Capítulo 1.

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-¡Irina!

La voz de Alexis resuena por toda la tienda y me acerco a ver que ocurre. Le veo sacando trajes nuevos que han llegado hoy, en medio de cajas de cartón y sudando por el calor que hace al haberse roto el aire acondicionado de la tienda.

-¿Qué se supone que estás haciendo?-digo riéndome.

-Mira, que seas la jefa no te da derecho a reírte de mí, ¿vale? Por favor querida, ayúdame.

-Está bien, te echaré una mano-digo acercándome a las cajas.

Alexis dejó el grupo de teatro cuando la obra se estrenó, dijo que aquel ya no era su sitio. Un día para mi sorpresa apareció en la tienda y me pidió trabajo, al momento lo dudé, no había ni siquiera inaugurado la tienda como para saber si necesitaría a alguien trabajando para mí, luego un impulso me dijo que lo hiciera y aquí está, cinco años después sigue trabajando conmigo.

Alexis y yo construimos una amistad muy especial, él estuvo a mi lado todas las noches que no podía dormir, se quedó conmigo mientras lloraba, me ayudó con la tienda todo lo que pudo, venía a casa a hacerme compañía cuando mi padre no estaba, hacíamos planes juntos para que me liberase de pensamientos absurdos y entonces supe que seríamos grandes amigos.

La que era mi mejor amiga desapareció del mapa, nunca volví a verla, lo último que supe es que la habían visto embarazada y que ni siquiera sabía quién era el padre. Siento pena por ella, antes no era así, pero conoció a ese chico y se perdió a sí misma. No entiendo como alguien puede perderse tanto por amor, no me cabe en la cabeza como alguien puede perder su esencia y cambiar su forma de ser por encajar con la persona que le gusta, pero ella lo hizo y con ello me dejó a mí también, a su amiga de toda la vida.

La gente toma caminos diferentes, no siempre las personas que quieres permanecen en tu vida y a veces no hay otra solución que aceptarlo y seguir viviendo. Nada es para siempre, la amistad se rompe, el amor se acaba, el dinero se gasta... Lo único que siempre estará ahí es uno mismo, siempre hay que cuidarse y quererse, porque en esta vida naces y mueres solo y el camino tienes que hacerlo igual, porque aunque haya gente que entre y salga de tu vida, siempre te tendrás a ti.

Alexis llegó a mi vida en el momento indicado, cuando todo se me desmoronaba y cuando lo único que quería era salir corriendo. Llegó y se quedó a mi lado y no hay un solo momento que recuerde desde hace cinco años en el que no haya estado él.

-Hemos terminado-dice.

-¿Tiras el cartón al cubo? Voy a recoger y hacer el inventario de lo que ha llegado para organizar la semana.

-Claro que sí jefa-dice haciendo un gesto de recibir una orden.

-¿Puedes parar de llamarme así? Por favor.

-Deja que lo piense-hace una pausa como si de verdad estuviese pensándolo-No, no lo haré.

-Lárgate.

Mientras que Alexis sale por la puerta hacia la calle para hacer lo que le he pedido yo me dirijo a mi despacho para organizar todo y que podamos irnos cuanto antes.

La tienda fue todo un éxito desde el primer momento. Los clientes entraban constantemente y las prendas se agotaban, pero eso solo significaba una cosa, los beneficios eran más que las pérdidas. Al principio no me creía que mi sueño se hubiese cumplido y que todo estuviese saliendo a la perfección, ahora años después, estoy buscando locales para abrir otra tienda en Cádiz.

Alexis llama a la puerta y le indico que se siente a mi lado para ayudarme con los cálculos de la tienda para que entre los dos terminemos antes.

-¿Qué planes tienes hoy?-me pregunta.

-Dormir. En cuanto llegue a casa pienso meterme en la cama hasta mañana que tenga que levantarme para venir aquí.

-Oye... Tengo que pedirte un pequeño favor-me dice.

-¿Cuántos días?-pregunto sabiendo exactamente qué es lo que quiere pedirme.

-¿Cómo sabías que iba a pedirte?

-Alexis, eres mi mejor amigo, te conozco. Sé lo que quieres decir incluso antes de que tú lo pienses.

-Solo sería mañana, el chico que conocí el otro quiere invitarme a pasar el día en un pueblo de Madrid...

-Cógete dos días, duerme allí con él y disfruta, me las apañaré sin ti, no te preocupes-digo sonriéndole.

-¿Te he dicho alguna vez que te quiero?

-Aproximadamente unas veinte veces al día, pero me lo dices por interés que lo sé yo-digo vacilando.

-Sabes que no es así-dice mientras termina de contar las prendas de ropa.

El crecimiento de ventas es notorio. Últimamente nos hemos centrado en traer trajes nuevos y diferentes a los que teníamos anteriormente, de otros estilos y colores. Ahora sobre todo vienen hombres a la tienda ya que esta temporada nos hemos centrado más en esas prendas, a pesar de seguir teniendo de otro tipo.

La idea de centrarnos cada temporada en una cosa fue de Alexis, él dijo que innovar sería la opción idónea para que así siempre viene gente de todo tipo. A mí al principio me daba miedo la idea, pero ahora no puedo estar más encantada con ello.

Alexis es mi mano derecha, siempre sabe cómo inventar cosas que atraigan a la gente, sabe cómo tratar con los clientes y sobre todo, sabe cómo hacer que yo me sienta mejor. Hacemos un gran equipo, tanto en lo laboral como en lo personal.

La Saga Destino: Perderme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora