LA OBSESIÓN DEL MAFIOSO//hyunlix

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La calma antes de la tormenta

La noche había caído, envolviendo la casa Hwang en un manto de silencio. Aunque la preocupación y la tensión aún eran palpables en el aire, por un momento, la casa parecía haber encontrado un respiro. Ahyeon, la más pequeña de la familia, estaba dormida en su cuna, ajena al caos que rodeaba a sus padres.

Felix se acercó a la habitación de su hija, observando cómo su rostro relajado reflejaba una calma que contrastaba con la agitación de los adultos. Ahyeon, con sus pequeños mechones de cabello cubriéndole la frente y sus manitas apretadas en puños, parecía como si nada pudiera perturbarla. Felix se quedó en la puerta, mirándola con una mezcla de amor y preocupación.

—¿Estás dormida, pequeña? —murmuró Felix, sonriendo ligeramente mientras sus ojos se llenaban de ternura.

Hyunjin, que había seguido a Felix hasta la habitación, se acercó en silencio. Observó a su hija por un momento, notando la paz que emanaba de ella. A pesar de las circunstancias, Ahyeon siempre había sido su refugio, el recordatorio de lo que realmente importaba en su vida.

—Ella es tan inocente —dijo Hyunjin, su voz suave y melancólica. La tensión en su rostro no desaparecía, pero había algo en su tono que mostraba una vulnerabilidad rara. —Espero que nunca tenga que enfrentarse a este tipo de miedo.

Felix asintió sin dejar de mirar a su hija. Aunque no quería pensar en el futuro, sabía que Taehyung y sus amenazas podrían cambiarlo todo. No solo por él, sino por todos los que amaba. Y sobre todo, por Ahyeon.

—Haremos todo lo posible para protegerla —dijo Felix con determinación, aunque su voz temblaba ligeramente. La angustia aún se apoderaba de él, pero ver a Ahyeon dormida le daba un pequeño respiro.

De repente, un sonido sordo interrumpió el silencio de la noche. Hyunjin, con una mirada alerta, se giró hacia la ventana, donde una sombra se deslizaba rápidamente frente a la cortina. Su respiración se aceleró, y en un parpadeo, ya estaba al lado de Felix, protegiéndolo instintivamente.

—¿Qué fue eso? —preguntó Felix, su tono bajo, pero lleno de tensión.

Hyunjin levantó la mano, señalando a la ventana. —Voy a revisar. Quédate aquí.

Antes de que Felix pudiera protestar, Hyunjin se deshizo de su agarre y salió rápidamente de la habitación. Felix se quedó quieto, su mente funcionando a mil por hora, anticipando lo peor. La amenaza de Taehyung seguía siendo una sombra, y aunque no lo veían claramente, sabía que algo estaba a punto de ocurrir.

Fuera, en el patio, Hyunjin se movió con sigilo, sus sentidos al límite. Cada sonido, cada movimiento le parecía amplificado por la tensión en el aire. Al llegar a la esquina, se detuvo, observando el jardín oscuro. A lo lejos, una figura emergió de las sombras, y aunque no podía ver bien, su presencia lo alertó.

—¿Quién está ahí? —gritó Hyunjin, su voz firme y cargada de autoridad.

La figura se detuvo, sin moverse, solo observándolo. Un segundo de silencio, antes de que una risa baja se escuchara desde la oscuridad.

—¿Esperabas que fuera tan fácil? —la voz era grave y familiar. Hyunjin frunció el ceño.

—Taehyung —murmuró, reconociendo la voz de inmediato. La figura comenzó a acercarse lentamente.

—No te hagas el sorprendido. Sabía que me estarías buscando, Hyunjin. ¿Qué tal tu pequeña familia? —La voz de Taehyung se volvió burlona, como si disfrutara del desconcierto de Hyunjin.

Hyunjin apretó los dientes, sus manos apretando los puños. La tensión estaba al máximo, pero sabía que no podía permitir que nada le pasara a su familia.