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La Traición Revelada

La tensión en el aire era palpable. Los hombres de Minseok, al ver que su líder estaba acorralado, intentaron reorganizarse, pero no tenían el tiempo ni la estrategia para hacerlo. Hyunjin, con su mirada feroz, se adelantó, con Felix cerca de él, sus pasos sincronizados como si la batalla ya estuviera escrita en sus destinos.

Minseok intentó retroceder, pero la puerta que había estado cerrada ahora estaba bloqueada por los hombres de San. No había salida. La única opción de Minseok era enfrentarse a ellos.

Minseok: "¿Crees que me voy a rendir tan fácilmente, Hyunjin? No soy un simple peón en tu juego. Siempre estuve en control."

Hyunjin: "Si de verdad estuvieras en control, no estarías acorralado aquí. Todo esto fue por codicia, Minseok. Nunca fuiste más que un perro que seguía órdenes."

Felix observó el rostro de Minseok, sus ojos brillaban con rabia y desesperación. La mentira había sido expuesta, y ahora la verdad estaba al descubierto. Minseok no era el aliado que siempre había pretendido ser.

Felix: "¿Por qué lo hiciste? ¿Qué ganabas con esto? ¿El poder? ¿La venganza?"

Minseok rió con una mezcla de incredulidad y furia.

Minseok: "Venganza... ¿Qué sabéis vosotros sobre venganza? Siempre habéis estado en la cima, disfrutando de todo lo que deseáis, sin entender lo que es perderlo todo. He sido leal, pero no recibí lo que merecía. Ahora, todo lo que quiero es asegurarme de que vosotros paguéis."

La voz de Minseok se volvió más fría mientras continuaba, como si no estuviera frente a su ex amigo, sino frente a un enemigo al que había decidido destruir.

Minseok: "Os he visto crecer, Hyunjin. He visto cómo tomaste lo que querías, cómo convertiste todo en tuyo. Pero nunca pensaste en aquellos que te ayudaron, que arriesgaron sus vidas para que llegases tan lejos. Y todo por nada. Todo por tus propios intereses. Pues ahora... verás lo que pasa cuando te juegas con fuego."

Felix frunció el ceño, sus ojos llenos de desprecio. Minseok había jugado con las personas equivocadas, pero la venganza nunca fue el camino correcto. Sabía que, a pesar de todo lo que había hecho, Minseok no recibiría compasión.

Felix: "Lo que hiciste... no tiene excusa. Pero no vamos a dejar que destruya lo que hemos construido. No importa cuántas veces intentes manipularnos, ya no tendrás poder sobre nosotros."

Minseok hizo un gesto hacia uno de sus hombres, como si esperara que pudieran ganar de alguna manera. Pero, antes de que pudiera actuar, Hyunjin levantó la mano, señalando que todo había terminado. El sonido del disparo resonó en el aire.

Los hombres de Minseok, al ver la caída de su líder, comenzaron a levantarse, preparados para atacar. Pero lo que no sabían era que San y los demás hombres de Hyunjin ya estaban en posición, y no tuvieron problemas para neutralizarlos uno a uno. La rapidez y precisión de la acción dejaron claro que, en este juego, no había espacio para errores.

Felix se acercó lentamente a Minseok, que yacía en el suelo, herido pero no muerto. La mirada de la niña dentro de él seguía furiosa, pero también había un cierto vacío. Había algo en la traición de Minseok que le dolía más de lo que había esperado.

Felix: "No sé si alguna vez te darás cuenta de lo que has perdido, Minseok. No solo tu vida, sino todo lo que construimos. No me da pena lo que te pase ahora. Pero nunca olvides que nosotros también fuimos humanos."

Minseok no respondió. Su mirada estaba perdida, como si ya no estuviera en el mismo mundo. El silencio llenó la habitación cuando San se acercó para asegurarse de que Minseok ya no representaba una amenaza.

San: "Está asegurado. No hay más riesgos."

Hyunjin, que había estado observando todo en silencio, finalmente se acercó a Felix, su rostro imperturbable, pero sus ojos brillaban con una furia contenida. La batalla había sido ganada, pero el costo era alto.

Hyunjin: "Esto no termina aquí, Felix. No me malinterpretes, Minseok era una amenaza que teníamos que neutralizar, pero el daño ya está hecho. Hemos perdido a alguien que pensábamos que era parte de nuestra familia."

Felix no dijo nada, solo asintió. Sabía que las palabras de Hyunjin eran ciertas. La lealtad se había roto, y no había forma de volver atrás.

Felix: "Lo sé. Pero lo que más me duele es que nunca sabremos si podíamos haberlo detenido antes, si hubiésemos visto las señales. Es como si todo esto fuera inevitable."

Hyunjin: "Es fácil culparse, pero no lo hagas. Nadie podría haberlo previsto. Este mundo es así. La traición viene de donde menos lo esperas."

Felix se acercó a él, tomándolo de la mano, buscando el consuelo que siempre encontraba en su esposo. Sabía que, aunque la batalla fuera ganada, lo que quedaba por delante no sería sencillo. La paz que tanto deseaban ahora parecía más lejana que nunca.

Felix: "Pero ahora, ¿qué? ¿Cómo seguimos adelante?"

Hyunjin: "Ahora nos aseguramos de que nadie más pueda hacernos daño. A partir de ahora, no hay más margen de error. Lo que viene, lo enfrentaremos juntos."

Felix miró a los hombres que estaban a su alrededor. Todos estaban cansados, pero victoriosos. Habían ganado una batalla importante, pero sabían que la guerra aún no había terminado.

Felix: "Juntos... siempre juntos."

En ese momento, la puerta del almacén se cerró detrás de ellos, y la última sombra de la traición quedó atrás. Ahora, el futuro estaba en sus manos, y sabían que, si seguían juntos, no había nada que no pudieran superar.

LA OBSESIÓN DEL MAFIOSO//hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora