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La atmósfera en la entrada del evento se volvió palpable, cargada de tensión. Felix sintió que el aire se volvía más denso mientras el hombre que había hablado miraba a Hyunjin con una mezcla de respeto y desafío. La multitud a su alrededor comenzaba a dispersarse, dejando un pequeño espacio donde la confrontación se podía desarrollar.

—No tenemos tiempo para juegos, Hyunjin —dijo el hombre, con una voz baja que resonó en la penumbra—. Sabes por qué estamos aquí.

Felix se sintió como si estuviera en el centro de una tormenta, un lugar donde no debería estar. La preocupación la invadía mientras miraba a Hyunjin, quien permanecía estoico, su mirada fija en el hombre frente a él.

—Si estás hablando de los últimos movimientos en el negocio, podemos discutirlo en mi oficina —respondió Hyunjin, su voz controlada, pero con un matiz de desafío.

—Esto es más importante que eso. Tu posición está en peligro, y no me gusta que estés jugando con fuego. Especialmente con ella —dijo el hombre, señalando a Felix.

Felix sintió un escalofrío recorrer su espalda, y su mente comenzó a correr con pensamientos sobre lo que podría significar eso. Su corazón latía con fuerza, temiendo por su seguridad y la de Hyunjin.

—Felix es mi prioridad. No voy a dejar que nadie la toque —dijo Hyunjin, su voz firme y protectora.

El hombre dio un paso adelante, su mirada oscura ahora fija en Felix. Ella sintió que su estómago se revolvía, pero se mantuvo erguida, tratando de mostrar que no tenía miedo.

—No es solo un juego, Hyunjin. La mafia no perdona, y tú sabes lo que está en juego. Si algo le sucede a ella, las consecuencias serán severas —advirtió el hombre.

—¿Qué es lo que quieres decir con eso? —intervino Felix, alzando la voz, sintiendo la necesidad de defenderse y a Hyunjin—. No voy a dejar que nadie me amenace.

El hombre la miró con una mezcla de sorpresa y respeto. Hyunjin sonrió ligeramente, impresionado por su valentía.

—Sabes lo que te espera si te metes en este mundo, ¿verdad? —preguntó el hombre, inclinándose hacia ella—. No tienes idea de lo peligroso que puede llegar a ser.

—No estoy aquí por elección, pero no permitiré que nadie me trate como si fuera una víctima —respondió Felix, con determinación en su voz.

Hyunjin miró a Felix con admiración, sintiendo que su corazón se llenaba de orgullo. No solo era fuerte, sino que estaba dispuesta a luchar por lo que creía. Sin embargo, sabía que no era el momento de dejar que sus emociones lo dominaran.

—Eso es lo que me gusta de ella —dijo Hyunjin, dirigiéndose nuevamente al hombre—. Pero debo advertirte que si vuelves a amenazarla, lo lamentarás. No me gusta que me presionen.

El hombre observó a Hyunjin, evaluando sus palabras.

—Está bien, pero debes tener cuidado. Hay cosas que no puedes controlar —dijo, antes de darse la vuelta y marcharse, dejando una atmósfera cargada de tensión.

Felix sintió que su cuerpo se relajaba un poco, pero el temor seguía acechando en su mente. A medida que el hombre se alejaba, ella miró a Hyunjin, buscando respuestas.

—¿Qué significa todo esto? ¿Por qué me miró así? —preguntó, su voz temblando levemente.

—Significa que hay fuerzas que no podemos controlar, pero lo importante es que estoy aquí contigo —respondió Hyunjin, acercándose a ella y tomando su mano—. No dejaré que nada ni nadie te haga daño.

Felix sintió una ola de gratitud y amor hacia él. A pesar de la oscuridad que rodeaba su mundo, sabía que juntos podían enfrentar cualquier cosa.

—¿Y si las cosas se complican más? —preguntó Felix, su preocupación reflejada en sus ojos.

LA OBSESIÓN DEL MAFIOSO//hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora