"Acto 4 – domingo 22 de noviembre 2015"
Dalila
Estoy sentada en una de las bancas enfrente del parque mientras logro ver por la ventana como Adriana y Giovanni están conversando, es cierto que él quiere arreglar las cosas, pero aún tiene miedo de enfrentar su situación, quizás me pasé al hacer esto a sus espaldas quizás se enoje conmigo cuando esto acabe, pero es mi mejor amigo y quiero ayudarlo.
Es más que obvio que algo sucede en su vida, no me lo ha dicho así que no puedo especular mucho, aun así, quiero que el cierre estas cosas para que no esté cargando este peso el solo, no puedo ayudarlo mucho con lo demás así que creo que he cumplido con mi parte como su amiga, el resto depende de él.
Aquí viene Adri, el momento de Heymi y Giovanni ha llegado así que toca esperar a ver que sucede.
—Ahora depende de él —Me dijo Adri mientras se sentaba a mi lado.
—Es algo tonto, pero es un buen chico —Adri me miró unos segundos y preguntó algo que me hizo pensar unos segundos antes de dar una respuesta.
—Se ve que lo quieres mucho, aunque me llama la atención el hecho de que tengas novio y estés aquí sin él, dime la verdad ¿Por qué ayudas tanto a tu amigo?
—La verdad es que mi novio no está en México, consiguió una beca para estudiar en otro país así que al no estar el decidí regresar y convivir un tiempo con un viejo amigo, ese es el motivo por el cual estoy aquí sin mi novio.
—No respondiste a mi pregunta —Dijo Adri, la verdad es que no tengo una respuesta para lo que ella preguntó, solo sé que quiero ayudarlo.
—No tengo una respuesta, pero te contaré una pequeña historia, cuando estaba en la secundaria era una chica solitaria, estaba rodeada de falsas amistades a las cuales no les importaba, después de vivir todo eso este chico apareció y me ayudó a vivir un montón de nuevas experiencias, no tienes idea lo divertida que es una fiesta de pueblo o jugar contra tus profesores en enfrente de toda la escuela. Viví todos esos momentos gracias a él y por eso le tengo mucho aprecio, porque todas esas experiencias me ayudaron a crecer como persona, pude enfrentar a las personas que me hacían daño y me sentí feliz de ya no ser la niña indefensa que todos creían que era.
—Ya veo, ahora todo tiene sentido ¿Te puedo preguntar una cosa más? —Su seriedad en momentos me asusta.
—Mientras todo lo que me contaste sucedía ¿En qué momento te enamoraste de él? —Esa pregunta no la vi venir y me tomó por sorpresa, al intentar hablar las palabras se me atoraban y creo que solo le confirmé algo que yo misma me negaba a aceptar.
—Sucedió cuando estábamos en secundaria, verás en esa escuela todos me trataban diferente por venir de una familia bien acomodada, no es algo que quiera presumir, pero eso hacía que no todos fuesen honestos conmigo, la mayoría se acercaba a mí por dinero así que por eso no tenía buenas amistades. Cuando conozco a Giovanni me doy cuenta de que el me apreciaba por lo que era y no por lo que tenía, siempre se rodeaba de buenas amistades y estar cerca de él me hacía sentir cómoda, poco a poco me fui enamorando y entonces solo sucedió. Nunca se lo dije y después conocí a mi actual novio, hemos pasado mucho juntos y quiero que las cosas sigan así.
—No voy a profundizar más, creo que esto es algo de ustedes y yo no debería meterme, quiero que sepas que eres una chica agradable y me gustaría que seamos amigas.
—¿No lo éramos ya? —Le dije sonriendo.
—Lo sé, solo quiero que sepas que cuando quieras hablar de tus sentimientos te escucharé y aconsejaré, sé que Giovanni aún te gusta, aunque lo niegues así que esperaré al momento en el que finalmente te animes a hablar de tus sentimientos —Adri se levantó y vio que Heymi estaba saliendo de la tienda.
—Parece que todo acabó, espero verte de nuevo, cuídate mucho y piensa en lo que hablamos —Se fue dejándome sola, me levanté de mi asiento y lo que hablamos no me afectó hasta que estaba cerca del local y vi a Giovanni por la ventana, entendí que yo también tenía cosas pendientes por cerrar.
Giovanni
Heymi tomó asiento y solo me pude limitar a saludarla, ella estaba bastante nerviosa y eso se me pegó a mí, decidí que no podía seguir alargando esto así que tomé la iniciativa.
—Antes de decir cualquier cosa, quiero disculparme contigo, sé que cuando comenzamos algo aquel día acepté andar contigo y acepté intentarlo para que funcionara, no fui honesto contigo y desde el inicio debí haber rechazado todo para no lastimarte —Me miró y extendió sus manos pidiendo tomar mi mano un momento.
—Me disculpo contigo por que las cosas no han salido como deberían, en aquella ocasión me excedí y no supe entender que tú en realidad querías a alguien más, si te soy sincera me sigues gustando aún, eres un buen chico y eso me gusta, después de ese día entendí que no podría conquistarte, porque cuando quieres a alguien de verdad no es sencillo sacarlo de tu corazón ¿Cierto? Me alegra que hayamos podido hablar, sé que te bloqueé de todos lados, era mi manera de dejarte ir y espero me disculpes, solo quiero que entiendas que tengo que hacer algo con esto que siento.
—De verdad me disculpo contigo Heymi, eres una gran chica y lamento no poder corresponder a lo que sientes, pero no voy a jugar contigo ni con nadie.
—Agradezco tu honestidad, no sé qué haya pasado, definitivamente algo cambió en ti y me agrada que quieras hacer las cosas bien, espero que en el futuro podamos volver a encontrarnos y esta vez seamos buenos amigos, recuerdo cuando fuimos a comer pizza, quisiera pasar momentos divertidos como ese. No quiero distraerte más, cuando me vaya agradece a Dalila por todo esto, ella se esforzó mucho para ir a vernos y pedirnos venir el día de hoy, ella si es una amiga de verdad, cuídala mucho —Se levantó y se acercó a mí, me levanté y ella me abrazó, al despedirse me dio un beso en la mejilla y suspiré.
Me senté de nuevo en la mesa y al suspirar caí en cuenta de que todo esto se había arreglado, ya no hay enemistad con nadie y por eso mismo es que debo esforzarme, pedí una segunda oportunidad y se hizo realidad, si no hago las cosas bien entonces nada valdrá la pena.
Miré por la ventana y vi a Dalila del otro lado de la calle, todo esto se lo debo a ella y tengo que compensárselo, cuando ella entró al local tomó asiento y conversamos un poco de todo lo sucedido.
—Al final las cosas fueron más rápidas de lo que pensé que serían, pero me alegro de que lo hayas resuelto.
—Todo esto es gracias a ti te esforzaste para hacer que las cosas se arreglaran y no sé cómo agradecértelo.
—Si quieres agradecerme invítame un Moka de Oreo —Hicimos nuestra orden y seguimos en lo nuestro de nuevo, las vistas de esta ventana con bonitas, veo el ir y venir de los autos y ensero que estar así de tranquilo me hace disfrutar más de la vida.
Cuando terminamos nuestras bebidas salimos del local bastante alegres, el ambiente se sentía más tranquilo y caminamos para regresar al zócalo de Puebla.
—Oye Dalila, me dijiste que iríamos a un lugar sorpresa ¿A dónde iremos? —Le pregunté intrigado.
—Ah sobre eso, la verdad es que me siento un poco cansada y quisiera que regresemos a casa, por ahora creo que lo más importante ya sucedió así que con eso me doy por bien servida —Me quedé con la duda de a qué lugar iríamos, pero preferí hacerle caso y regresar junto a ella.
Este día salió bien y las cosas finalmente se acomodaron ¿Eso significa que los problemas en casa también se arreglarán?
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Tu Falso Amor Parte 2: El mundo termina sin ti
JugendliteraturDos meses han pasado desde la graduación y ya es momento de entrar a la preparatoria. La vida tiene sus complicaciones y esta vez es momento de enfrentarla directamente, problemas emocionales comienzan a aparecer y Giovanni iniciará un viaje hacia l...