LA OBSESIÓN DEL MAFIOSO//hyunlix

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Un Nuevo Comienzo

Con el paso de los días, el hogar de Felix y Hyunjin seguía siendo un lugar de constante movimiento, aunque el ritmo parecía haber encontrado una cierta calma. Los niños, a pesar de los altibajos emocionales de Eunchae, se estaban adaptando poco a poco a su entorno, mientras Felix y Hyunjin encontraban un equilibrio entre las responsabilidades familiares y sus vidas personales.

En la sala, Hyunjin observaba a sus hijos con una sonrisa en el rostro. Taeyang, ahora con más de 5 meses, comenzaba a balbucear, mientras Ahyeon jugaba con un par de muñecas, organizándolas como si estuviera dándoles órdenes. Eunchae, sentada cerca de la ventana como de costumbre, parecía más tranquila, aunque no totalmente ajena a sus pensamientos internos.

Felix, quien había estado en la cocina organizando algunas cosas, entró al salón con una taza de café para ella y una botella de agua para Hyunjin. Al ver la escena familiar, se permitió sonreír por un momento. Sabía que la vida nunca sería perfecta, pero en esos pequeños instantes, su corazón se llenaba de una paz que no podía describir con palabras.

-Creo que hemos llegado a un buen punto, ¿no? -comentó Felix, entregándole la botella a su esposo, quien se la agradeció con un beso en la mejilla.

Hyunjin asintió y se acomodó en el sofá, dejando que su esposa se sentara junto a él. Los niños continuaban jugando, pero el ambiente era sereno, casi como si el tiempo se hubiera detenido por un momento.

-Sí, todo ha sido complicado, pero ver a Taeyang crecer y ver a Eunchae más tranquila me da esperanza -dijo Hyunjin, abrazando a Felix y mirando a su hija mayor con ternura-. Aunque sé que aún queda camino por recorrer, siempre encontraré la forma de estar a tu lado.

Felix sonrió, sintiendo ese mismo amor y esa sensación de seguridad que tanto había anhelado en sus días más difíciles. La conexión con Hyunjin era más fuerte que nunca, y el amor que sentían por sus hijos los mantenía unidos de una manera inexplicable. En ese momento, parecía que todo en su mundo estaba alineado, al menos por un breve respiro.

La risa de Ahyeon interrumpió sus pensamientos, y ambos padres voltearon a verla. La niña había comenzado a jugar con Taeyang, haciendo que el bebé riera de manera contagiosa, lo que trajo una sonrisa a los rostros de Felix y Hyunjin.

Eunchae, por otro lado, seguía mirando por la ventana, aunque con una expresión menos distante que antes. Felix se levantó de su asiento y se acercó a ella, sentándose a su lado sin decir una palabra al principio. A veces, lo único que Eunchae necesitaba era compañía silenciosa.

-¿Cómo te sientes hoy? -preguntó Felix, rompiendo el silencio con suavidad, notando que su hija mayor no parecía tan aislada como de costumbre.

Eunchae suspiró, pero esta vez no hubo tristeza en su mirada, solo una calma frágil.

-Un poco mejor, mamá. A veces siento que las cosas se sienten diferentes... como si todo estuviera cambiando tan rápido -respondió Eunchae, mirando a su madre con una ligera sonrisa.

Felix la miró con comprensión. Sabía que la niña aún luchaba con sus propios miedos y la sensación de que el mundo estaba avanzando demasiado rápido para ella.

-Está bien que te sientas así, cariño. Todos cambiamos, pero mientras estemos juntos, te aseguro que todo estará bien. Tienes a tu papá, a tu mamá, a Ahyeon y Taeyang. No tienes que pasar por esto sola -dijo Felix, abrazando a su hija con suavidad.

Eunchae asintió lentamente, pero parecía más aliviada al saber que, a pesar de las incertidumbres de la vida, siempre tendría un hogar lleno de amor. El hecho de que sus padres estuvieran allí para ella, dispuestos a acompañarla en cada paso, le dio la fuerza para enfrentar el futuro.

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Unos días después, la familia Hwang se preparaba para una salida especial. Hyunjin había organizado un paseo al parque para que todos pudieran disfrutar de un día al aire libre, algo que no hacían tan seguido debido a las responsabilidades diarias. Felix estaba emocionada de pasar tiempo de calidad con sus hijos y su esposo, sabiendo lo importante que era encontrar pequeños momentos de felicidad.

Ahyeon, quien había estado mostrando un gran amor por sus hermanos menores, estaba animada, mientras Eunchae parecía estar un poco más tranquila que de costumbre. A pesar de todo, el paseo al aire libre fue una oportunidad para que la familia se uniera aún más.

Al llegar al parque, Hyunjin tomó la mano de Felix mientras caminaban juntos, con Taeyang en su cochecito y Ahyeon corriendo alrededor de ellos. Eunchae, aunque no estaba completamente relajada, se mostró más dispuesta a participar en la actividad, acompañando a su madre mientras caminaban por el sendero.

-Te quiero mucho -le dijo Felix a Hyunjin, mientras observaba la felicidad en los rostros de sus hijos.

Hyunjin sonrió con ternura y la apretó contra su costado.

-Yo también te quiero. Y sé que, juntos, todo será más fácil. Lo hemos logrado hasta aquí, y lo haremos siempre. Siempre estaremos para nuestros hijos.

La familia se detuvo en una zona de césped donde los niños corrieron libremente, riendo y jugando. Felix y Hyunjin se quedaron observándolos, sus corazones llenos de amor mientras se tomaban un momento para disfrutar del sencillo regalo de estar juntos.