Cartas sin destinatario y otros poemas

29.10.2023

Encuentro gracioso, casi hilarante, que mi corazón esté roto sin tener ningún romance.

Todas las canciones hablan de esa persona que tiene el único trabajo de llegar a tu vida para hacerla pedazos.

Para burlarse en tu cara y traicionar tu confianza.

Esa que se lleva todo de ti hasta el punto en que dejas de existir.

Jamás me ha pasado y de una extraña manera entiendo cada canción que habla del tema.

Es casi como si ese sentimiento fuera parte de nuestro sistema.

Pero más en el fondo hay una parte de mí que canta cada letra para la gente que perdí.

La amiga que encontró a alguien nuevo y pese a todos mis intentos quedé rezagada en la zona de "luego te cuento".

Ese grupo que no sobrevivió al paso del tiempo, que se hizo viejo como todo lo que nos unía,

ya no hay referencias ni chistes internos que revivan lo que tuvimos algún día.

A mi miedo actual de no encajar, de que todas esas amistades que "duran toda la vida" ya hayan pasado y yo no haya sido suficiente para que se queden a mi lado.

A la sensación de que perdí toda la emoción, que mi "mejor vida" la experimente sin consciencia y que ahora ya no hay nada que pueda hacer para traerla de vuelta.

También canto cada canción a la yo del pasado.

A esa niña que era auténtica sin pedir perdón, pero que aprendió a ser menos lunática.

Que entendió la necesidad de tener ideas más aterrizadas.

Descubrió que la vida no es una fantasía y que todo lo que la hace quien es, todo lo que quiere, no es más que el objeto de una broma cósmica que el mundo puede romper en cuestión de días.

Es gracioso, si me preguntas, porque preferiría cantarle a una sola persona.

Reclamarle a algún tipo que me robó lo que soy, pero a fin de cuentas poder quitárselo de las manos.

Ahora ya no puedo recuperarlo porque quien me arrebató todo fui yo.

Yo fui quien no intentó lo suficiente.

La que no demostró su amor.

La que se niega a ser cien por ciento yo.

Yo cometí el error de rebajarme a cubetazos de agua.

Yo me ilusioné con la vida, incluso cuando todos me advirtieron que no debería.

Todas esas canciones se las dedico a mis pesares.

Todas las críticas y reclamos van hacia mí.

¿Por qué la vida se empeña en quitarme hasta el derecho de culpar a alguien además que a mí?