de dos chicas que cometieron el error de quererte entonces me queda claro que me equivoqué contigo y en lo que a mi concierne eres igual a la basura de hombres que hay en este asqueroso pueblo —Ahora déjame comer en paz, ya tienes lo que querías, después de esto creo que no tenemos nada más de lo que hablar —Todo lo que había que decirse se dijo en este momento y no me iba a quedar de otra más que irme y no molestarla.

Me fui con la cabeza baja de regreso al salón, pensé en lo que ella me dijo y comencé a pensar en qué momento es que decidí tomar todas estas malas decisiones, si tan solo pudiera evitar haber hecho todo esto.

—¿Estás bien? —Dijo Dalila en voz baja mirándome tímidamente tras la puerta del salón, me sorprendió que estuviera aquí después de lo que me dijo en la mañana.

—Está hecho, ahora solo me queda averiguar cómo disculparme con Heymi y entonces empezaré de nuevo, las cosas me salieron mal pero ahora comprendo que yo mismo lo elegí así —Se acercó a mí y pidió sentarse a mi lado.

—No fue mi intención forzarte a hacerlo, pero tenías que hacer algo y si no te animaba creo que jamás lo habrías hecho.

—Tienes razón, esto es lo que quería evitar, pero si lo hacía significaba que no aprendí de este error y si dejaba las cosas así ella tendría una peor imagen de mi —Se levantó y me abrazó, no correspondí al abrazo simplemente me quedé en silencio y comencé a llorar.

—En verdad me gusta Vanessa y ahora la he perdido para siempre, Dalila no sé qué hacer —Le dije llorando.

—Todo va a estar bien —Me acarició la cabeza y eso me ayudó a calmarme un poco.

—También tengo que disculparme contigo, en verdad lo siento Dalila, sé que has venido a relajarte de todo el estrés que tenías y yo solo te he metido en problemas, entiendo si te alejas de mi para estar en paz, incluso ahora deberías estar relajada y sin en cambio estás aquí por mi culpa.

—Puede que sí, pero al menos sé que aprendes de tus errores y ahora hiciste lo correcto, aunque eso te haya dolido lo hiciste.

—Era lo correcto... —Estoy orgullosa de ti —Me dijo Dalila y eso me hizo llorar más, la abracé también y nos quedamos así un rato.

Ese mismo día salí de la escuela, pasé a mi casa y fui a mi primer día de trabajo, arruiné las cosas por completo y estoy destruido por todo, pero no puedo seguir deprimiéndome pues tengo más cosas con las que debo lidiar.

Tu Falso Amor Parte 2: El mundo termina sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora