LA OBSESIÓN DEL MAFIOSO//hyunlix

EXTRA-6

El Funeral

El día del funeral llegó como una sombra silenciosa, cargada de una tristeza que parecía envolver el mundo entero. Felix se encontraba frente a las tumbas de Hyunjin y Eunchae, los dos cuerpos enterrados uno al lado del otro, como si el destino hubiera decidido que ambos debían irse juntos, compartiendo no solo el mismo dolor, sino también el mismo final.

El lugar estaba marcado por un aire sombrío y solemne. La fría luz del día no parecía querer atravesar las nubes grises que colgaban sobre el cementerio. Los pocos asistentes al funeral, que eran familiares cercanos y amigos, se mantenían en silencio, mirando las dos tumbas que representaban tanto amor como sufrimiento.

Felix estaba parada, sus ojos rojos por las horas de llanto, su rostro pálido y agotado. Su corazón latía con dificultad, atrapado entre la impotencia y el dolor que aún no lograba comprender completamente. Había perdido a su hija, la razón de su vida, y ahora, al ver a Hyunjin también enterrado junto a ella, sentía como si el peso del mundo estuviera sobre sus hombros.

Lisa estaba a su lado, con la mirada perdida, mientras Dahye, la madre de Hyunjin, se mantenía en silencio, mirando las tumbas de sus dos seres más queridos. Los ojos de Lisa estaban llenos de una tristeza profunda, pero también de aceptación. Nadie sabía cómo habían llegado hasta este punto, pero todos comprendían que, en cierto sentido, los dos estaban ahora reunidos de la manera más dolorosa posible.

Ahyeon y Taeyang estaban con Felix, aunque los niños no entendían completamente lo que estaba sucediendo. Aún era demasiado joven para comprender la magnitud de la pérdida, pero la atmósfera que los rodeaba hablaba por sí sola. La tristeza flotaba en el aire, y su madre, aunque intentaba mantener la compostura, no podía ocultar su dolor.

Felix se acercó a las tumbas. Miró primero la de Eunchae, su pequeña, su hija a la que había prometido proteger. Un sollozo escapó de su garganta mientras las lágrimas caían sin control. Se inclinó un poco, colocando una pequeña flor blanca sobre la tumba de su hija. Luego, su mirada se trasladó hacia la tumba de Hyunjin. Aunque había sufrido por él, aunque su relación estaba rota, no podía negar lo que había sido en su vida. Un amor tormentoso, pero profundo. Una conexión que, por mucho que hubiera herido, nunca dejaría de existir.

"Te fallé, Hyunjin... Te fallé," murmuró en voz baja, con la mirada perdida en la tumba de su ex pareja. "Y ahora todo está roto, pero... al menos ambos están juntos, donde el dolor ya no puede alcanzarlos."

Felix se quedó allí por unos minutos más, en silencio, observando las tumbas. La escena era desgarradora. Los dos cuerpos, el de Eunchae, la niña que había sido la luz en su vida, y el de Hyunjin, el hombre que había amado y odiado con la misma intensidad, ahora descansaban lado a lado, unidos en la muerte como nunca lo estuvieron en vida.

Lisa, Dahye, y los demás se acercaron para rendir su último adiós. Nadie decía nada. No había palabras suficientes para llenar el vacío que esa tragedia había dejado. En silencio, todos ofrecieron su respeto, sabiendo que el tiempo no borraría el dolor, pero que, con el paso de los días, Felix encontraría la forma de seguir adelante.

Finalmente, Felix se alejó de las tumbas, el corazón roto pero con la promesa de que, aunque el futuro parecía incierto, ella continuaría adelante por el bien de sus hijos. No por ellos, no por Hyunjin, sino por sí misma. Había perdido a dos seres que amaba profundamente, pero aún quedaba un hilo de esperanza en su vida.

El viento sopló suavemente, como si intentara acariciar las tumbas de los dos que ahora descansaban juntos, mientras Felix miraba al horizonte. El dolor seguiría presente, pero con cada amanecer, la vida seguiría adelante, de alguna forma, como siempre lo hace.