Cartas sin destinatario y otros poemas

Enchanted.

26.08.23

Sí, me encantó conocerte.

Me encantó conocer tu sonrisa y tus labios.

Me encantó conocer el mundo dentro de tu cabeza y la silueta de tus pensamientos.

Me encantó saberme de memoria las muletillas que usas y la manera exacta en la que tomas aire para reír.

Me encantó saberme las líneas de tus manos y el camino directo para conseguir un te amo.

Me encantó conocerte mejor que a mí misma.

Pero fue justo ese encanto lo que nos hizo daño.

No quise ver los momentos en los que tus sonrisas tambaleaban.

No acepté que una silueta no se acerca a la realidad y que hay miles de detalles que a oscuras y de lejos no se alcanzan a notar.

Me perdí dentro de ti y ahora te sigo conociendo mejor... ya no soy más que un cascarón que lo único que hace es pensar en ti.

No me percaté o, mejor dicho, no quise percatarme de que el camino no era tan directo y que siempre yo tenía que hacer el esfuerzo para saber si el amor que proclamabas era cierto.

Sí, me encantó conocerte, pero sería mejor si ahora pudiera aprender a olvidarte.