Capítulo 2.

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-¡Tu amado está en la puerta!

Oigo a Alexis desde dentro del almacén y salgo sonriendo. Observo al gran hombre que se encuentra junto a mi mejor amigo.

Corro hacia sus brazos y recojo la rosa que me ha traído como ya es costumbre desde hace cuatro años.

-Hola-digo sonriendo.

-Hola mi amor-me dice.

Daniel, aquel gran hombre que una mañana cuando mi mundo se desmoronaba apareció entregándome la cartera que se me había caído, hoy es el hombre al que quiero con todo mi corazón.

Daniel y yo comenzamos a tener contacto poco tiempo después de que Enzo se fuese de Madrid. Poco a poco empezamos a pasar tiempo juntos ya que me ayudaba todos los días con la tienda. Podría decir que reemplazó a Enzo pero no sería correcto, simplemente hizo que todo el dolor que yo sentía desapareciese, trajo color a mi vida cuando todo era negro y se quedó a mi lado a pesar de que yo siempre le rechazaba.

Al final, después de tanto insistirme durante meses, le dije que si una noche en una gran cena que me preparó en su casa. Todo fue muy rápido, a los pocos meses ya vivíamos juntos en su piso. Nunca tuve miedo, todo fluía solo y Daniel hacía las cosas demasiado fáciles siempre. Fue imposible no enamorarme de él como una niña pequeña.

Mi padre lo adora, creo que incluso a veces se lleva mejor con él que conmigo y no me extraña, tienen muchas cosas en común. Claro que también afecta lo feliz que me ve desde que él llegó a mi vida.

A día de hoy no imagino un mundo en el que Daniel no esté, se ha convertido en mi apoyo, en mi felicidad, en mi fuerza, pero sobre todo se ha convertido en mi familia. Siempre he dicho que cuando llegó a mi vida encajo conmigo como si fuéramos piezas de puzzle y como si durante años nos hubiéramos estado buscando, hasta que por fin él me encontró.

Daniel es el resumen de la palabra amor. Jamás me ha hecho dudar de si me quiere o no y todos los días sigue enamorándome como si todavía me estuviese conquistando a pesar de que ya me tiene y que me considero más suya que mía.

-Tus favoritas-dice refiriéndose a la rosa.

-Si-miento.

Daniel nunca sabrá la verdadera historia de Enzo, jamás sabrá que antes de él hubo otra persona al que amaba con todo mi corazón. Es mejor así, tiene que ser así.

Nunca sabrá que los girasoles son mis favoritos y que odio las rosas porque me parecen demasiado simples, nunca sabrá el porqué todos los días oigo aquella canción que me dedicó Enzo y nunca sabrá que él me salvó cuando yo no tenía ganas de vivir porque el amor de mi vida me abandonó por cumplir su sueño.

A veces pienso en lo injusta que soy por no decirle la verdad, a veces me odio por ello, pero a veces hay mentiras que se usan para no hacer daño a quien quieres y este es el caso.

-Alexis disfruta de estos días-le digo.

-¿Vas a abandonar a mi novia?-le pregunta Daniel.

-Ha conocido a un chico-le explico.

-Entonces amigo mío, aprovecha y ya me encargo yo de Irina-dice Daniel riendo.

-No lo dudes querido-le responde Alexis.

Ambos salimos de la tienda y me encargo de cerrar y bajar el cierre para dejar todo protegido después de poner la alarma. Alexis se despide de nosotros con un abrazo y camina dirección a su casa, al igual que nosotros.

-¿Cómo ha ido el día?-me pregunta.

-Pues maravillosamente bien. ¿Y el tuyo?

-He tenido un caso de custodia de un menor, ha sido bastante complicado pero hemos ganado, así que no puedo quejarme-dice mientras me agarra la mano.

-El mejor abogado de España es mi novio, que suerte tengo-digo sonriendo.

-Tu si que eres la mejor, pero de todo en general.

Después de un rato caminando por fin llegamos a nuestro piso. Entramos al portal y subimos por el ascensor hasta el cuarto piso, el nuestro.

Pagamos una cantidad bastante grande de dinero por este piso, pero es absolutamente precioso. El ascensor funciona con llave ya que directamente cuando se abren las puertas estamos dentro de nuestra casa.

Recuerdo que al mudarme aquí lo que más me gustaba era la gran terraza del salón con vistas a la capital. La casa es diáfana, la cocina y el salón están juntos, separados solo por una barra de bar donde Daniel prepara unos cócteles buenísimos los fines de semana. A mano izquierda, justo al lado de la puerta del baño, hay unas escaleras en forma de caracol bastante amplias que llevan a la parte de arriba, donde se encuentra nuestra habitación con baño y vestidor incluido, una habitación de invitados que es donde suele dormir Alexis cuando viene, un baño secundario y el despacho de Daniel.

Por supuesto que hicimos reforma, ya que los colores que había antes no me gustaban, a pesar de que Daniel es un gran abogado, no es muy bueno con la decoración de interiores, así que no tardé en intervenir y hacer una reforma en la casa.

Pinté todas las paredes de blanco y puse un suelo de madera, color marrón claro. Usé los mismos tonos para los muebles y decoré todo plantas y cuadros.

Daniel siempre dice que llene su casa y su vida de color y quizás sea cierto, al igual que él lo hizo conmigo.

La Saga Destino: Perderme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora