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El Juego Final

La lluvia continuaba golpeando las ventanas del apartamento de los Hwang, creando un ambiente sombrío y tenso. El reloj avanzaba rápidamente, y cada segundo que pasaba era una cuenta regresiva hacia lo inevitable. Felix, con el corazón acelerado, miraba a su alrededor, como si todo a su alrededor estuviera a punto de colapsar. Hyunjin, por su parte, parecía imperturbable, pero Felix conocía demasiado bien esa calma exterior. Él también estaba al borde de algo mucho más grande.

—Todo está listo —dijo Hyunjin con voz firme, su mirada fija en la puerta de entrada, donde el equipo de seguridad estaba dispuesto a actuar en cualquier momento.

Felix asintió, aunque no estaba tan segura. La estrategia que habían acordado pondría a prueba todo lo que conocían sobre sus enemigos, sobre todo sobre Jaehyun. Estaban jugando un juego peligroso, una partida en la que no podían permitirse errores. Jaehyun pensaba que ellos estaban cayendo directamente en su trampa, pero en realidad, era él quien iba a ser cazado.

Mientras tanto, en el otro lado de la ciudad, Jaehyun estaba haciendo lo mismo. Sabía que la familia Hwang tenía sus propios planes, pero su confianza era inquebrantable. Había creído que Felix, al estar tan cerca de ellos, sería el eslabón débil, la pieza que podría hacer caer todo el imperio Hwang. Pero Felix no era lo que él pensaba. Ninguno de ellos lo era.

Jaehyun se encontraba en su oficina, rodeado de su gente más cercana, como un general preparando sus tropas para la guerra. Había algo de arrogancia en su postura, como si ya hubiera ganado antes de que comenzara la batalla. Pero no contaba con que Felix y Hyunjin, aunque mucho más reservados, sabían exactamente cómo jugar el juego.

—Es el momento. —Jaehyun hizo una señal a uno de sus hombres, quien le entregó una carpeta con información clasificada. Con una sonrisa confiada, Jaehyun miró la información, sabiendo que este sería el golpe final.

Pero lo que no sabía era que todo estaba ocurriendo según lo previsto. Mientras él pensaba que estaba atacando a los Hwang, los Hwang ya se habían adelantado. Felix, como siempre, había estado un paso adelante.

En el apartamento, Felix y Hyunjin se preparaban para salir. Todo debía hacerse con precisión, sin margen para el error. Felix tomaba una respiración profunda, sus pensamientos rápidamente pasando por la mente mientras ajustaba su abrigo. Sus hijos aún estaban en casa, seguros por el momento. Sin embargo, una parte de ella sabía que las cosas podrían cambiar en cualquier instante. ¿Cómo lograrían detener a Jaehyun y salvar a sus seres queridos? La respuesta estaba en las sombras, en lo que había sido un plan cuidadosamente trazado.

—Todo está listo —repitió Hyunjin, dándole un leve toque en la espalda. —Es hora de que sigamos adelante.

Felix asintió y caminó hacia la puerta. Juntos, salieron al exterior, donde el equipo de seguridad de Hyunjin ya los esperaba. San, su leal guardaespaldas, estaba entre ellos, con una mirada decidida.

La operación era delicada, llena de riesgos, pero nada podría detenerlos. Felix ya había estado al borde del abismo antes, pero ahora no había vuelta atrás. La vida de su familia estaba en juego, y no podía permitir que Jaehyun ganara.

A medida que se acercaban a su destino, una figura conocida apareció frente a ellos. Era Lisa. La sorpresa se reflejó en los ojos de Felix, quien había esperado que estuviera en el bando contrario. Pero Lisa no estaba allí para traicionarlos; de hecho, lo que Felix vio en su rostro fue algo completamente diferente.

—Estoy aquí para asegurarme de que Jaehyun no gane —dijo Lisa en voz baja, acercándose al grupo. —Sé lo que está en juego. Y sé que la única forma de ganar esta guerra es asegurarme de que todos estemos en el mismo lado.

Hyunjin la miró con desconfianza, pero no podía negar que necesitarían todo el apoyo posible.

—¿Qué planeas? —preguntó él, manteniendo su tono firme.

Lisa, sin vacilar, le mostró una serie de documentos secretos que había conseguido, documentos que contenían información crucial para derrotar a Jaehyun. De alguna manera, ella había logrado infiltrarse en su organización y había obtenido lo que necesitaban.

Felix observó los papeles, sus ojos recorriendo rápidamente la información. Había detalles sobre las rutas de escape de Jaehyun, nombres de traidores dentro de su propia facción, e incluso un plan de ataque que Jaehyun pensaba llevar a cabo al amanecer.

—Es suficiente para dar el golpe final —dijo Felix, con una mezcla de alivio y determinación. —Ahora tenemos lo que necesitamos para atraparlo.

Con la información en sus manos, el grupo se preparó para la siguiente fase. Sabían que Jaehyun no tardaría en moverse, y ahora era el momento de usar su confianza en su contra. Lisa les había dado la ventaja que necesitaban.

Pero mientras todo se ponía en marcha, Felix no pudo evitar pensar en sus hijos. Taeyang, Ahyeon y Eunchae. La vida que había soñado para ellos estaba al borde del colapso, y cada decisión que tomaba podría significar la diferencia entre su seguridad o su condena.

El sonido de la lluvia se mezclaba con el rugir de los motores de los autos mientras se dirigían al cuartel general de Jaehyun. En su corazón, Felix sabía que este era el momento de cambiar las reglas del juego. Si querían ganar, no podían permitir que el miedo los dominara. Esta vez, ellos serían los que marcaran el paso.

El sol ya comenzaba a asomar en el horizonte cuando llegaron al lugar. Era el final de la noche, y el comienzo del enfrentamiento que cambiaría sus vidas para siempre.

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Continuará...

LA OBSESIÓN DEL MAFIOSO//hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora