"Acto 4 – viernes 18 de diciembre 2015"
Debo decir que estos meses han sido un poco más estables sin contar los problemas que he tenido en casa, en el trabajo no me van tan mal y creo que pronto podré tomar turnos de tiempo completo pues la semana que viene comienzan las vacaciones de invierno.
Faltan muy pocos días, de hecho, se supone que el invierno comienza este próximo lunes, pero pese a eso ya se siente mucho frio por las mañanas, estamos cerca a comenzar el 2016 y nos acercamos ya al final del tercer semestre, pronto comenzaremos un nuevo ciclo escolar y con eso llegaremos al final de la preparatoria.
No me había planteado que haré después, pero creo que tengo que averiguarlo si es que quiero tener una vida estable en el futuro, por ahora creo que es mejor que comience a revisar un poco, en sexto semestre debo tenerlo claro así que aún tengo un poco de tiempo.
Ahora mismo voy saliendo de casa y espero encontrarme a Dalila como todos los días para ir juntos a la escuela, me pregunto qué haría sin ella, recuerdo que me contó que regresará luego de un año así que nos queda aproximadamente 6 meses juntos para convivir, espero que después de eso no volvamos a perdernos el rastro, no quiero perder a más amigos.
Hablando de amigos creo que tengo que hablar más seguido con Manuel, ha sido mi amigo desde la secundaria y mi consejero, no hemos hablado porque prácticamente no tengo tiempo, pero en el fondo creo que solo busco escudarme de haber olvidado a mi mejor amigo.
Es raro, veo la esquina donde me encuentro a diario con Dalila, pero no logro verla por ningún lado, hasta ahora solo unas 4 veces no nos hemos visto, pero siempre me manda un mensaje para avisarme y esta vez no lo hizo, quizás deba llamarla y preguntarle.
El teléfono sonó varias veces hasta que finalmente escuché su voz por el altavoz —Ven lo más rápido que puedas, estoy dos calles debajo de donde siempre nos vemos, giras a la izquierda en la tienda y me verás —Me asustó el tono de voz con el que me hablaba así que bajé corriendo lo más rápido que pude hasta llegar donde me dijo.
Mientras corría pensé que quizás algo le estaba pasando o que alguien quería hacerle daño, al llegar al lugar la vi escondida detrás de un auto así que estaba un poco más tranquilo.
Giró la cabeza y me vio acercándome así que me hizo señas para que hiciera poco ruido —Un perro está persiguiendo a un gato y creo que está debajo del auto de allá adelante, quiero sacarlo, pero primero tengo que asustar al perro o el gato nunca saldrá —La miré un poco confundido, aunque aun así decidí ayudarla pese a mi miedo por los perros (me han mordido 2 veces).
Busqué piedras en el piso para ahuyentar al perro sin intentar golpearlo, les tengo miedo así que no quiero que al golpearlo tenga motivos para venir a morderme, al ahuyentarlo un poco Dalila corrió para intentar sacar al gato el cual no lo había visto aún.
Cuando ella se deslizó debajo del auto el perro corrió de nuevo y la mordió en la pierna haciendo que me asuste demasiado, por unos segundos me congelé hasta que escuché el grito de dolor, eso me hizo reaccionar y sin dudarlo me abalancé sobre el perro para intentar golpearlo y que la soltara.
En este punto todo fue tan rápido que al darme cuenta el perro ya me estaba mordiendo el brazo, forcejeé un poco hasta que unos señores que iban caminando por la calle nos vieron y vinieron a ayudarnos, lograron quitarnos al perro de encima y lo asustaron para que se fuera.
—Jóvenes ¿Están bien? —Nos preguntó el señor mientras ambos estábamos en el suelo.
—El dueño de ese perro vive en esa casa de ahí —Nos señaló la casa y nos aconsejó ir a un doctor rápido para descartar que el perro tuviera rabia o que se nos infectaran las heridas.
Los señores se fueron y cuando la adrenalina comenzó a bajar sentí como la herida me empezó a arder demasiado, al ver la mano vi como la herida era profunda y estaba sangrando mucho, al ver a Dalila estaba intentando hacer un poco de presión por el dolor en su pierna, pero con su otra mano estaba sujetando al pequeño gato en su regazo.
—¡Giovanni esto es grave! —Gritó asustada, al ver mi brazo, nos levantamos y caminamos rápidamente a mi casa para que nos ayudaran, al final los dos terminamos mordidos y esta era mi tercera mordida.
—Lo siento, es mi culpa por haberte hecho venir —Se escuchaba en su voz que estaba en verdad preocupada.
—No es tu culpa, es cierto que el perro me mordió, pero al menos logramos rescatar a este pequeñín —Acaricié la cabeza del gato el cual cerró los ojos y comenzó a ronronear, es un gato color café, no sé qué raza es, pero normalmente suelo decirles "capuchinos".
—Es un gato siamés —Me dijo Dalila aclarando mi duda.
—Estos gatos son conocidos por ser demasiado "parlanchines" se les conoce así porque son unos gatos que pueden hacer una enorme variedad de sonidos, más que los demás y por eso se ganaron ese apodo, además son demasiado nobles y muy cariñosos —Me sorprendió saber lo experta que era con los animales.
—En verdad sabes mucho de animales, se nota que les tienes mucho cariño —Caminamos a casa y al llegar le conté a mi mamá lo que pasó, al vernos heridos rápidamente nos llevó al seguro para que un doctor nos examinara y nos pudiera curar de las heridas.
Al final ese día no fuimos a la escuela así que por mi estaba bien, aunque la herida si fue profunda y tuvieron que hacerme algunos puntos, es la primera vez que me hacen algo así y dolió más de lo que pensé, apenas puedo mover el brazo y me pusieron un cabestrillo para no forzar mucho el movimiento en mi mano.
A Dalila solo le limpiaron la herida y le pusieron una venda para protegerla, regresamos a casa y Dalila se quedó todo el día para que pudiéramos cuidar al gato.
Ella me enseñó todo sobre el cuidado de animales así que estaba aprendiendo mucho, para mi sorpresa ella planeaba dejar al gato aquí en mi casa.
—Lo que pasa que mi abuela es alérgica a los gatos y no puedo tenerlo conmigo, pero te ayudaré con su alimento y todo lo que necesite, lo cuidaremos juntos —Me asustaba un poco el tenerlo, en el pasado llegamos a tener gatos en casa, pero no los cuidaba yo y esta vez yo sería el responsable, hablé con mi mamá y a regañadientes me permitió tenerlo así que tendría un nuevo integrante en casa.
—Ahora falta lo más importante, tenemos que elegirle un nombre —Miramos al pequeño gato de ojos azules que nos miraba de regreso analizando la situación.
—¿Y si lo llamamos Pantalones? —Al escuchar el nombre solté una pequeña risa y ella me regañó por burlarme.
—Es que mira sus patitas, son de color café más oscuro así que parece como si tuviera pantalones ¿O calcetines? Me gusta más Pantalones—Creo que esa descripción me convenció y dio risa al mismo tiempo.
—Está bien lo llamaremos Pantalones —Y así fue como bautizamos a este pequeño gato, aún estaba algo pequeño no debería tener más de 6 meses de vida así que tendríamos que criarlo.
—Te contaré algo curioso de estos gatos, tienen la característica de oscurecer su pelaje, no lo hacen a conveniencia, pero son los únicos gatos que cambian el color de su pelaje mientras crecen, esto se debe a una pigmentación que se hace más presente en las zonas frías del cuerpo, tales como las patas, la cara, orejas y cola, estos gatos son mis favoritos por lo curiosos que son —En verdad me sorprende lo mucho que ella conoce acerca de los gatos.
Dalila se quedó a cenar ese día en casa y tuvimos un día bastante divertido pese a terminar todos adoloridos por la mordida del perro asesino con lo llamamos.
A la semana siguiente comenzaron las clases de invierno así que ya no volvimos a ir a la escuela, en navidad y año nuevo Dalila regresó a casa con sus padres y dijo que nos veríamos de nuevo regresando a clases, por mi parte me quedé en casa con familia, hicimos una cena y fue un momento divertido junto a ellos, el primero que he tenido por mucho tiempo, es así como comenzamos un nuevo año y espero que en este regreso a clases pueda arreglar las cosas con Vanessa, al menos quiero lograr ser su amigo una vez más.
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Tu Falso Amor Parte 2: El mundo termina sin ti
Подростковая литератураDos meses han pasado desde la graduación y ya es momento de entrar a la preparatoria. La vida tiene sus complicaciones y esta vez es momento de enfrentarla directamente, problemas emocionales comienzan a aparecer y Giovanni iniciará un viaje hacia l...