8.08.2023

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Existe una soledad muy específica.

Esa que solo se siente a las dos de la mañana cuando el mundo está callado y te encuentras sentado en tu sala sin permitirte hacer ruido porque alguien podría escucharte.

Esa soledad en medio de una fiesta donde todos se conocen, donde todos bailan, la música no para, pero tú estás sentada en una orilla esperando que se acabe todo y de alguna manera no se escucha nada.

La soledad de estar en un salón lleno de gente y que nadie te hable, acompañada de ese nerviosismo que solo provoca el ser incapaz de hablarle a alguien.

Existe esa soledad que solo se siente cuando el mundo grita con euforia y tú no entiendes nada, te quedas callado... observando.

Esa soledad que te hace creer que hay fantasmas caminando en las calles.

Que alguien podría escuchar el sonido de tus lágrimas, incluso si te estás ahogando con ellas por dentro.

Que hay personas que escuchan tus pensamientos más molestos y saben lo mucho que quieres gritar cada palabra que se forma en tu cerebro.

Soledad intranquila y dañina.

Soledad sin silencio, sin paz.

Cartas sin destinatario y otros poemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora