4.06.2023

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Volví a caer en esta pista de carreras en la que todos parecen entusiasmados.

Sin saber muy bien que hacer, me pongo en posición, emocionada y espero por la señal de inicio.

Empiezo corriendo, decidida a llegar sin importar en qué lugar.

En menos de cinco minutos voy a la mitad, siento que voy a ganar y es cuando veo el premio.

El premio de esta carrera es una pareja que dure todo el tiempo.

De pronto pierdo las ganas de participar y me quedo parada en la pista viendo a todos pasar.

Comienzo a caminar, esperando que alguna parte de mí quiera volver a ganar.

Veo gente que cae, se lastima y se vuelve a parar como si no pudiera soportar la idea de "fallar"

Siento que debería desearlo tanto como el resto.

Debería esforzarme al menos, pero no puedo hacer que mis piernas vuelvan a correr ni encuentro una razón para hacerlo.

En poco tiempo me voy y me siento en las gradas con otra gente, miramos la carrera sin terminar de entender ese suceso.

Todo se acaba, nos regalan un reconocimiento de participación y me siento satisfecha... aunque una parte de mí se pregunta si su recompensa será mejor.

¿Si me les uno en otro momento seguiré obteniendo ese premio? 

Cartas sin destinatario y otros poemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora