Ojalá pudiera dejar de ser quien soy.
Borrar todas esas cosas que no quedan con la imagen perfecta y hermética que el mundo quiere que sea.
Ojalá pudiera sentir de la manera en la que todos lo hacen y así evitarme esta búsqueda interminable de palabras intraducibles al español y la explicación que tengo preparada en PowerPoint.
Ojalá con un beso, como historia de princesa, todos mis problemas desaparecieran.
Sería mil veces mejor que desistiera de toda mi esencia.
Ojalá... Ojalá en serio pudiera pedirte perdón por quién soy.
Ideal sería que me odiara todas las noches y que fingiera hasta que fuera verdad.
Que estuviera dispuesta a vivir una vida amarga y en soledad.
Que despertara todos los días preparada para cubrirme la cara en cera hasta ser otra escultura en este anaquel sin sentido.
Pero no es así...
Sí, hay un vacío en mí que se creó gracias a un imaginario colectivo de cómo se ve una relación.
Sí, hay días en los que ser yo se vuelve agotador.
Pero las noches que lloro no son por odio.
Todas esas lágrimas son porque sé que lo que soy es verdad.
Porque no hay manera de negarlo ni darle otro nombre.
Porque sé que la gente me verá raro por el resto de mi vida y que aunque no me digan nada me tendrán lástima a mis espaldas.
Porque yo no tendría que sentirme mal por mí misma nunca jamás.
Son porque debajo de la persona que soy hoy hay una niña que estaba segura de que nadie jamás la amaría de la misma manera que ella lo hacía.
Pero estoy en un camino de aceptación, no solo hacia conmigo, también para las respuestas que del resto del mundo reciba.
Esos ojalá de antes me golpean para debilitarme, pero yo sé la verdad y me niego a rendirme de manera tan fácil.
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Cartas sin destinatario y otros poemas
PoésieUn poemario que incluye algo de prosa poética, escrito desde el 2022 hasta agosto del 2024, ordenado por fechas. Trata temas como el amor, el desamor, la muerte de seres queridos, crecer para ser un adulto, amistad, entre otros. Hay algunos poemas e...