Novios por Contrato || Sungsun

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Jungwon se había enterado de todo lo que había pasado, estaba molesto con Sunoo y con Sunghoon, pero más estaba molesto con Sunoo porque Sunoo cobró una venganza que hace mucho tiempo debió de cerrarse. Jungwon sentía que Sunghoon estaba muy mal, este parecía que se estaba muriendo y no cumplía con su deber de Ceo como lo hacía antes, se notaba que le afectaba mucho ver a Sunoo. 

—Para qué me necesitaba señor Yang—le dijo Sunoo a Jungwon.

—Toma—le entrega una carta de renuncia a Sunoo—Tu ya sabes lo que hiciste, si reconoces tus errores o si al menos quieres librarte de todo esto presenta tu renuncia a Recursos Humanos y vete de esta empresa.
  
—¿Y si no quiero?—dice alzando una ceja.

—Yo no estoy haciendo bromas, esto no se trata de caprichos, estoy pensando en el bienestar de los dos, ustedes no pueden verse después de todo lo que le hiciste, ¿ahora eres feliz?, mi primo también tiene el corazón roto al igual que tú en el pasado, ¿ya te sientes realizado?, ¿ahora sí te sientes completo?

—...no se meta señor Yang, yo veré si presento mi renuncia o no—Sunoo se lleva el papel y se va de la oficina de Jungwon, cuando llega a su oficina mira el papel por un largo rato, no sabía lo que tenía que hacer, era momento de buscar ayuda profesional.

Por la tarde Sunoo se fue a un consultorio, al de una psicóloga, había reservado su cita y ya le tocaba ingresar.

—Así que volviste—le dice la psicóloga que hace tres años había atendido a Sunoo—Pensé que tardarías en volver al menos cuatro años más porque las relaciones tienen problemas a los siete años, ¿o es que terminaste con Sunghoon y ahora estás con otro?

—Veo que usted se acuerda muy bien de mí—le hace una sonrisa sarcástica a la psicóloga y ella también le responde con una sonrisa igual.

—Claro que lo hago, tu rostro sigue siendo el mismo pero tus expresiones dan nuevas vibras.

—Así lo decidí, esta es la expresión que le muestro al mundo para guardar en los más profundo lo que siento.

—Esa no es la solución, pero bueno, ¿qué me vienes a contar?—la psicóloga lo mira atentamente.

—Hace tres años me fue mal al seguir su consejo, en ese tiempo me di cuenta que estaba perdidamente enamorado de Sunghoon, pero resultó que él solo quería tener sexo conmigo, por estar con él no pude despedirme de mi mamá, mi mamá murió y cuando fuí a buscarlo por consuelo él estaba con una mujer besándose, me dijo que solo fuí un juego y que era un iluso, ese día se murió el antiguo yo y deje de mostrar lo que siento, ese día se fue el Sunoo genuino, ahora solo mi rostro reacciona cuando tengo malas ideas.

—Es increíble, yo no puedo controlar mis emociones hasta ese punto y menos por tres años.

—Me alejé de todo, me fuí a Francia a estudiar, volví hace tres meses y firmé un contrato con una empresa en la que ahora la maneja la persona que me hizo daño, yo no lo sabía pero tomé esa oportunidad y decidí vengarme. Hice un plan y lo enamoré, él se iba a casar pero yo solo quería destruirlos, por eso llevé mi plan hasta el último paso, ese último paso fue acostarme con Sunghoon y al siguiente día él me vio besándome con otro chico, le dije que me daba asco y que así se sentía lo que yo sentí... y antes de que Sunghoon despierte le envié a su novia las pruebas de lo que sucedió esa noche y audios donde él decía que no la quería, al final cumplí con mi plan y los destruí a ambos porque ella también me hizo daño.

—Muchas veces dicen que la venganza no es buena, pero creo que en tu caso cada uno tuvo la oportunidad de romper al otro, si eso no hubiese pasado hoy no estuvieses aquí conmigo. ¿Y ahora qué sigue?, ¿por qué viniste aquí?