LA OBSESIÓN DEL MAFIOSO//hyunlix

95

El Traidor Entre Nosotros

La noche se extendía silenciosa, solo interrumpida por el sonido de los pasos apresurados de Felix mientras tomaba a sus hijos y los llevaba a la habitación más segura de la casa. La ansiedad estaba grabada en cada uno de sus movimientos, su mente girando a una velocidad inhumana, tratando de asimilar lo que Hyunjin acababa de decir. Un traidor entre ellos. ¿Quién podría ser? Y lo peor: ¿por qué no había visto las señales antes?

Con los niños seguros en la habitación, Felix volvió a la sala, donde Hyunjin permanecía, mirando fijamente la puerta, como si esperara que alguien irrumpiera en cualquier momento. El ambiente era pesado, las palabras aún colgando en el aire como un presagio de lo que estaba por venir.

—¿Quién? —preguntó Felix, tratando de mantener la calma mientras se acercaba a Hyunjin.

Hyunjin la miró, y sus ojos eran tan fríos y calculadores como siempre, pero con una sombra de incertidumbre que rara vez mostraba. —No lo sé todavía. Pero esto es serio, Felix. Han pasado demasiadas cosas extrañas últimamente. Los movimientos de los enemigos no son normales. Algo ha cambiado, y tengo que descubrir qué.

Felix asintió, aunque la incomodidad la invadía. La pregunta persistente seguía rondando su mente: ¿quién podría estar traicionándolos? Había personas de confianza dentro de la organización de Hyunjin, pero ahora, nada parecía seguro.

—¿Por qué ahora? —preguntó Felix, tratando de entender la magnitud de la situación. —¿Qué ha cambiado?

—He recibido información de varias fuentes confiables. —Hyunjin caminó hacia la mesa donde había un maletín, abriéndolo lentamente y sacando algunos papeles y documentos. —Todo apunta a que el traidor está más cerca de lo que pensaba. Uno de los nuestros ha estado filtrando cada uno de nuestros movimientos. Los atacantes no son un grupo desconocido, están siendo financiados por alguien con poder dentro de mi red.

Felix sintió un escalofrío recorrer su espalda. La magnitud de lo que Hyunjin decía estaba comenzando a volverse aterradora. —¿Dentro de tu círculo? ¿Quiénes están involucrados?

Hyunjin guardó silencio por un momento, su mirada oscura fija en los papeles. —No puedo decirlo aún. No tengo pruebas suficientes para señalar a nadie con certeza. Pero estoy seguro de que alguien está detrás de esto. Quizá hay alguien que nos está observando, alguien que ha estado ganándose nuestra confianza todo este tiempo.

Felix sintió un nudo en el estómago, el miedo presionando en su pecho. No podía ignorar la creciente sensación de peligro. ¿Cómo podían estar tan expuestos sin saberlo? ¿Cómo sabían que nadie dentro de su círculo estaba del lado de los enemigos?

—¿Qué vamos a hacer? —Felix preguntó, el miedo ya mezclándose con una feroz determinación. No pensaba esperar a que las cosas empeoraran.

Hyunjin se acercó a ella, tomando sus manos con firmeza. —Vamos a movernos con cuidado. No podemos arriesgarnos a hacer un movimiento en falso. Pero necesito que confíes en mí, Felix. No te voy a dejar sola en esto.

Felix miró a Hyunjin, su rostro lleno de determinación. Sabía que la situación era peligrosa, pero también sabía que no podía simplemente quedarse quieta. La familia de ambos estaba en peligro, y ella iba a hacer todo lo que estuviera a su alcance para protegerlos.

—Lo sé. —Felix respiró hondo, tratando de calmar su mente. —Pero no quiero que nada les pase a nuestros hijos. No quiero perderlos.

Hyunjin sonrió, un gesto que rara vez mostraba, pero que en ese momento parecía lleno de sinceridad. —No los perderás, Felix. Te lo prometo.

Después de hablar, Hyunjin comenzó a organizar sus movimientos con rapidez. Había comenzado a hacer llamadas, pidiendo refuerzos y reorganizando los planes de seguridad. Felix, por su parte, no podía quedarse de brazos cruzados. Se puso en contacto con algunas de sus amigas de confianza para que las estuvieran vigilando y protegiendo desde la sombra.

Mientras tanto, en la casa, el silencio se volvió aún más pesado. La idea de que alguien cercano pudiera estar traicionándolos se convertía en una sombra constante. Felix no podía evitar sentir que algo iba mal, pero no sabía exactamente qué. Cada conversación, cada mirada entre los hombres de Hyunjin, cada movimiento que hacía el personal parecía estar bajo sospecha. Las palabras de Hyunjin resonaban en su cabeza: "Alguien dentro de la familia está pasando información".

En otro lugar, alguien observaba.

A medida que las horas pasaban, Felix no podía evitar sentirse atrapada entre el miedo y el deseo de proteger a su familia. Sabía que las cosas ya no eran como antes. El amor que sentía por Hyunjin ya no solo era una cuestión de pasión; ahora era una cuestión de supervivencia. Y los sacrificios, lo sabía, serían aún mayores.

La siguiente jugada estaba en sus manos. Mientras la tensión aumentaba, Felix pensó que, tal vez, no solo ella y Hyunjin tendrían que ser los responsables de proteger a su familia. El tiempo estaba corriendo, y las sombras solo se hacían más profundas.