Novios por Contrato || Sungsun

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Sunoo abre los ojos, ver ese blanco tan claro casi lo hizo vomitar, sintió que había un tacto cálido sobre su mano derecha y con una expresión fría miró hacia un lado descubriendo que se trataba de Jake.
  
—Por fin despiertas Sunoo, me dijeron que te encontraron tirado y te trajeron a este hospital, llamaron a varios números y yo fuí quien contestó, así pude venir aquí. ¿Pasó algo?, sé que donde te encontraron está a solo una cuadra de la casa de Sunghoon y la persona que te encontró me dijo que te había visto caminando muy rápido derramando lágrimas—aprieta la mano de Sunoo para darle confianza. 

—Perdóname Jake—dice Sunoo mirando a los ojos de Jake, no se atrevía a derramar ni una sola lágrima—Mi mamá me dio un consejo, no debo perder la amistad de ustedes, su amistad es lo más valioso que tengo y a pesar de que me advirtieron no hice caso.   

—¿Terminaron...?, si eso pasó, ¿entonces solo quiso tener sexo contigo y luego botarte?—dijo Jake directamente y su rostro se puso rojo, quería matar a Sunghoon ahora mismo.

—Sí, yo fuí estúpido, le confesé lo que sentía en una carta y él la rompió y me dijo que solo me utilizó—Sunoo señala su mochila y le pide que saque la bolsa de regalo—Por favor Jake, bota eso lo más lejos de mí, esa carta solo me hace recordar lo vulnerable que me hizo ser Sunghoon—Jake sale y busca un tacho de basura y cuando regresa ve a Sunoo mirando la pared, se veía que algo en Sunoo había cambiado, ahora el rostro se veía tan maduro y serio, faltaba esa alegría que siempre estaba en su rostro, era como si la primavera se hubiese marchitado para siempre gracias al otoño y hoy solo quedase el frío invierno.
  
—¿Qué vas a hacer ahora?  

—Romper con ese contrato, voy a mudarme.

—¿Por qué?, tu casa tiene un fuerte valor para ti.

—Un día escuché que no es bueno vivir entre recuerdos, es mejor crear una nueva realidad que sea de uno mismo, mi casa ya cumplió su papel, ya no hay una familia—dijo sin expresión alguna—Sé que Sunghoon intentará darme donde más me duele, prefiero deshacerme de mi casa porque por ahí es donde Sunghoon me atacará.

—Nosotros podemos ayudarte, el dinero no es problema.  

—Te lo agradezco Jake, nos conocemos hace mucho y sé que eras como mi hermano, pero yo me metí en este problema y también fue por mí que terminé así, si debo pagar un precio tan alto por mis errores lo haré, esto solo me hará madurar.

—Está bien, si es tu decisión la acepto.

—Por favor, quiero que me consigas un lugar para vivir, solo me voy a llevar algunas cosas.

—Bien.

—Jake, sé que estás enojado con Sunghoon, pero no quiero que ninguno se ensucie las manos con él, si alguno de ustedes lo golpea, entonces que se olvide de llamarse mi amigo.

—...bien—dice Jake muy a su pesar.

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Sunoo termina de poner las cosas que se iba a llevar cuando se mude, esas cosas se resumía en una caja con recuerdos y dos maletas llenas de ropa. Cuando termina va a cambiarse, se pone un jean blanco junto a una camisa del mismo color, se peina el cabello y se pone base para ocultar sus ojeras, se pone gloss y se mira al espejo, se veía bien justo como a su mamá le gustaba verlo cuando estaba viva. Sin querer vió que las marcas de su cuello seguían ahí, ahora eran de un violeta oscuro, al verlas se molestó y le tiró la secadora al espejo haciendo que este deje ver varias grietas. Sunoo baja de las escaleras, ahí estaba Jake y Sunoo se subió sin decir nada en todo el camino.

Hoy estaba tan soleado, el mar se veía muy bien, parecía con vida, era como si su mamá estuviese presente ahí. Bajan del auto y suben al yate que Jake había contratado, dentro estaban Heeseung y Ni-ki quienes se acercaron a Sunoo y le dieron su más sentido pésame.
  
—Gracias por estar aquí conmigo—les dijo Sunoo y tomó de las manos de Jake la caja donde estaban las cenizas de su mamá.

El yate continuó avanzando, el viento le pegaba en el rostro, era como si todo el paisaje fuera su mamá y quisiera decirle algo, sus lágrimas fluyeron como manantiales y Sunoo no las sentía, sabía que estaba triste pero no podía demostrarlo, ya no quería seguir siendo ese Sunoo débil con el que se sintiera que se puede jugar. El yate se detiene y el señor que lo conducía les dijo que aquí podrían tirar las cenizas.

—Es hora Sunoo—le dijo Ni-ki sobando el hombro de Sunoo.   

Sunoo quita la tapa y acaricia la pequeña caja—Te amo mamá, parece que en este mundo las personas de corazón puro no pueden vivir, la vida te arrebató de mis brazos cuando creí que era tan feliz. Fue de improvisto toda esta situación, me hubiese gustado estar a tu lado todos los días, me arrepiento de haberte dejado por andar detrás de alguien que no me merecía, pero estar arrepentido no cambia las cosas, el pasado queda en el pasado y solo somos simples mortales sin tener la capacidad de modificar el pasado, el presente o el futuro—empieza a tirar las cenizas y ve como el aire las escaparce—Cuando morimos solo somos cenizas, nada trajimos a este mundo, tampoco nos llevamos nada, pero los que te conocimos tendremos eternizada tu vida, tu alegría, tu dulzura y tu encanto, fuiste la mejor mujer, la mejor madre. Hoy te dejo en libertad, que tus cenizas se expandan en la inmensidad del mar, este mar es igual de inmenso que tu alma, te amo mamá. Te prometo que el amor no será un obstáculo para mí, esa palabra ya no existe y tendré un futuro brillante, algún día iré a París y sé que estarás conmigo—Sunoo se da la vuelta y toma las labios de sus amigos—Aquí frente a mi madre, les pido perdón a los tres.

—Ya lo hemos dejado atrás—dice Ni-ki.

—No hay nada que perdonar, los tres nos equivocamos y tardamos en volver a estar juntos por culpa de nuestro orgullo—dijo Heeseung.

—Ya te lo dije Sunoo, los tres estamos para ti—dijo Jake y Sunoo terminó de tirar todas las cenizas.

El yate condujo de nuevo y luego los cuatro bajaron.

—Sunoo, ¿quieres que te acompañemos?—le dijo Heeseung.

—No, quiero estar solo por hoy, mañana me vienen a buscar para que me acompañen a mudarme.

—Entendemos—dice Ni-ki dándole un fuerte abrazo.

—Te llevo Sunoo—le dice Jake y Sunoo niega con la cabeza.

—No es necesario—Sunoo espera a que todos sus amigos se vayan, coloca las manos dentro del jean y camina lento, quería disfrutar del aire y del estar tan cerca a la playa, no quería pensar en nada más, toda su mente estaba en blanco y caminaba como si fuese un muerto viviente, pero ser un muerto viviente no era nada alejado de su realidad, así era como se sentía en el fondo y había enterrado en lo más profundo sus sentimientos.

Caminó y caminó, se hizo de noche y recién estaba llegando a su casa, miró hacia un lado y vió a dos personas tomadas de la mano paseando, el hombre y la mujer estaban hablando, había grandes sonrisas en esos rostros—El amor es una mierda, el amor solo exitió en los tiempos de mis padres—dijo Sunoo con desprecio a esa pareja mirándolos de lejos. Sunoo entró a su casa y se sentó en el suelo rodeado de las cajas de sus recuerdos—Se siente un gran vacío en mi corazón... eso es bueno, dicen que el amor y el éxito no están ligadas de la mano, solo se puede tener uno y para ser exitoso uno debe pensar con el cerebro y no con el corazón—toma un cuadro en el que estaban sus papás abrazados y con el rostro y voz drastica dijo:—Seré exitoso y me burlaré de los que crean en el amor en silencio, es bueno, muy bueno olvidar el amor, fuí feliz sin conocer el amor, ahora voy a lograr todo lo que quiero—Sunoo abraza el cuadro y se queda dormido.

Un corazón roto es difícil de sanar, puede tardar semanas, días, meses, años o incluso nunca podría llegar a sanar, pero intentar sanar era mejor que ignorar el corazón roto sin posibilidad de intentar repararlo porque un día nuestra capacidad para guardar cosas llegará a su límite y terminarás explotando, y Sunoo era un necio porque no quiere reparar nada, más adelante sufriría por ello.